Las víctimas del accidente del Alvia comienzan a declarar en el juicio: "Habrá sentencia, pero justicia, lo dudo"
- "No hay dinero que pague la impotencia que se siente", ha dicho una de las primeras víctimas en declarar
- El "daño irreparable" por el accidente marca la primera jornada de la fase que deberá determinar la responsabilidad civil
El "daño irreparable" que sufren las víctimas del accidente del tren Alvia que dejó 80 muertos y más de 140 heridos, casi 10 años después, han marcado el arranque del comienzo de la fase que determinará la responsabilidad civil. "Este daño es irreparable. Habrá sentencia, pero justicia, lo dudo", ha dicho el representante de la asociación de perjudicados Apafas, Cristóbal González, que ha recordado que se trata de un accidente que "desde el primer momento se pudo haber evitado".
La primera jornada de la fase civil del juicio por el accidente del Alvia del 24 de julio de 2013 ha estado protagonizada por las declaraciones de las víctimas sobre las secuelas tanto físicas como mentales que les ha dejado y la "herida abierta" por el procedimiento judicial en curso.
Antes de que comenzara esa nueva fase, el representante de la asociación de perjudicados Apafas, Cristóbal González, ha señalado en declaraciones a los medios que afronta el juicio con "desilusión, impaciencia, nerviosismo y desmotivación" y que lo único que pediría es que "acaben pronto, que no se demoren más. Porque no os podéis imaginar el daño que ocasiona todo esto".
"Después de nueve años esto hace mucho daño"
"Después ya de nueve años esto hace mucho daño", ha dicho González en relación con el juicio del que ha dicho que es "la única herida que queda abierta", mientras todavía permanezca en curso.
"¿Habrá sentencia? Por supuesto. ¿Justicia? Lo dudo. Este daño es irreparable", ha insistido el representante de Apafas. Al respecto, ha denunciado que se trató de "un accidente que se pudo haber evitado y por la fatalidad de varios elementos, varios factores, se ha vivido una de las mayores tragedias que se puedan imaginar".
En su declaración, el presidente de la asociación Apafas ha revelado que se reunió con el maquinista del Alvia Francisco Garzón, uno de los dos acusados en el juicio.
Según ha destacado el presidente de la asociación de víctimas a preguntas del abogado de Garzón, y ante el enfado de la jueza, que ha subrayado que el procedimiento está dividido en dos partes (la acción penal y la civil), el encuentro entre esta víctima y el conductor se produjo en Santiago por la intermediación de los letrados de ambas partes y tuvo "la ocasión de hablar con él" ya que "quería conocerlo", porque, como conductor, también era "un viajero afectado" por el siniestro.
González ha declarado este martes en cuarto lugar ante la jueza María Elena Fernández Currás, en una sesión en la que han intervenido un total de 15 testigos, todos ellos víctimas del accidente.
"No hay dinero que pague la impotencia que se siente"
Un pensamiento, el de que el tren era el medio más rápido, más cómodo y más seguro. Es algo que han remarcado cada una de las 15 víctimas heridas en el accidente del Alvia que han declarado en el inicio de la fase civil del juicio, que ha tenido lugar este martes en Santiago.
Las dos primeras víctimas del accidente en declarar, en calidad de testigos, han sido madre e hija, que, por videoconferencia, han relatado, la primera lo vivido al ir en el Alvia, y la segunda los instantes dramáticos hasta que pudo ver a su progenitora en el hospital al que había sido trasladada, con "muchísimas lesiones".
Ambas han testificado, a preguntas de su abogado, el que representa a Apafas, que la mujer mayor decidió ir en tren en lugar de en coche porque era "más rápido, más cómodo y más seguro".
"No hay dinero que pague el cambio de vida, no hay dinero que pague la impotencia que se siente cuando ves a una persona sentada en la que tú crees que es la mejor opción para que viaje (...) No hay dinero que te dé un poco de paz", ha subrayado la hija, hacia el final de las preguntas del letrado.
En ese momento, la jueza se ha secado las lágrimas con un pañuelo. "Es la primera y ya estoy llorando", ha señalado Fernández Currás.
Se trata de la primera sesión de la fase civil del juicio en la que se tratan de establecer las indemnizaciones de los heridos y los familiares de las víctimas, que suman un total de 57,7 millones de euros, ha comenzado a las 09:45 de la mañana. Las acciones se dirigen contra la aseguradora de Renfe (QBE); la de Adif (Allianz Global Corporate & Speciality); Renfe Operadora y Adif.
Más de cuatro meses de juicio
El juzgado admitió las declaraciones de 522 testigos en esta fase del proceso y comparecerán una media de 15 al día. Desde este martes y durante los próximos meses, la Ciudad de la Cultura, en Compostela, ha comenzado a recibir a los familiares de las víctimas mortales y a los heridos de la mayor tragedia ferroviaria de los últimos 80 años en España.
Tras más de cuatro meses de un juicio que comenzó el pasado 5 de octubre, la magistrada María Elena Fernández Currás dio por terminada el pasado miércoles la fase penal de la vista oral.
Los dos únicos acusados, el maquinista del tren accidentado, Francisco José Garzón Amo, y el exjefe de seguridad de la circulación de Adif Andrés Cortabitarte, se enfrentan a cuatro años de cárcel por 80 delitos de homicidio por imprudencia profesional grave.
Las largos testimonios de estos meses han servido para sentar algunas de las bases de lo que ocurrió aquel fatídico día, el 24 de julio de 2013, cuando el tren que venía de Madrid tomó la curva de A Grandeira (Angrois) a 192 kilómetros por hora, a más del doble de la velocidad permitida y descarriló impactando contra el muro de hormigón.
La llamada telefónica del interventor al maquinista es una de las principales bazas de Adif y de la defensa de Cortabitarte, que centran su defensa en culpar al maquinista de lo sucedido.
Sin embargo, la defensa del maquinista también trata de cargar las culpas al administrador por no haber realizado la correspondiente evaluación de riesgos antes de la puesta en marcha de la línea de alta velocidad entre Ourense y Santiago, cuyo proyecto inicial fue modificado, de manera que se desconectó el sistema ERTMS en vía.
No será previsiblemente hasta junio cuando la jueza deje visto para sentencia el caso.