Daniel Torres celebra sus 40 años en el cómic con 'Algunos maestros y toda la verdad'
- Un libro con doce láminas dedicadas a sus maestros y a los personajes más importantes de su carrera
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Daniel Torres (Valencia, 1958) es uno de los grandes del cómic y la ilustración española; uno de los máximos exponentes de la Nueva Escuela Valenciana y referente de la "línea clara". A el le debemos algunas obras maestras del cómic español como Roco Vargas, La casa o Picasso en la guerra civil. Ahora, con motivo de sus 40 años como dibujante e ilustrador, publica Algunos maestros y toda la verdad (Norma editorial). Un maravilloso libro de arte que coincide con los homenajes que le preparan en el Salón del Cómic de Valencia y el 41º Cómic Barcelona.
En este libro, Daniel Torres hace un repaso a su carrera en una serie de ilustraciones narrativas que también son una carta de amor al noveno arte. "En 2020, cuando estábamos en plena pandemia, se cumplían 40 años de la publicación de mi primer cómic profesional (Claudio Cueco) y pensé en hacerme un regalo, como cuando en las empresas de antes te regalaban un reloj. Y lo que hago en este cómic es dar una visión, personal, irónica, soñadora... de lo que ha sido mi trabajo de narrador gráfico en estos 40 años de profesión. Pero de una forma irónica y divertida, como siempre he hecho. No me iba a poner serio a estas alturas".
"Pero el libro también es una especie de confesión -añade Torres-. Porque cuando te pones a rememorar, a tirar del hilo de tu vida, al final cuentas más cosas de las que tenías previsto. Porque los testimonios tienen que ser sinceros para evitar caer en el onanismo. Por eso el título es 'toda la verdad'. Pero tampoco me interesaba un testimonio serio y riguroso, en blanco y negro y sin ninguna doblez. Por eso en el libro invito al lector a acompañarme durante estas cuatro décadas. Porque, como decía el poeta, lo importante no es el destino, sino el camino que te lleva hasta ese destino y cómo lo vives y disfrutas".
"Cuando estás trabajando no puedes pararte a contemplar lo que estás haciendo -añade el artista-. No lo puedes contemplar con distancia. Es como si hubieras plantado un bosque y vivieras dentro de él. Y en estos cuarenta años el bosque ha crecido, pero hasta que no sales de ese bosque y lo contemplas desde fuera, desde la distancia, no eres consciente de hasta cuanto ha crecido ese bosque. Así me he sentido al repasar mi obra".
"Pero sobre todo -como digo-, este libro es un regalo que me he hecho, en forma de 12 imágenes en las que me cuento a mí mismo cómo han sido estos cuarenta años de mi vida creativa. También he creado un logotipo para la ocasión, que podéis ver en la primera página del volumen".
Los maestros de Daniel Torres
La portada del libro se divide en dos mitades, en la superior vemos a Daniel Torres vestido de explorador y rodeado de sus grandes personajes (Roco Vargas, Tom el dinosaurio, Claudio Cueco...); y en la inferior vemos cómo se reflejan en la superficie del agua. Pero sus reflejos son grandes personajes de cómic como el Príncipe Valiente, Flash Gordon, el Hombre Enmascarado, Mandrake, Corto Maltés, The Spirit...
Esos son los maestros a los que se refiere el título y a los que Daniel Torres rinde homenaje con este libro: "Mis maestros son bastantes -nos confiesa-. Y a todos ellos les debo poco o mucho de lo que haya podido conseguir como dibujante. En el centro están los clásicos norteamericanos porque son los primeros a los que tuve acceso: El Flash Gordon de Alex Raymond y Dan Barry, el Little Nemo de Winsor McCay.. . a los que se suman otros que fuí descubriendo posteriormente, auqnue también muy joven, como Hugo Pratt y su Corto Maltés, el Mayor Fatal de Moebius...".
"Si te fijas -continúa-, verás la gran variedad de autores, de personajes y estilos de los que uno aprende. Además, me gustaría aclarar que cuando yo era joven no había escuelas en las que se pudiera estudiar narración gráfica, como afortunadamente pasa actualmente. Eso quiere decir que obligatoriamente éramos todos autodidactas. Eso tiene ventajas y desventajas, porque vas estudiando todo lo que cae en tus manos y decides si de ahí puedes aprender algo o no. Por eso este libro es un homenaje a esos maestros de los que aprendí prácticamente todo lo que sé de cómic e ilustración. No se puede ocultar de donde vienes. Y el lenguaje de Daniel torres viene de estos autores de los que aprendí y que posteriormente asimilé hasta crear mi estilo propio y personal".
Esta primera edición limitada viene acompañada de una preciosa lámina en la que Torres homenajea a uno de esos maestros: Harold Foster y El Príncipe Valiente. "Curiosamente, esa ilustración no tiene nada que ver con el libro, sino que, cuando acabé las 12 imágenes me puse a trabajar en un homenaje a 30 héroes de la historia del cómic y a sus creadores. Y uno de ellos era este Príncipe Valiente. Entonces se nos ocurrió la idea de ofrecer una especie de bonus en el libro, añadiendo esta lámina de Foster. En cuanto al resto de esos 30 retratos de autores no sé que haré con ellos. Si funciona este libro, quizá se podría lanzar una segunda parte con esas 30 imágenes".
"Lo fundamental es que una ilustración te atrape"
Estas bellas imágenes no son solo ilustraciones sino que Daniel Torres se las apaña para que cada una de ellas cuente una historia. "Paralelamente al cómic yo he tenido una larga carrera como ilustrador y he trabajado para países como Francia o Estados Unidos. Y cuando me dicen que si trabajo como ilustrador para completar los ingresos de los cómics, yo siempre explico que mis ilustraciones son narraciones. En todas cuento una historia. Porque, aunque la ilustración tenga un lenguaje específico, las mías son relatos, igual que puede serlo un cómic de 200 páginas".
"Por eso los originales de las ilustraciones del libro son tan grandes, como 60 o 70 centímetros, porque cuentan muchas cosas y están llenas de detalles -añade-. Lo fundamental es que una ilustración te atrape. Y eso es lo que intento, que puedas hacer una lectura rápida de la imagen pero que luego puedas volver a ella descubiendo segundas lecturas y apreciando todos los detalles".
En este libro cada ilustración viene acompañada del boceto original. "Yo no sabía si estas ilustraciones se iban a comercializar siquiera -confiesa Daniel-. Mi primera idea era hacer un portafolio, algo que proliferó hace años pero que actualmente ya no se hace. Y cuando pensamos en un libro, se nos ocurrió completarlo con los bocetos. Yo hago unos bocetos muy detallados, muy completos, y pienso que pueden servir para que los lectores y la gente que quiera dedicarse a esto vea el trabajo que requiere una ilustración y de donde salen las cosas. Porque la composición, los personajes... necesitan un trabajo previo al dibujo".
De Claudio Cueco a Picasso
Estas doce ilustraciones nos llevan desde su primer personaje, Claudio Cueco (1980) al último, Picasso en la guerra civil (2020). "Yo tuve la suerte de ser un autor muy prematuro -confiesa-. Hice un par de fanzines pero enseguida empecé a publicar profesionalmente. Por eso tengo muy poquitas cosas inéditas de mis comienzos. Y, precisamente, se podrán ver en Cómic Barcelona (31 de marzo-2 de abril), porque el año pasado me dieron el Gran Premio a toda una carrera y este año me dedican una de las exposiciones. Son cosas de cuando tenía 14 o 15 años".
Daniel Torres estudió arquitectura, lo que se refleja en su interes por los edificios en sus cómics (sobre todo en La casa). "De hecho, en una de las láminas reflejo esa duda que me surgió, en un momento clave, entre ser arquitecto o dibujante de cómics -confiesa-. Estudié arquitectura algún tiempo, pero al final me decanté por las Bellas Artes y el cómic. Pero, aunque no tengo una formación de arquitecto se me quedó el gusto por la arquitectura y lo he seguido manteniendo. Para mí, la arquitectura es un personaje más de mis historias e ilustraciones. Un personaje protagonista".
En cuanto a su evolución durante estos 40 años, Daniel Torres nos comenta: "Ser consciente de esa evolución es algo por lo que también he querido repasar mi carrera para este libro. Yo creo que mi evolución ha tenido una cierta coherencia, aunque no sé exactamente cuanta. Hay gente que me conoce mucho que dice que tienen la impresión de que hay una especie de hilo conductor, una especie de coherencia desde principio a fin. Obviamente yo no tenía ningún plan para acabar donde estoy. creo que lo importante es que he sido honesto con lo que he hecho y, sobre todo, he sido apasionado. Porque esta profesión, como otras muchas, si no te alimentas de pasión te falta la energía para continuar".
"Por eso yo siempre he buscado nuevas formas de narrar, de evitar caer en la repetición o en la fórmula -añade-. Y creo que si el lector se fija en la cantida dde libros que he publicado, verá que en estos cuarenta años no he dejado de buscar desafíos y cosas nuevas".
"No me importaría que otros autores continuarán con Roco Vargas"
Pero, en estos 40 años de profesión hay un personaje que casi siempre ha estado ahí, Roco Vargas, que nació en 1983. "De hecho, en cuanto termine las ilustraciones sobre autores de cómic, comenzaré a dibujar Las memorias de Roco Vargas -confiesa Daniel-. Contaré cómo nos conocimos Roco y yo y como es mi relación con él Ya llevo publicados nueve libros con sus aventuras, diez si contamos un libro de bocetos, y en ellos se puede ver tanto la evolución del personaje como la mía como narrador. Estamos muy unidos y al final Roco ha desarrollafo vida propia".
De hecho, a Daniel no le importaría que otros autores continuasen sus aventuras cuando él no esté: "Roco ya tiene vida propia. Hay creadores como Charles M. Schulz (Carlitos y Snoopy) o Hergé (Tintín), que no quieren que nadie juegue con sus personajes. Pero a mí me encantaría que siguiera sus aventuras cuando yo no esté. Mira el caso del Corto Maltés de Canales y Pellejero, es una maravilla y está versión nueva no quita a la antigua de Pratt, son perfectamente compatibles. yo pienso que cada vez que alguien abre un libro de Roco Vargas el personaje vuelve a vivir. para eso se hacen las creaciones, para que trasciendan a sus creadores".
En cuanto a si hay algún proyecto que no haya logrado acabar en estos 40 años, Daniel torres nos confiesa: "Todos los autores tenemos un cajón de proyectos soñados que no hemos llevado a cabo. Y yo sigo metiendo ideas en él casi todos los días. no sé si llegaré a hacer alguna. Ahora lo principal es acabar las memoiras de Roco vargas.
En la contraportada del libro, Daniel Torres se retrata a sí mismo como un monje de clausura. ""Me he dibujado como si fuera el beato de Liébana, que es donde me acabo de trasladar a vivir, al campo, en un valle en el que hay más animales que personas. Aunque no es la primera vez que me autorretrato como un monje; en El octavo día (1992) ya había un monje de la época medieval. La vida de un dibujante de cómics es un poco así. Pasas mucho tiempo solo y el trabajo te pide mucho tiempo y energía. Te sientes un poco como un monje de clausura" (ríe).