Ribera niega que el conducto H2Med esté en riesgo tras la polémica con Francia por el hidrógeno nuclear
- Reconoce discrepancias sobre qué considerar hidrógeno verde después de que Bruselas abriera la puerta al nuclear
- Aun así, asegura que hay un consenso "muy elevado" sobre las interconexiones de este tipo
El Gobierno insiste en que el H2Med no está en peligro. Tras la polémica con Francia sobre la regulación del hidrógeno a nivel europeo, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha descartado que este 'hidroconducto' submarino que unirá Barcelona y Marsella esté en riesgo.
Ribera ha asegurado este lunes que existe un consenso "muy elevado" a escala europea sobre la importancia de las interconexiones. Lo ha hecho durante la firma de un memorando de entendimiento con su homólogo neerlandés en la Conferencia Internacional de Energías Renovables (Spirec 23).
Sin embargo, ha reconocido discrepancias con el país vecino sobre qué considerar como hidrógeno verde, después de que la Comisión Europea publicara hace unos días dos "actos delegados" que definen bajo que condiciones este puede ser considerado como un combustible renovable.
Bruselas abre la puerta a considerar renovable el hidrógeno rosa
En este sentido, el documento de Bruselas abre la puerta a que el hidrógeno producido a través de energía nuclear -conocido como hidrógeno rosa- pueda ser considerado verde, como defiende Francia y otros siete Estados miembros, en contra de lo que sostiene España, que considera que el único hidrógeno verde es aquel que se produce con renovables.
Preguntada sobre la postura de la Comisión, Ribera ha explicado que están analizando los detalles, aunque advierte de la necesidad de diferenciar claramente lo que es el hidrógeno renovable del que no lo es.
"A nuestro juicio es preferible ser claros con respecto a las etiquetas del hidrógeno. No queremos que pueda confundirse y que pueda generarse ningún tipo de malentendido en la regulación", ha declarado Ribera. Asimismo, la vicepresidenta considera que el debate importante pasa por "asegurarnos que Francia se pueda sentir cómodo en su posición a favor de la nuclear", que es una prioridad para el Gobierno francés.
Madrid y París elevaron la tensión la semana pasada. "Hay maneras de expresarse que no me gustan", señaló el miércoles en un foro Ribera, en referencia a Francia, y añadió que el país galo "ha dicho que se comprometía con este tubo y, si ha cambiado de opinión, que lo diga". El viernes llegaba la dura respuesta francesa. "A nosotros tampoco nos gustan algunas maneras de expresarse de la vicepresidenta tercera del Gobierno", escribió en una tribuna en El Periódico de España el embajador en Madrid, Jean-Michel Casa.
Ante ello, fuentes del Ministerio de Transición Ecológica trataron de rebajar la tensión ese mismo día: "Francia aspira a producir hidrógeno con centrales nucleares, nunca lo ha ocultado, y a España le parece razonable".