Circuncisión, ¿se están subestimando sus riesgos?
- En África se circuncida a millones de niños como prevención frente al SIDA siguiendo las recomendaciones de la OMS
- Los críticos afirman que ha habido demasiadas presiones culturales, religiosas e incluso clínicas que justifican la circuncisión
- Ya puedes ver el preestreno de 'Circuncisión, sí o no' en RTVE Play
Desde hace siglos, la circuncisión se ha venido practicando por motivos culturales, religiosos y médicos. De hecho, la extirpación del prepucio es la intervención más frecuente entre los niños y los varones.
Sin embargo, actualmente cada vez más especialistas clínicos aseguran que los daños que puede ocasionar la circuncisión superan a los beneficios.
Circuncisión, una práctica milenaria
La extirpación del prepucio es una práctica que se remonta a más de 5.000 años. Las primeras representaciones aparecen en alguna tumba del antiguo Egipto. Desde siempre, fue un ritual adoptado por las diferentes religiones.
Durante el siglo XVIII, la circuncisión se practicaba para luchar contra la masturbación, considerada pecado y el origen de enfermedades físicas y psíquicas. En el XIX, los médicos recomendaban la circuncisión por razones de higiene y, hacia finales del siglo pasado, la práctica en Europa comenzó a declinar. Sin embargo, los motivos médicos han seguido siendo determinantes a la hora de practicar las circuncisiones en los últimos años.
Las primeras voces críticas
A Florian le extirparon el prepucio por una fimosis. Tenía 5 años. Este joven alemán, que ha cumplido ahora 22, fue descubriendo durante la pubertad los perjuicios que esa intervención le ha provocado.
“En realidad, se realizan más circuncisiones de las indicadas médicamente“
En especial, porque según afirma, el urólogo no contempló ninguna otra solución. "Yo nunca tuve dolor e inflamación, por lo que la operación no era necesaria", explica Florian. "En realidad, se realizan más circuncisiones de las indicadas médicamente", sostiene el cirujano pediátrico del hospital infantil de Cnopfsche en Núremberg, Maximiliam Stehr.
“De acuerdo con las directrices actuales, no se debería operar a más del 1% de los niños“
Él es uno del cada vez mayor grupo de críticos con la circuncisión clínica. De hecho, asegura que, "de acuerdo con las directrices actuales, no se debería operar a más del 1% de los niños". Pero, en Alemania los expertos señalan que aproximadamente medio millón son circuncidados sin necesidadad.
Unidas en la lucha para que el número de intervenciones de este tipo disminuya se encuentran las asociaciones de afectados. "Algunos sufren consecuencias tan graves que no se pueden ignorar", manifiesta Victor Shiering, un joven que fue circuncidado de pequeño y que hoy trabaja para poner fin a las extirpaciones del prepucio innecesarias.
“No quiero que se opere a niños sin motivo y que se les quite una parte de su cuerpo, una parte de sus posibilidades de sentir“
"No quiero que se opere a niños sin motivo y que se les quite una parte de su cuerpo, una parte de sus posibilidades de sentir", explica el presidente de la asociación Mogis E.V., cuyos miembros han salido a las calles para poner voz a este problema que afecta a más hombres de lo que se cree.
Junto a ellos, en la protesta, también participan fieles de las comunidades judía y musulmana. La parte más abierta de estas religiones "entiende que la circuncisión se trata, tan solo, de una tradición que se ha vuelto obligatoria", afirma la abogada e imán, Seyran Atés. Los más tradicionales se oponen radicalmente a esta nueva forma de pensar.
Las circuncisiones preventivas
Las voces críticas empiezan a escucharse en Europa. Aunque la tasa de circuncisiones oscila entre el 2% y el 20%, los expertos inciden en que es una cifra considerablemente superior a la aceptable. Pero nada comparable con la que arroja Estados Unidos, donde este tipo de intervención asciende hasta el 71% y se prescribe apelando a la prevención de diferentes tipos de cánceres y de enfermedades de transmisión sexual.
Bajo la premisa preventiva y recomendada por la OMS, en África se practican extirpaciones de prepucio a millones de niños. La máxima institución sanitaria del planeta implantó aquí una campaña de circuncisiones dentro del programa conjunto de la ONU contra el SIDA. Se basan en tres estudios que demuestran que esta intervención reduce el riesgo de infección de VIH en un 60%. Pero estos trabajos son muy controvertidos.
“Ofrece una protección de 0’0, absolutamente nada“
Así lo entiende Michel Garenne, demógrafo sanitario en el prestigioso Instituto Pasteur, donde lleva décadas estudiando las enfermedades infecciosas en África. "Desde el punto de vista científico, creo que es absolutamente inaceptable presentar la circuncisión como un medio que aumenta la protección. Ofrece una protección de 0’0, absolutamente nada", asegura Garenne.
Pero las intervenciones siguen su curso incluso ahora entre los recién nacidos. En solo dos años, el 60% de los niños menores de 14 años en Kenia ya han sido circuncidados, según las estadísticas.
“No es ético, no es bueno y no debería hacerse“
"Es inaceptable que un niño pase por esta intervención si no es necesaria desde el punto de vista médico", apunta la médico y cooperante Jutta Reisinger. "No es ético, no es bueno y no debería hacerse", denuncia otro de los detractores de esta práctica en África, el educador y filósofo Atieno K’Odhambo.
Como todos los que se oponen, afirma que la circuncisión no es inocua, no es reversible y marca para toda la vida. Incluso algunos van más allá y señalan que infringe el derecho a la integridad física y a la capacidad de decisión del niño.