Teherán sale a la calle para conmemorar los 44 años del triunfo de la Revolución Islámica

• El régimen ha conseguido llegar a esta fecha con las calles tranquilas y las protestas aplacadas
• La Revolución Islámica derrocó en 1979 al sah Mohamad Reza Pahlaví para instaurar un sistema teocrático

Irán celebra los 44 años del triunfo de la Revolución Islámica

Han pasado 44 años del triunfo de la Revolución Islámica en Irán. Aquel 11 de febrero de 1979 la calle derrocó a la monarquía prooccidental gobernante y abrió la puerta a medio siglo de República y al férreo control religioso al que se enfrentan ahora las generaciones más jóvenes.

Miles de iraníes se han echado a las calles del país gritando los habituales “muerte a Estados Unidos” y “muerte a Israel” para conmemorar la Revolución Islámica, que en 1979 derrocó al sah Mohamad Reza Pahlaví para instaurar un sistema teocrático.

Desde entonces, cada 11 de febrero Irán se tiñe de cuatro colores: el verde, que simboliza la prosperidad; el blanco, de la paz; rojo, como la sangre de los mártires de la Revolución; y negro, el color del chador, el velo con que las mujeres musulmanas se cubren la cabeza.

"Celebramos el día en que expulsamos a los enemigos de nuestro país"

Así ataviadas las mujeres que participan en esta fiesta muestran su adhesión al Líder Supremo con su ropa. "Celebramos el día en que expulsamos a los enemigos de nuestro país. Es un día muy feliz", dice a TVE una joven que ha viajado a la capital, Teherán, con toda la familia, desde abuelos hasta niños, porque hay entretenimiento para todos.

Caminando entre banderas, incluso pisándolas, encontramos lo último que esperábamos encontrar: un americano participando de la fiesta. "Tenemos amor en nuestro corazón para las personas de Irán", dice Scott, californiano y antiguo oficial del ejército estadounidense, ahora arrepentido. Nos cuenta que no quiere más guerras, a poco metros de la exhibición de drones y misiles que ha desplegado Teherán.

El régimen ha conseguido llegar a esta fecha con las calles tranquilas y las protestas aplacadas. No se ha visto ni una sola cabeza de mujer descubierta en la celebración, aunque en los días previos sí se han visto muchas en las calles. Quizá el espíritu de las revueltas sigue presente de una forma silenciosa.

"La Revolución no ha cumplido sus promesas"

La muerte de Amini desató las mayores protestas en décadas contra la República Islámica, protagonizadas por jóvenes al grito de "mujer, vida, libertad", que casi han desaparecido tras una represión que ha causado centenares de muertos y en las que han sido ahorcados cuatro manifestantes.

Las autoridades han aprovechado el aniversario de la Revolución para celebrar también el “fracaso“ de las protestas. “No nos hemos reunido para simplemente conmemorar el gran día, también porque una vez más la revolución triunfó y los enemigos fracasaron”, ha dicho el presidente de Irán, Ebrahim Raisí, en un discurso en la plaza Azadi de Teherán, epicentro de las conmemoraciones.

La plaza Azadi, construida por el último sah en 1971 pero que se convirtió en uno de los principales puntos de protesta durante la revolución que llevó al poder a los islamistas en 1979, rebosaba de adeptos al Gobierno.

Si nos alejamos del centro de la celebración, el resto de la ciudad permanece en silencio. "Yo no voy a la fiesta. Pertenezco a la generación que ya no quiere saber nada de la Revolución", asegura a TVE un joven que, como otros, pide que tapemos su cara.

"Yo caminé por esa avenida en 1979, pero ya no lo hago. La Revolución no ha cumplido sus promesas", dice otro hombre, que nos pide una foto y que contemos lo valientes que son las mujeres y las chicas de Irán.