Sonya Monina, de diseñadora de éxito a refugiada: "Mi taller quedó destrozado y no pude coger nada antes de irme"
- La joven llegó a España el 26 de octubre y reside en el Centro de Acogida a Refugiados de Pozuelo de Alarcón
- "Cuando amas lo que haces vas a poner todos los medios", cuenta a RNE
- Guerra Ucrania - Rusia: última hora en directo
Olha Geogieva, conocida profesionalmente como Sonya Monina, es una diseñadora de moda originaria de Berst, pero criada en Simferopol, en Crimea. Hace más de una década cumplió su sueño: crear una firma de moda bajo el nombre de SONYAMONINA. El aura de la fama le perseguía y el modisto Jean Paul Gaultier le auguró una carrera brillante. Sus palabras fueron muy importantes y me sentí muy reconocida a pesar de que, obviamente, no me lo esperaba, cuenta a RNE.
Sin embargo, hubo un cambio de planes con el que no contaba: el estallido de una guerra. La invasión de las tropas de Putin en suelo ucraniano ha propiciado que todo lo construido por esta creadora haya quedado reducido en cenizas por culpa de los constantes bombardeos. "Mi taller ha quedado destrozado. Y no pude coger nada de allí antes de marcharme", declara.
Ante una situación que se volvió insostenible en pocos días, Sonya decidió cruzar las fronteras de su país para embarcarse en un dilatado trayecto que le llevaría por distintos países europeos hasta llegar el 26 de octubre a Barcelona para posteriormente instalarse en Madrid. "El deseo de venir a España ya existía de antes, pero nunca he llegado a tomar la decisión hasta que ocurrió esto. No sé si es el destino, pero como que mi vida se inclinaba hacia este camino. Me siento muy feliz aquí y me gusta España", cuenta.
De la Semana de la Moda Ucraniana, a coser en su habitación
En 2013, esta atrevida diseñadora debutó en la Semana de la Moda Ucraniana, donde se ha convertido en una gran asidua de este evento. Seguidamente, aterrizó en otros puntos del Viejo Continente con la presentación de sus colecciones en Rusia, Bielorrusia y Eslovaquia. Sin embargo, el estallido del conflicto, que cumple un año, ha mermado su aspiración a consagrarse como uno de los referentes de la moda ucraniana. "Lo que ha sucedido es algo irreversible y forma parte de la vida adaptarse a los cambios", expresa la diseñadora.
Allá donde va, Sonya Monina lleva su vida, por eso ha comenzado a desarrollar en nuestro país una nueva colección. Su lugar de trabajo, su habitación, ubicada en el Centro de Acogida a Refugiados de Pozuelo de Alarcón. En la estancia ha habilitado una pequeña zona donde pasa las horas cosiendo a mano sus confecciones, echando a volar su imaginación mientras dibuja y disfruta de su pasión. "Cuando amas lo que haces vas a poner todos los medios. Es algo muy difícil de explicar, es algo que sale de mí", relata.
Un proyecto inacabado y sin nombre, donde la "renovación" y "el comienzo" ocupan un lugar destacado, así como la reformulación del concepto de las prendas unisex. "Creo que se han borrado mucho los parámetros entre la moda masculina y femenina. Además, me gusta combinar ropa que se considera masculina con prendas más femeninas y más abiertas".
Creaciones confeccionadas con telas de Inditex
La historia de Sonya es el perfecto ejemplo de superación y de lucha por seguir cumpliendo el sueño de su vida. En este proceso de reinvención, de una diseñadora que lo perdió todo, apuesta por una moda sostenible. Con el objetivo de no agotar los recursos finitos del planeta, la joven ha reutilizado materiales de diseños descatalogados de Inditex para darles una nueva vida.
"Conocí a unos amigos al llegar aquí, algunos trabajan en Inditex, y les conté mi situación. Ellos hicieron donaciones de ropa que ya no estaban a la venta". En consecuencia, ellos son los artífices del resurgir de la modista: "He tenido que transformar materiales de Inditex en algo nuevo".
"Los uniformes tienen que reflejar los orígenes de su región"
Su faceta de diseñadora no solo se rige en confeccionar diseños para el público, sino que va más allá. Monina quiere hacer una remodelación de los uniformes de los empleados del servicio público donde la comodidad, funcionalidad y moda van unidos de la mano. "Creo que el mundo ha avanzado mucho, ha habido un cambio a nivel tecnológico y seguimos utilizando la misma forma de vestir con prendas de tela".
En su amplio catálogo cuenta con atuendos para médicos, policías o bomberos. Un popurrí de bocetos en 3D para atender a las necesidades de las distintas profesiones. También tiene cabida los diseños para los héroes de su país, esas personas que están dando su vida por frenar a las tropas del Kremlin. "Estos uniformes tienen que reflejar los orígenes de su región, una nueva imagen y a la vez incluir novedades".
Una mujer que 365 días después, comienza una nueva vida alejada de los misiles y poniendo el foco en sus diseños. Esos que algún día volverán a lucir las modelos en las pasarelas.