Supervivientes sin hogar y víctimas bajo los escombros: la realidad de millones de personas en Turquía y Siria
- ACNUR y MSF advierten de que la crisis humanitaria no va a ser corta un mes después de los seísmos
- La catástrofe puede tener repercusiones políticas para Erdogan
- Cómo ayudar a los afectados del terremoto en Turquía y Siria
Hace un mes la tierra tembló en Turquía y en Siria. Al primer seísmo, de magnitud 7,8, le sucedieron numerosas réplicas y otro temblor, de 7,5, ya a mediodía, cuando los equipos de rescate se afanaban en sacar a la gente de los edificios. Ha sido el peor terremoto en la región en un siglo.
La cifra de muertos, sin ser definitiva, asciende a 51.000, (45,089 en Turquía, el resto en Siria), sin contar los miles de desaparecidos. Millones de personas han perdido sus casas y los damnificados afrontan una reconstrucción que será larga. Hasta entonces la ayuda internacional, sobre todo para Siria, será imprescindible.
Víctimas bajo los escombros y supervivientes sin hogar en Turquía
Los terremotos, con epicentro en el suroeste de Turquía, golpearon 10 regiones del país en una franja de 500 kilómetros de longitud. El primer temblor, a las 4:17 de la madrugada del día 6, cogió a sus víctimas desprevenidas, durmiendo en plena noche, en medio de una ola de frío y temperaturas bajo cero.
Posteriormente se han producido hasta 11.000 réplicas, al menos 45 de ellas con magnitudes superiores a 5 y 6, según la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias turca (Afad). El día 21, otros dos temblores con epicentro en Antioquía mataban a seis personas y causaban el pánico. El lunes 27 de febrero, otro seísmo provocó dos muertos e hirió a 140 personas.
Se trata, según Afad, de una actividad sísmica "extraordinaria".
En la península de Anatolia, y más concretamente en el suroeste, coinciden tres placas tectónicas: asiática, europea y africana.
Además de los más de 45.000 muertos, en Turquía se contabilizan 108.000 heridos. Contra todos los pronósticos, 13 días después se encontraba a los últimos supervivientes, cuando ya las autoridades habían autorizado la entrada de maquinaria pesada para asolar las montañas de escombros.
Más de 160.000 edificios se han derrumbado o han quedado seriamente dañados y al menos 1,5 millones de personas se han quedado sin hogar. Otros no quieren regresar a sus viviendas por miedo a las réplicas. Afad informa de que se han montado 300.809 tiendas en 332 campamentos, además de 162 emplazamientos de contenedores.
Miles de familias viven en estos alojamientos precarios, o alojadas en polideportivos, hoteles o residencias de estudiantes, y hasta en trenes. "Nunca imaginamos que viviríamos así", declaraba a Reuters Sabriye, que comparte una cabina de tren en Iskenderun junto a su hija, Nehir, de 13.
Los terremotos han causado daños físicos directos por valor de 32,14 mil millones de euros, el equivalente al 4 % del PIB turco en 2021, según el Banco Mundial. La institución ha prometido 1,67 mil millones de ayuda inicial al país.
El plan inicial del gobierno turco es reconstruir 200.000 apartamentos y 70.000 casas, pero primero tendrá que retirar entre 116 y 210 millones de toneladas de escombros.
El diario especializado en información económica turco Ekonomim evaluaba el costo de la reconstrucción de viviendas e infraestructura en los 42.000 millones de euros.
ACNUR avisa de que la crisis "no va a ser corta"
En Turquía, de los 23 millones de personas que se creen que se han visto afectadas, 1,74 millones eran refugiadas, en su mayoría sirias. En algunas provincias, como Kilis, una de cada dos personas era refugiada.
"Muchos se marcharon por la guerra, tuvieron que rehacer su vida aquí, que era difícil, pero lo han hecho en los últimos 10 o 12 años, y ahora lo han perdido todo. Para muchos será un segundo desplazamiento", explica a RTVE.es Selin Unal, portavoz de ACNUR en Turquía.
En caso de desastres naturales, ACNUR, como parte del paraguas de la ONU, presta ayuda a todos los afectados por igual. "No hay diferencia entre los refugiados y los ciudadanos turcos, viven, se ven afectados y responden de la misma manera", subraya Selin.
Y sus necesidades son básicas: comida, material de higiene, ropa limpia, tiendas, contenedores... Y ayuda psicológica.
La ONU ha pedido 0,94 millones de euros para asistir a 5,2 millones de personas durante un periodo de tres meses, pero es solo una petición inicial, que se ampliará teniendo en cuenta las necesidades. "No va a ser un periodo corto", vaticina Unal.
Doble tragedia en Siria
En el noroeste de Siria, el seísmo ha afectado a varias regiones, entre ellas Idlib y Alepo, donde aún combaten el gobierno de Bachar al Asad y grupos armados opositores.
En el territorio rebelde ha habido al menos 4.000 muertos, según los Cascos Blancos, una ONG de defensa civil que rescata a los heridos en los bombardeos, y que ahora se ha encargado de buscar a supervivientes del seismo.
Antes de los terremotos, en el noroeste de Siria, ya había cuatro millones de personas que recibían ayuda, y 2,8 millones de desplazados. Era una "crisis múltiple" a la que se añadió el seísmo explica a RTVE.es desde Líbano Mario Fawaz, responsable de de comunicación de Médicos Sin Fronteras (MSF) para Siria.
Según cifras de ACNUR, unos 5,3 millones de personas necesitan algún tipo de ayuda de alojamiento, La situación se complica además por un brote de cólera que corre el riesgo de extenderse por falta de agua.
La ayuda llega desde la vecina Turquía y, aunque los convoyes se retrasaron varios días por el estado de las carreteras, ahora llegan con asiduidad, según Fawaz.
MSF ha extendido sus operaciones con cuatro clínicas móviles y además reparte mantas, calentadores, tiendas o agua, además de prestar atención psicológica.
“Las necesidades son muchas, y la crisis está lejos de termina“
"Las necesidades ya eran altas antes del terremoto, el sistema de agua no funcionaba", explica el portavoz de MSF. "Muchos hospitales estaban por debajo de su capacidad. Según la OMS, 55 centros sanitarios estaban dañados por la guerra. Las necesidades son muchas, y la crisis está lejos de terminar".
Las repercusiones políticas: daño para Erdogan, diplomacia para Asad
La tragedia humana está en el centro, pero los terremotos han tenido también repercusiones políticas.
Las protestas y las críticas políticas por el retraso de la ayuda en Turquía persiguen aún al presidente, Recep Tayyip Erdogan, y han llegado incluso a los partidos de fútbol.
Para frenarlas, las autoridades han detenido a decenas de contratistas por no cumplir las normas de seguridad en la construcción, han prometido ayudas directas y el mismo Erdogan ha pedido perdón por la gestión del desastre en la región de Adiyaman, considerada un feudo de su partido, el AKP. Todo con la vista puesta en las elecciones parlamentarias y presidenciales, que tendrán lugar el 14 de mayo.
Umut Özkirimli, investigador asociado del CIDOB y profesor del IBEI y de Blanquerna - Universitat Ramon Llull, asegura que el terremoto ha cambiado profundamente el panorama político turco.
"En 2013, con las protestas de Gezi, hubo una reacción popular, pero ahora es mucho más", afirma. "Nunca he visto a Turquía así, nunca he visto a la gente tan enfadada". "Muchos han perdido casi todo, y no tienen miedo a que les golpee la policía", añade.
Las encuestas muestran que el bloque opositor (donde la primera fuerza es el CHP, pero que aún no ha elegido candidato) tiene opciones de ganar.
“No aceptar los resultados será extremadamente costoso para Erdogan“
"Erdogan parece nervioso, ha actuado de manera errática, insultando a la gente", explica Özkirimli. Aunque el analista no cree que las elecciones vayan a ser totalmente limpias, señala que "todos los signos apuntan a que Erdogan no va a ganar". "No aceptar los resultados será extremadamente costoso para él", advierte.
En Siria, el efecto para Asad ha sido diferente. El gobierno sirio ha recibido ayuda de sus aliados, Rusia e Irán, pero también de Irak, Jordania o Emiratos Árabes Unidos, y ha multiplicado los contactos con otros países árabes, incluyendo una visita a Omán el 20 de febrero. Queda por ver si podrá romper el hielo con Arabia Saudí, que también ha enviado ayuda.
"No sabemos mucho de Siria por el bloqueo, solo sabemos que ha habido diplomacia" subraya el analista del CIDOB. "El terremoto no va a suponer un cambio en la política interna siria. Regionalmente, es pronto para saber si va a tener un impacto".
Al menos, el terremoto ha flexibilizado la entrada de ayuda. La UE ha flexibilizado temporalmente las sanciones contra el régimen de Asad, y EE.UU. permitirá durante 180 días todas las transacciones a Siria relacionadas con la respuesta humanitaria a los terremotos.