Juliette Binoche: "España es una nación de artistas y los necesitamos para evolucionar"
- La actriz francesa recibirá el Goya Internacional este próximo sábado en el Palacio de Congresos de la ciudad de Sevilla
- En un encuentro con la prensa se ha sincerado sobre sus inicios en el cine, el feminismo o qué películas la animan a actuar
Los Premios Goya vuelven a Sevilla por segunda vez, y el lugar elegido para dar la bienvenida a Juliette Binoche (París, 1964), el Goya Internacional de este año, ha sido el Real Alcázar de la capital hispalense. El Salón de los Tapices, el espacio en el que la Academia de Cine ha citado a la prensa, se ha llenado de aplausos en cuanto la actriz ha llegado al lugar, mientras ella agradecía a todo el mundo su presencia.
En su intervención, 'la Binoche' ha profesado su amor por Sevilla, y recordaba de una reciente visita "su cielo azul, los naranjos y los palacios" que pueblan la ciudad. Reconocía emocionada que "es muy especial estar en un festival en España por todos sus artistas, que son inspiradores". En su discurso ha mencionado las figuras de El Greco, la luz de Velázquez o la arquitectura de Gaudí, pero también ha tenido palabras para escritores como Lorca o Cervantes. "España es una nación de arte, de artistas, y los necesitamos para evolucionar. Nuestros artistas hacen una nación".
Para Binoche, interpretación y dirección no tan distintas
Binoche no es ajena al cine español, ni tampoco a los Premios Goya. Estuvo cerca de conseguir un cabezón como mejor actriz en 2016, tras su participación en Nadie quiere la noche, dirigida por Isabel Coixet. Preguntada por los periodistas si asumirá en un futuro el papel de directora, la actriz ha dejado defendido que interpretación y dirección no son tan distintas.
"Como actriz tienes también que tener sentido de dirección. Es cierto que es una dirección invisible, que no firmas la película, pero muchas veces tú eres la película", ha argumentado. "Yo no actúo. A través de mí sale algo -una energía mágica, un fuego- hacia fuera que yo tengo dentro", define. Y por eso, para ella, directores y directoras hacen algo parecido: "Sacan hacia fuera algo que no se ve y permiten que ocurra, que se vea".
"Juliette no recibe el premio, sino el fuego y la energía que hay dentro de mí"
¿Tienen sentido los premios en el siglo XXI? ¿Qué le ha llevado a Juliette Binoche ha recoger uno? "Es una buena pregunta porque yo me la hice a mí misma. Siento que no es Juliette la que recibe el premio, sino el fuego y energía interior dentro de mí". La interpretación, explicaba, la ayudó mucho siendo muy pequeña, y esa necesidad de transformación, de coger un papel y darle vida, fue lo que la llevó a seguir adelante, y la avalan más de 100 películas a su espalda.
Para Binoche, lo más importante de ser actriz no es ser reconocida o amada, sino ayudar a la gente. "Las actrices recibimos amor, sí, pero también queremos darlo. Recibimos esperanza, pero queremos dar también esperanza. Ayudar a ver a la gente otros horizontes distintos".
Y también tiene claro que es necesario ser humilde en este mundo. "No es siempre fácil encontrar tu sitio como actriz. Lo más importante es descender al suelo, levantarte y ser humilde. Si no eres humilde, no sirve de nada".
El feminismo, fundamental en la vida de Binoche
"¿Ha perjudicado a Juliette Binoche ser mujer?". Es la pregunta que más se piensa. "Para empezar...". Y vuelve a tomarse unos minutos para contestar. Rememora sus primeros años como actriz, en los que siempre trabajó con directores y reconoce que siempre existió un punto de "seducción" para poder trabajar como actriz, sobre todo en los años 80. Ahora, en cierto sentido, agradece que muchas más mujeres se lancen a dirigir y que ese magnetismo ya no esté tan presente en los sets de grabación.
¿Cómo marcó distancias con los hombres en el panorama cinematográfico? "Quizá fue mi educación, ya que fui criada por una mujer que sabía los peligros de ese mundo. Me crió para que fuera fuerte, para que estuviera preparada. Me educó para ser independiente y feminista. Por eso creo que he podido sobrellevar situaciones con hombres, productores y directores, que me llevaron al límite".
"Yo sabía dentro de mí que tenía que ser fuerte. Yo sabía que tenía que decir que no. Cuando hay una fina línea sabes que tienes que ser fuerte y luchar por tu parte artista. Y claro que a mí me encanta gustar a los directores. Me encanta ser amada, pero ese sentimiento desaparece con el tiempo". Y, pese a ello, reconoce que no siempre ha hecho las cosas bien. "Acabas aprendiendo de tus errores. Haces camino al andar".
La intérprete parisina se sintió muy feliz de que el movimiento feminista #MeToo aterrizara hace ya cinco años. "Motivó muchos cambios y cambió muchas vidas también", explica emocionada. La actriz también ha querido solidarizarse con las mujeres en Afganistán, que luchan cada día por hacerse valer.
"Sin una película no te cambia, no está bien"
En esta ocasión Juliette Binoche no ha querido revelar qué cinta (o cintas) han supuesto un antes y un después en su vida. "Todas las películas me han cambiado de forma inesperada. Si una película no te cambia, no está bien. Tienen que tener algo de riesgo, ya sea emocional, físico o de cualquier otro tipo, para que te cambien".
Su afán de transformación, de hacer papeles distintos, es una de las cosas que más valora de su trabajo. "Con cada director se trabaja de una forma distinta. Unos de piden que improvises, otros que respetes el guion coma a coma, pero no siempre es así. Por eso me gusta actuar, porque hay que adaptarse a todo".
Binoche se ha despedido del encuentro recordando una escena con un agente que tuvo. Este le sugirió hacer una película 'comercial' para que luego pudiera dedicarse "a esas películas de autor que tanto te gustan", y se negó. "No quería estar en un sistema en el que me impusieran las cintas que debía hacer. No es que haya una película más importante que la otra. Todas tienen su función, al igual que todos los días importan".