¿Tomamos demasiadas vitaminas? Siete de cada diez españoles consumen complementos alimenticios

• Somos el tercer país de la Unión Europea que más suplementos vitamínicos consume, solo por detrás de Italia y Holanda
• Algunos expertos aseguran que pueden provocar problemas de salud

"Una dieta sana y equilibrada debiera de ser suficiente para alcanzar todas las vitaminas"

El consumo de complementos alimenticios en España es algo habitual, siete de cada diez españoles consume vitaminas, según una reciente encuesta realizada en 14 países por la Food Supplements Europe (FSE) e Ipsos. Nuestro país se sitúa por encima de la media europea: el 72 % de los consumidores confía en la información que proporciona la industria de complementos alimenticios, una cifra que solo es superada por Italia (85 %) y Países Bajos (76 %) e igualada por Alemania.

Por otro lado, el texto revela que casi nueve de cada diez ciudadanos europeos han tomado un complemento alimenticio en algún momento de su vida y que el 93 % de ellos lo ha hecho en el último año.

Por su parte, algunos expertos aseguran que pueden provocar problemas de salud si no son recomendadas por un profesional o experto en la materia.

¿Qué es exactamente un complemento alimenticio?

AECOSAN, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, define a los complementos alimenticios como "los productos alimenticios cuyo fin sea complementar la dieta normal". Además, son consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico. Se comercializan en forma dosificada, es decir, cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras y otras formas similares, bolsitas de polvos, ampollas de líquido, botellas con cuentagotas y polvos que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias.

Aunque no viene literalmente en la definición, lo habitual es dar por supuesto que estos compuestos tienen un efecto favorable para la salud. A grandes rasgos, estos complementos nutracéuticos pueden estar elaborados con vitaminas y minerales, plantas, aminoácidos o aceites esenciales. Sin embargo, Esteban Jodar, jefe de endocrinología de la clínica Quirón en Madrid, asegura en 'La Hora de la 1' que está en contra de los suplementos, dice que pueden provocar problemas de salud: "En consulta sí se nota que hay un aumento de consumo de suplementos minerales (magnesio, colágeno...). También se prescribe mucho la mal llamada vitamina D."

"Pueden provocar problemas de salud"

Por otro lado, el informe confirma que la pandemia de la COVID ha dejado un aumento por la preocupación en la salud y el autocuidado. Esto se traduce en el aumento del consumo de los suplementos alimenticios, entre otras cosas.

Las fuentes de información principales que consultan los consumidores para tomar suplementos son, la recomendación de los profesionales de la medicina (40 %) y farmacéuticos (31 %): "En general tomamos muchos complementos, una dieta sana y equilibrada hace que no sea necesario tomar suplementos o vitaminas. Hay que quitar situaciones concretas, es el caso de personas vegetarianas estrictas, embarazadas, o personas con problemas graves en el sistema digestivo", afirma Esteban Jodar.

Las principales razones que las personas de la Unión Europea esgrimen para tomar complementos alimenticios, según el informe, son para mantener la salud general (52%), mantener el sistema inmunológico (45%), tener energía (29%), salud intestinal y digestiva (17%), salud de la piel, el cabello y las uñas (17%) y gozar de buena salud del corazón o presión arterial (14%).

El experto de la Quirón, insiste que con una buena alimentación debería ser suficiente para tener todos los nutrientes: "En general, una dieta sana y equilibrada debiera de ser suficiente para alcanzar todas las vitaminas, minerales y oligoelementos".

Para finalizar, el experto asegura que las vitaminas empiezan a ser peligrosas: "No hablamos de medicamentos, estos suplementos no están sujetos al escrutinio de la agencia española del medicamento. Aquí estamos en el terreno de los suplementos y vitaminas, son de prescripción libre, los pueden encontrar libremente en la farmacia, o un herbolario. Además, acaban tomándolos por un familiar o amigo, y siempre están sujetos a este potencial riesgo", concluye.