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Terremoto en Turquía y Siria

Siria clama por la falta de ayuda ante el terremoto: la crisis humanitaria de un país golpeado por la guerra y las sanciones

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¿Por qué es tan difícil que llegue ayuda a Siria tras el terremoto?

"No ha habido ningún tipo de ayuda específica por el terremoto. La situación es muy, muy sombría y catastrófica”, cuenta a RTVE Noticias Oubadah Alwan, portavoz de la organización Defensa Civil Siria, conocida como Cascos Blancos y formada por unas 3.000 personas.

Operan en una parte del noroeste de Siria (en la provincia de Idlib y en el sur de Alepo), zona que está en manos de grupos rebeldes: algunos de carácter yihadista, otros aliados de Turquía e incluso de facciones kurdas, y que no mantienen relaciones entre sí porque se han enfrentado en el campo de batalla.

Según las últimas cifras facilitadas por los Cascos Blancos, 2.166 personas han perdido la vida en el noroeste de Siria y hay 2.950 heridos debido al seísmo.

"Las personas que tenemos en terreno tienen experiencia en operaciones de búsqueda y rescate, pero no están preparados para enfrentar este tipo de desastre”, continúa Alwan. “Hay muchas necesidades, por ejemplo, combustible para las herramientas que utilizamos para sacar a la gente de los escombros, gasolina para nuestras ambulancias… Nos falta de todo".

Eso mismo denuncia desde Ammán el coordinador de Médicos Sin Fronteras para Siria, Francisco Otero. "Estamos hablando de un país que lleva doce años en guerra, en los que ha habido una destrucción masiva del sistema sanitario: algunos centros médicos han sido atacados por las partes del conflicto, el personal ha disminuido, después llegó la COVID-19 y, hace unos meses, una epidemia de cólera que se ha propagado por la mayor parte del país".

Un hombre cargando con varias mantas en Jindires, Siria.

Según la ONU, seis millones de habitantes podrían estar afectados

El último informe de Naciones Unidas afirma que seis millones de habitantes podrían estar afectados por el terremoto, en una población donde el 90% vive en la pobreza y 14,6 millones dependen de la asistencia humanitaria.

"Antes la situación ya era catastrófica; ahora lo es doblemente. Si anteriormente la comunidad internacional no se movilizó, parece difícil que vaya a hacerlo ahora, sobre todo, cuando las preocupaciones están en lo que sucede en Ucrania", explica Ignacio Álvarez-Ossorio, catedrático de Estudios Árabes e Islámicos de la UCM.

Médicos Sin Fronteras dice que tiene la "capacidad de aguantar algo de tiempo". Sin embargo, reconoce que su stock es limitado. "Por eso, es importante que la comunidad internacional dé un impulso para que la ayuda pueda entrar lo antes posible", reclama Otero.

Bab al Hawa, único paso fronterizo

El único paso fronterizo que permanece abierto es el de Bab al Hawa, y precisamente ese es el que han utilizado los dos convoyes humanitarios - sin ayuda para las labores de búsqueda - fletados por la ONU que han llegado a las áreas opositoras.

Las zonas controladas por el Gobierno, también están muy afectadas. "Ahora mismo estoy muy cerca de los escombros de un edificio y la devastación es total", dice Yehya mientras muestra una vivienda que ha colapsado en la ciudad Latakia, en la costa siria.

Este joven vive en territorio controlado por el Gobierno y, como muchos otros ciudadanos, no tiene un lugar al que ir porque los temblores debilitaron la estructura de su hogar. "Ya no es seguro volver a mi casa y ahora vivo en el coche", cuenta en un vídeo para RTVE Noticias.

El último balance oficial del Ministerio de Salud - que contabiliza las víctimas en las zonas gubernamentales - ha registrado más de 1.300 muertos en las provincias de Alepo, Latakia, Hama y Tartús.

Escasez de combustible y continuos cortes de electricidad

"La Media Luna Roja está intentando ayudar, pero la gente necesita productos básicos como leche, pañales y medicamentos", asegura Yehya. "Antes del terremoto ya había pocas medicinas, pero es que ahora ya no queda nada", denuncia.

Había pocas medicinas, pero es que ahora ya no queda nada

La escasez de combustible y los continuos cortes de electricidad son también algo recurrente en este lado de la frontera. El Gobierno de Al Asad “depende en exclusiva de sus aliados que, a su vez, ya tienen sus propios problemas y, por tanto, tienen muy mermada su capacidad para ofrecer ayuda a Damasco", aclara Álvarez-Ossorio.

De momento, Rusia e Irán y algunas naciones árabes como Jordania, Argelia o Emiratos Árabes Unidos han enviado aviones a la capital. Naciones Unidas, a través del Programa Mundial de Alimentos, también están proporcionando ayuda.

Aunque llegue apoyo del exterior, el investigador cree que "podría no alcanzar a las personas que realmente la necesitan" y acabar "en organizaciones vinculadas a familiares del presidente".

Las sanciones, otro obstáculo más

Asimismo, las sanciones económicas, impuestas a Siria desde 2011, tampoco ayudan a paliar el sufrimiento de muchos sirios en el extranjero, cuyas familias viven en zonas controladas por el Ejecutivo.

"Nada más enterarme de lo que había pasado empecé a hablar con todos mis contactos para ver qué podíamos hacer", relata Mohammad, madrileño nacido en Siria. "Intenté recaudar fondos a través de GoFundMe para llevar ayuda a mi ciudad natal, pero la plataforma bloqueó mi campaña y, al poco tiempo, recibí una notificación de mi banco en la que se me advertía de que debía comprometerme a no realizar actividades que incumplan las sanciones internacionales, o si no cancelarían mis cuentas", detalla.

Las sanciones me impiden enviar dinero a mi ciudad y a mi familia

Su banco le aseguró que se trataba de un mensaje rutinario. Él, sin embargo, está convencido de que tiene relación con la campaña que intentó organizar. "Quizás no frenen la llegada de ayuda humanitaria, pero las sanciones me impiden enviar dinero a mi ciudad y a mi familia cuando más necesita", afirma.

"Las dificultades para enviar ayudar humanitaria, ahora mismo, dependen mucho de dónde viva tu familia, qué medios tengas para entrar al país y qué tipo de ayuda quieras entregar", explica desde Barcelona Gabriel Garroum, español de padre sirio. "En nuestro caso tenemos un amigo de la familia en Alepo que puede prestar dinero a nuestros familiares. Él le deja dinero a mi tía, y a su hijo, que vive en Barcelona, le damos nosotros el dinero físicamente. Es una manera de canalizar un poco de ayuda a la familia en momentos de necesidad".

El jueves, Estados Unidos anunció que suspende durante 180 días las sanciones que impedían enviar dinero por transferencias a bancos sirios, como una forma de aliviar a la población, aunque la Unión Europea todavía mantiene las medidas.

El Consejo de Ministros sirio autorizó este viernes el envío de la ayuda humanitaria internacional a todo el país, incluidas las zonas opositoras que escapan de su control y que apenas han recibido asistencia y suministros, informa la agencia de noticias oficial SANA, que explica que la distribución de estos suministros estará supervisada por la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja Árabe Siria, que contarán con el apoyo de la ONU.