El Gobierno da el pistoletazo de salida a la eólica marina: solo podrá desarrollarse en 0,46% del espacio marítimo español
- Los parques se podrán desplegar en Galicia, Asturias, parte de la costa andaluza, Canarias, el Empordà y Menorca
- El plan aprobado ordena dónde podrá convivir con la protección de la biodiversidad, la defensa o la pesca
El Gobierno ha dado el pistoletazo de salida a la energía eólica Este martes, el Consejo de Ministros ha aprobado el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM), que establece dónde se puede desarrollar esta tecnología en las aguas territoriales españolas, dónde puede convivir con otras actividades como la pesca y dónde queda restringida al primar otros aspectos, como la protección ambiental o la defensa nacional.
El plan, reclamado por la industria eólica, llega después de cuatro años de trabajo, y es la primera vez que se ordena el espacio marino español, un área de un millón de km², del mismo modo que ocurre con la ordenación del territorio en tierra, según ha señalado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo.
"Se ordenan los distintos usos que pueden tener lugar, buscando las sinergias ahí donde es posible o introduciendo limitaciones donde existen zonas de interés prioritario que deben quedar reservadas a algún tipo de uso especial, como pueden ser las áreas que cuenten con algún tipo de protección ambiental, las que cuenten con una servidumbre vinculada a la defensa nacional o a la seguridad en el transporte marítimo", ha explicado Ribera.
Se concentran en el Cantábrico, Empordà, Menorca, Andalucía y Canarias
En concreto, los parques eólicos se podrán instalar en 19 polígonos que ocuparán casi 5.000 km2, lo que equivale al 0,46% del espacio marítimo español, según fuentes del Ministerio de Transición Ecológica. Se repartirán en cuatro demarcaciones marinas: Galicia y Asturias (demarcación nororiental), el Empordà en Cataluña y Menorca (demarcación levantina-balear), frente a la costa de Málaga, Granada y Almería (demarcación del Estrecho y Alborán) y en Canarias.
Queda excluida la demarcación sudadlántica, la zona del litoral atlántico de Cádiz y Huelva, reservada sobre todo a la defensa y a la protección a la biodiversidad, mientras que se limita mucho el despliegue en la zona levantina y del Estrecho, esta última por "corredores de cetáceos, defensa nacional y seguridad en el transporte marítimo". Se establece un "semáforo" según la cual las zonas protegidas limitan el desarrollo de la éolica marina: zonas rojas allí donde se prohíba y amarillas donde esté restringido.
En los polígonos de la zona noratlántica, la distancia mínima de instalación es 21 kilómetros, mientras que en Canarias es mucho menor. La más corta está en Lanzarte, con 1.850 metros, han explicado estas fuentes. El plan, que estará en vigor hasta 2027, cuando se volverá a revisar, prevé la instalación de entre uno y tres GW de potencia instalada de aquí a 2030, todavía lejos de los más de 28 GW de potencia eólica terrestre.
Serán, en todo caso, las comunidades autónomas las que autoricen los proyectos, con procesos iguales a los de parques eólicos en tierra, han añadido las fuentes de la cartera que dirige Teresa Ribera.
Hasta ahora, la energía eólica marina no se había desarrollado en España principalmente por el escaso tamaño de nuestra plataforma continental. A diferencia de lo que ocurre en el Mar del Norte, donde se concentra esta tecnología en Europa, en nuestro país el mar es muy profundo a pocos kilómetros de la cosa. Por ello, ha habido que esperar a que se desarrollaran las plataformas flotantes, que permiten sortear este obstáculo, a diferencia de la técnica de anclado en el suelo.
El sector eólico ha celebrado la aprobación del POEM, "la señal de salida" que esperaban para el despliegue de eólica flotante, según se lee en un comunicado de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). El plan también ha recibido duras críticas, en este caso por parte de los pescadores del Cantábrico, que consideran que la instalación de estos parques perjudicará su actividad. Se trata del "mayor ultraje del Gobierno contra la pesca de los últimos tiempos", ha criticado el presidente de la Federación Nacional de Cofradías Pesqueras (FNCP), Basilio Otero.