La actuación de las autoridades italianas, en el punto de mira: claves del naufragio en Calabria
- La tragedia, que tuvo lugar a apenas 150 metros de la costa italiana, se ha cobrado la vida de al menos 67 personas
- La embarcación fue avistada por la agencia de fronteras de la UE y la Guardia di Finanza envió dos patrulleras
Las autoridades italianas están en el punto de mira por su respuesta ante el naufragio de Calabria, que tuvo lugar a apenas 150 metros de la costa italiana, en el que han muerto al menos 67 inmigrantes. La embarcación, que trasladaba a cientos de personas, fue avistada por la agencia de fronteras de la UE y la Guardia di Finanza llegó a enviar dos patrulleras. Sin embargo, no se recurrió a tiempo a la Guardia Costera, más equipada para este tipo de tareas y la Fiscalía italiana está investigando la forma en que los servicios de emergencia respondieron a lo ocurrido.
A continuación, resumimos la información que se conoce sobre la tragedia, que se suma a otras ocurridas en el Mediterráneo central, una de las rutas migratorias más mortíferas del mundo.
El naufragio de una embarcación a escasos kilómetros de la costa
El 22 de febrero, la precaria embarcación de madera que trasladaba a entre 150 y 200 migrantes, zarpó de Esmirna, al Oeste de Turquía. A bordo había en su mayoría personas afganas, pero también pakistanís, sirios, iranís o somalís que pagaron unos 8.000 euros para realizar el peligroso viaje en el que se embarcaron, según la policía italiana de la Guardia di Finanza.
Tras cuatro días de navegación, la embarcación se aproximó a la costa italiana. De hecho, un avión operado por Frontex, la agencia de fronteras de la Unión Europea la avistó por primera vez a última hora del sábado, cuando estaba a unos 74 km de la costa de Calabria.
La Guardia di Finanza envió dos patrulleras que poco después regresaron a puerto a causa de las "difíciles" condiciones meteorológicas. Fue entonces cuando las autoridades movilizaron unidades de búsqueda a lo largo de la costa pero, para entonces, la embarcación ya había chocado contra las rocas y se había roto en pedazos.
El domingo, el ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, defendió que había sido "materialmente imposible" intervenir para salvar a los migrantes en el mar, ya que las propias vidas de los rescatadores corrían peligro. Esa mañana, los servicios de emergencia encontraron al menos 30 cadáveres arrastrados por la corriente hasta la orilla, y otros más en el agua.
Asimismo, la catástrofe sucedió días después de que el Ejecutivo de Meloni aprobara un decreto que reducía la capacidad de acción de las ONG dedicadas al salvamento marítimo y pone en tela de juicio la política migratoria italiana.
¿Por qué no intervino la guardia costera?
La cuestión, planteada por medios italianos y otras organizaciones, es que se recurriera a la Guardia di Finanza, policía fiscal y aduanera de Italia, encargada de investigar delitos financieros, y no a la Guardia Costera, mejor equipada para rescates con malas condiciones del mar. Por ahora, se desconoce por qué se tomó esta decisión o quién fue el responsable.
Por su parte, la Guardia Costera afirmó en un comunicado haber recibido un mensaje de Frontex la noche del naufragio, pero alegó no haber actuado al respecto al no contar con la información oportuna sobre el peligro que corría el barco en cuestión. Solo actuó tras recibir una llamada sobre las 4:30 de la mañana en la que se alertaba de la presencia de una embarcación en peligro cerca de la orilla.
El barco no emitió ninguna llamada de socorro, según la Guardia Costera, que señaló que la policía de Carabinieri, así como la Guardia di Finanza, fueron alertadas de la situación antes de que se produjera.
El comandante local de la Guardia Costera, Vittorio Aloi, ha asegurado este miércoles estar "seguro" de que habían seguido correctamente las normas de intervención, aunque admitió que las condiciones del mar no eran tan severas. Ha mencionado vientos de "fuerza 4", que se clasifican como "brisa moderada", y ha dicho que los buques de rescate podrían salir al mar incluso con condiciones de "fuerza 8".
La fiscalía italiana está investigando la forma en que los servicios de emergencia respondieron a la catástrofe y han solicitado a la Guardia di Finanza y a la Guardia Costera documentos sobre su actuación antes de que la embarcación se rompiera contra las rocas, según han informado los medios de comunicación italianos.
El fiscal reconoce un "sistema con lagunas" que condujo a la tragedia
Según declaraciones del fiscal Giuseppe Capoccia, que dirige las investigaciones sobre el naufragio, al diario La Repubblica, la falta de coordinación pudo haber contribuido al fatal desenlace y quizás podría haberse hecho más por salvar vidas.
"Estamos viendo un sistema con lagunas, en el que, probablemente de muy buena fe, cada uno hace lo suyo, pero que al final da lugar a una situación de 'tú vas, tú no vas' que puede conducir a situaciones trágicas como ésta", declaró el martes. "Reconstruiremos todo pero me enoja, como padre de familia, como ciudadano, pensar que tal vez algo podría hacer para salvar a esas personas".
Capoccia confirmó que no se declaró formalmente ningún acto de "búsqueda y rescate" en respuesta al avistamiento de la embarcación, y dijo que la primera llamada de auxilio desde el barco se produjo hacia las 4 de la madrugada, probablemente justo antes del naufragio.
La tragedia no es la única que ha tenido lugar en el Mediterráneo recientemente. Solo el año pasado murieron o desaparecieron 2.400 personas en este mar, y en los últimos ocho años son casi 26.000 los muertos o desaparecidos, según la Organización Internacional de las Migraciones.
La ruta del Mediterráneo Central, que conecta el Norte de África con Italia y Malta, concentra el 80% de estas muertes y desapariciones: 17.000 desde 2014 y 1.400 el año pasado.