Refugiados que retornan como combatientes o reencuentros familiares: las historias del tren de Polonia a Ucrania
- Desde el inicio de la guerra no hay aviones para volar a Ucrania y el tren se ha convertido en columna vertebral del país
- Guerra Ucrania - Rusia, en directo
Hace un año, millones de ucranianos se vieron obligados a huir de su país para evitar la guerra. Muchos de estos ciudadanos lo hacían en tren. Desde distintos puntos de Ucrania, todos tenían un mismo destino: cruzar la frontera en un vagón que les dejase a salvo.
Ahora, 365 días después, algunos de ellos han vuelto al país y han realizado el mismo trayecto que hicieron para huir, pero a la inversa. Entre los motivos, los reecuentros con sus familiares o combatir por su país.
Un equipo de TVE ha acompañado a varios de esos ucranianos que vieron en los trenes un vagón hacia un destino seguro, como Nadia Filmonova. Ella se ha refugiado en España durante este año gracias a un tren que cogió con destino Polonia y ahora vuelve para reencontrarse con su madre en Kiev.
"Sé del viaje desde hace dos semanas y desde entonces cada día lloro pensando en el reencuentro", asegura emocionada Nadia. Una Nadia que confiesa no sentirse feliz. "No me siento feliz. Quiero regresar a casa y a mi país", anhela.
"Queremos que la familia esté junta de nuevo"
Desde el inicio de la guerra no hay aviones para volar a Ucrania y el tren se ha convertido en columna vertebral del país. Es una vía de salida para escapar, y vía de entrada de bienes y ayuda humanitaria. Aquí se ven cada día todo tipo de historias.
"Estamos haciendo los deberes de checo. Ella -dice señalando a su hija- va al colegio en la República Checa. Vamos a encontrarnos con su padre. Le han dado un permiso para dejar el frente durante diez días. No le hemos visto en seis meses, desde agosto", asegura Julia, madre de María.
"He dibujado a mi padre y a su perrito. Se lo han traído para cuatro días", cuenta la pequeña. "¿Qué es esto?", le pregunta su madre mientras señala una parte del dibujo que representa a su padre, vestido de soldado, junto al animal. "Es Ucrania y esto es Rusia", responde la niña.
Durante su viaje, Julia explica como desea el fin del conflicto para poder unir a su familia: "Queremos que la guerra se acabe cuanto antes y que la familia esté junta de nuevo".
"He estado en el frente, no se lo recomendaría a nadie"
En el tren se entremezclan familias separadas por la guerra con soldados o excombatientes. "Antes de la guerra vivía en un pueblo", cuenta Gennadiy, un soldado ucraniano. Explica que no tenía trabajo, solo una pequeña granja y ahora vuelve para encontrarse con su batallón. "Estaba en Bajmut y me hirieron en el mes de enero. La experiencia no tiene nada de bueno. He estado poco tiempo en el frente. No se lo recomendaría a nadie", lamenta.
En los trenes, ahora más vacíos que cuando la gente se amontonaba en los andenes para subir en busca de un billete de tren para huir a la desesperada hace un año, también hay hueco para Irina, revisora de tren, quien en estos meses ha visto todo tipo de historias. "Viajan niños pequeños con sus familias y lloran. Da mucha lástima verlo. Y no sabes qué te espera, no sabes si regresarás o no. Da mucho miedo", explica.
Al futuro, Irina solo le pide una cosa mientras rompe a llorar: "Que haya paz. Que haya paz. Quiero que haya paz. Solo paz".
El tren llega a su final, como este Telediario, con un emotivo encuentro entre Nadia y su madre, un abrazo que muchos ucranianos anhelan después de un año. "No vamos a separarnos, estaremos juntas, tenemos muchas cosas de que hablar", dice Nadia mientras llora y besa a su madre, a la que se abraza con fuerza. "Es muy difícil emocionalmente (...) Espero que mi familia esté junta y se termine pronto la guerra", concluye.