El Gobierno moldavo dimite en medio de las dificultades económicas y las tensiones con Rusia
- La dimisión ocurre poco después de que un misil ruso violase el espacio aéreo moldavo
- Moldavia pasa por grandes dificultades debido a la campaña militar rusa en Ucrania
El Gobierno prooccidental de Moldavia ha dimitido este viernes tras 18 meses turbulentos en el poder marcados por la agitación económica y los efectos de la invasión rusa de Ucrania.
La dimisión ocurre poco después de que un misil ruso violase el espacio aéreo moldavo, y el Ejecutivo convocase al embajador de Rusia para protestar. Ucrania ha afirmado que ese mismo misil ha violado el espacio aéreo de la OTAN, al entrar en territorio de Rumanía.
La dimisión de la primera ministra implica la renuncia automática de todo el gabinete.
"Ha llegado el momento de que anuncie mi dimisión"
"Tras un año y medio al frente de este Gobierno ha llegado el momento de que anuncie mi dimisión", dijo en una comparecencia de prensa, según recoge el portal Publika.md.
El medio moldavo subraya que la renuncia de Gavrilita confirma así los rumores que comenzaron a publicarse en la prensa local este jueves. "Gobernábamos en un régimen de crisis continua", ha justificado la política
A la vez, ha indicado que tanto ella como su Gobierno se enfrentaban a un "chantaje energético" y "todos pensaban que íbamos a ceder, como los Gobiernos anteriores que traicionaron los intereses nacionales". "Pero no fue así", ha apostillado.
Grandes consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania
Moldavia pasa por grandes dificultades debido a la campaña militar rusa en Ucrania y el bombardeo de la infraestructura energética ucraniana, de modo que ha tenido que recurrir a otros países como Rumanía y Eslovaquia para adquirir los volúmenes de gas y electricidad que le faltan por reducción de suministros de Rusia.
El pasado noviembre las autoridades moldavas y ucranianas calificaron de falsa la afirmación del gigante gasístico ruso Gazprom de que Ucrania roba gas que pasa por su territorio y que está destinado en realidad a Moldavia por contrato, y aseguraron que se trata de un chantaje energético más de Rusia.
Con todo, la dimisión del Gobierno moldavo también era exigida por la oposición, que acusaba al Ejecutivo de Gavrilita de no haber negociado un mejor acuerdo de gas con Rusia.
Según el político exiliado Ilan Shor, la dirección del país "no supo afrontar los desafíos y llevó a Moldavia a una crisis energética y económica".
Gavrilita, exministra de Finanzas de Moldavia, se puso al frente del Gobierno de esa república exsoviética en agosto de 2021.