El Gobierno trata de rebajar la tensión con Francia tras la polémica por el uso de hidrógeno nuclear en el H2Med
- El Miteco ve "razonable" que Francia apueste por el hidrógeno de energía nuclear, pero recuerda que "no es renovable"
- El embajador francés en España ha criticado que no le gustan "algunas maneras de expresarse" de Teresa Ribera
Hace apenas dos meses, España, Francia y Portugal firmaban en Alicante un ambicioso acuerdo para construir un conducto de hidrógeno que uniera los tres países, el primero de este tipo en la UE. El 'hidroducto', bautizado como H2Med, enterraba las tensiones entre Madrid y París por el Midcat, un proyecto fallido de gasoducto a través de los Pirineos. Sin embargo, en los últimos días, estas tensiones han vuelto con fuerza a cuenta de qué tipo de hidrógeno transportará esta nueva infraestructura.
Mientras que España se mantiene firme en que este hidrógeno sea verde, es decir, producido únicamente por energías renovables, Francia apuesta por el hidrógeno rosa, el que se genera a partir de la energía nuclear. El miércoles, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, elevó el tono contra la decisión de la Comisión Europea de equiparar ambos combustibles -una aspiración francesa-. "Hay maneras de expresarse que no me gustan", señaló en un foro, en referencia a París, y añadió que el país galo "ha dicho que se comprometía con este tubo y, si ha cambiado de opinión, que lo diga".
Este viernes ha llegado la dura respuesta francesa. "A nosotros tampoco nos gustan algunas maneras de expresarse de la vicepresidenta tercera del Gobierno", ha escrito en una tribuna en El Periódico de España el embajador en Madrid, Jean-Michel Casa. Ante ello, fuentes del Ministerio que dirige Ribera han tratado de rebajar la tensión: "Francia aspira a producir hidrógeno con centrales nucleares, nunca lo ha ocultado, y a España le parece razonable".
España insiste en que el hidrógeno nuclear "no es renovable"
Sin embargo, han añadido estas fuentes que "el hidrógeno producido con energía nuclear no es renovable". Ambos "pueden compartir infraestructura, pero no denominación". Desde el Miteco defienden que "existe un diálogo fluido entre España y Francia tanto en temas bilaterales de energía como en relación con la agenda europea".
Ambos países mantienen "plena sintonía" en la necesidad de la transición ecológica y "en el respeto mutuo de la libre elección tecnológica de cada Estado para cumplir con los compromisos europeos de descarbonización".
Desde Transición Ecológica también se ha hecho hincapié en que en este momento la UE debate diversas normativas en materia de energía y considera que "las negociaciones para alcanzar acuerdos no deben contaminar el desarrollo del proyecto de corredor verde H2Med".
Además, estas mismas fuentes recuerdan que el H2Med es una infraestructura impulsada por Portugal, Francia, España y Alemania que fue presentada de manera conjunta a la Comisión Europea para recibir la consideración de Proyecto de Interés Común. Alemania, que se unió más tarde al proyecto, también es contraria al uso de la energía nuclear para crear hidrógeno.
Según Francia, España había aceptado el hidrógeno nuclear
En su tribuna, Casa ha argumentado que cuando se acordó el proyecto H2Med el pasado diciembre se admitió también por la parte española que el hidrógeno del futuro se podría producir tanto a partir de energías renovables como de fuentes bajas en carbono, una aceptación implícita del hidrógeno rosa.
"Este compromiso fue reiterado muy claramente durante el encuentro bilateral entre el presidente de la República, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al principio de la cumbre hispano-francesa del pasado 19 de enero, en Barcelona", ha añadido Casa.
A ello ha agregado que en la declaración conjunta suscrita en la mencionada cumbre no se hace "ninguna referencia a un funcionamiento del H2Med únicamente en el sentido de Barcelona hacia Marsella (y el resto de Europa), como se ha pretendido en estos últimos días (porque, como es lógico, las interconexiones de este calado siempre se conciben para funcionar en doble sentido)".
El hidrógeno verde, una de las grandes apuestas de la UE en sus planes de descarbonización, es un combustible de características similares al gas natural, al que se busca sustituir, ya que se podría transportar por tuberías. Se produce a partir de un proceso de electrólisis del agua. Mediante esta técnica, se utiliza una corriente eléctrica continua, aplicando electrolizadores, para romper las moléculas de agua en sus dos componentes básicos: hidrógeno y oxígeno. El proceso de electrólisis del agua se llevará a cabo con energías renovables, como la eólica o la fotovoltaica.
En cambio, en el hidrógeno rosa, la electrólisis se produciría con energía nuclear. Otros tipos de hidrógeno, el negro y el gris, los más usados actualmente, utilizan la energía del carbón o del petróleo.