La tradición renovada de Ramón Carazo, pintor granadino de la primera mitad del siglo XX, se puede disfrutar en Granada
La muestra de 26 obras se expone hasta el 9 de abril en el Centro Cultural Caja Granada
Formó parte de la última época de la tradición realista-figurativa de la escuela granadina
Ramón Carazo fue un pintor granadino con una trayectoria muy conocida en su momento. Pintó mucho fuera de España, por lo que el interés en la compra de sus obras también venía del extranjero.
María Elena Martín Vivaldi, presidenta de Caja Granada Fundación, tuvo el honor de presentar la exposición: “Nunca hemos tenido la oportunidad de reunir una exposición exclusivamente suya, como es en esta ocasión”.
Una oportunidad única
“Es la primera vez que se reúne buena parte de su obra dispersa por todo el mundo. “
Veintiséis obras magníficas se exhiben en el Centro Cultural Caja Granada hasta el 9 de abril. “Es la primera vez que se reúne buena parte de su obra dispersa por todo el mundo”, afirma María Elena Martín Vivaldi.
Fernando Carnicero Ruíz, comisario de la exposición, explica: “En la exposición hemos querido reunir suficientes obras de Ramón Carazo para tener una idea de la valía del pintor y de su personalidad individual dentro de la escuela granadina del primer tercio del siglo XX”.
““Es fundamental contemplar una cifra mínima de obras para poder apreciar su capacidad artística“
Aunque Carazo ha sido un artista granadino que ejemplifica la primera mitad del siglo XX, se conocía poco su obra. Yace ahí el interés de la exposición. “Es fundamental contemplar una cifra mínima de obras suficientes para poder apreciar bien su capacidad artística en su conjunto. Quiero decir, un cuadro, dos o tres sueltos nos puede dar una idea, pero, para juzgar bien al pintor, es importante un número suficiente”, explica el comisario de la exposición.
Obras pictóricas de la juventud del artista
“El joven artista está intentando encontrar un nuevo lenguaje que se diferencia de la generación previa. “
Para la exposición, hay podido localizar algunas piezas de los años diez. “Era una fase primera en su producción influida por el simbolismo y por el decadentismo”, destaca Carnicero. “Fue un momento fresco, en el que el joven artista está intentando encontrar un nuevo lenguaje que se diferencia de la generación previa”.
Esta corriente artística va a tener mucha importancia en su obra posterior. Incluso en los años veinte y treinta, hay algo de simbolismo. “Eso es lo que le otorga a sus cuadros cierto misterio y cierta introspección, que los diferencia y los hace personales e interesante”, explica el comisario.
La tradición renovada
En esta exposición se ha conseguido apreciar la singularidad que tiene Ramón Carazo, puesto que no sigue ni recrea un arte ideado por otros. “En el caso de Carazo, creo que queda demostrado que tiene una personalidad propia individual, aparte de una indudable pericia y calidad técnica”, aprecia Fernando Carnicero Ruíz.
El pintor está considerado el último representante de la pintura figurativa tradicional de la escuela granadina. La etapa que recorre las obras pictóricas abarca desde el final del siglo XIX a principios del siglo XX.
“Después de ellos, prácticamente no tiene una continuidad“
“Ramón Carazo y Gabriel Morcillo fueron la última fase de la pintura figurativa tradicional. Después de ellos, prácticamente no tiene una continuidad porque la pintura de las vanguardias y la tendencia de la modernidad que provienen de Francia se imponen en España y van desplazando este arte tradicional”, cuenta el comisario de la exposición.
Carazo toma el camino de la tradición, en lugar del de la vanguardia. Su nuevo arte simbolista es lo que renueva la pintura figurativa tradicional. De ahí, el título de ‘La tradición renovada’ para la exposición que se puede disfrutar hasta el 9 de abril en el Centro Cultural Caja Granada. Fernando Carnicero Ruíz, comisario de la exposición, se satisface en poder “ofrecer un nuevo artista del que casi no conocíamos más su nombre”.