El estremecedor testimonio de una víctima de ablación: "Me robaron la vida con una cuchilla, ahora la he recuperado"
- Más de 2.000 millones de mujeres han sufrido esta práctica en el mundo desde que hay registros
- La mayoría de los casos se producen durante la infancia y bajo la presión de las familias
Aunque prefiere no desvelar su nombre ni su identidad sí quiere contar su historia. Esta joven senegalesa residente en Navarra sufrió ablación cuando era solo una niña. Con solo 10 años y obligada por su familia, le encerraron en una habitación en contra de su voluntad entre gritos y lágrimas. "Te cogen muchas mujeres, te agarran fuerte y te abren de piernas para después rajarte con una cuchilla. Después pasas unos días de reposo en unas habitaciones con un pañuelo, metido como si fuera un pañal. Todo sin poder ir al baño, sangrando constantemente".
Un duro proceso que carece de garantías higiénicas y sanitarias. Desde que hay registros, se calcula que más de 2000 millones de mujeres han sufrido ablación. En la mayoría de casos se produce durante la infancia. Quienes lo practican alegan motivaciones socioculturales, sin tener en cuenta que se trata de una vulneración de los derechos humanos. Más allá de lo estrictamente corporal, el procedimiento de la mutilación genital femenina afecta en el apartado psicológico: "Me marcó psicológicamente y físicamente. Es muy duro".
Una trayectoria vital complicada
Su vida no ha sido un camino fácil. Tuvo que dejar sus estudios y abandonar África a la fuerza para emprender nuevos rumbos en España. "La pareja de mi madre era española y nos trasladamos aquí. Un año después me echaron a la calle, no me querían en la casa". Ahora vive en una casa de acogida con la que considera su verdadera familia.
“Te sientes indefensa. Tu familia decide por ti, te roban algo que te pertenece sin preguntarte antes tu opinión“
La primera vez que esta mujer acudió al ginecólogo sufrió comentarios denigrantes. "Como eres virgen, no te toco", le dijo. "Se me miraba raro, notaba que algo pasaba".
Fue al ver un vídeo en redes sociales de unas chicas francesas que habían sufrido un caso similar al suyo cuando se dió cuenta de que debía actuar. Tras un tiempo de meditación, se puso en contacto con el doctor Pere Barri. Este prestigioso cirujano, uno de los mayores expertos en esta materia a nivel nacional, se convirtió en su particular ángel de la guarda.
La Fundación Dexeus Mujer, refugio para muchas mujeres víctimas de ablación
Barri es el director de la Fundación Dexeus Mujer, que practica operaciones de reconstrucción de clítoris gratuitas a mujeres afectadas por la mutilación genital femenina. "El perfil de quienes acuden a nosotros es el de una mujer que se siente muy integrada en los valores de mujer occcidental, que ha descubierto que se siente diferente y que no es normal que le hayan hecho eso sin haberlo escogido ella".
“Más del 70% de las mujeres describen una mejora objetiva de su capacidad de estimulación sexual tras la operación“
Después de años esperando este momento, la operación ha cambiado su vida. "Empecé a poder mirarme, a poder descubrirme sola, a atrverme a descubrir la intimidad con mi pareja. Hasta un tiempo después de la operación rechazaba mantener relaciones sexuales, se me hacía raro, me sentía rara".
Su pareja ha sido uno de los apoyos más importantes en los últimos tiempos. "Al principio mi novio no entendía que no quisiéramos mantener relaciones sexuales. Se lo conté y vivimos juntos el proceso de la operación. Le debo mucho a mi pareja", reconoce emocionada. "Me encantaría poder regresar algún día a mi país para demostrarles que soy una mujer fuerte y que he recuperado lo que me robaron".