China asegura que su relación con Rusia no amenaza a otros países y niega haberle vendido armas
- "La multipolarización de las relaciones internacionales avanza gracias a esta asociación", asegura el ministro chino de Exteriores
- Pekín se aferra a una postura ambigua sobre la invasión rusa en Ucrania
El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, ha asegurado este martes que las estrechas relaciones entre Pekín y Moscú "no amenazan a ningún país" y que de hecho "hacen avanzar la multipolarización del mundo".
"Las relaciones entre China y Rusia se basan en una confianza estratégica mutua y la buena vecindad. Hay quien ve en esta relación ecos de la guerra fría, pero esta relación no amenaza a ningún otro país", ha indicado Qin en su primera rueda de prensa pública en el marco de la sesión anual del Legislativo chino (Asamblea Nacional Popular).
Según el ministro, "la multipolarización de las relaciones internacionales avanza gracias a esta asociación". La de este martes es también la primera comparecencia de Qin desde que accedió al cargo en diciembre del año pasado en sustitución de Wang Yi, que fue nombrado Director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino.
En la rueda de prensa, en la que las preguntas estaban pactadas de ante mano y a la que corresponsales destacados en el país asiático no tuvieron acceso, Qin ha repasado las líneas maestras de su cartera.
"Las grandes potencias deben facilitar negociaciones de paz"
Qin ha destacado que la iniciativa de seguridad global del país apuesta por ese multilateralismo que se opone a la "confrontación" de bloques: "El mundo está marcado por las turbulencias, y la diplomacia china surca oleajes tormentosos. Pero no cesaremos en nuestro empeño".
La "Iniciativa de Seguridad Global" es un proyecto anunciado por Xi en abril de 2022 y que se opone al uso de sanciones en el escenario internacional.
El documento señala que "las grandes potencias deben facilitar negociaciones de paz" y "mediar teniendo en cuenta las necesidades de los países involucrados", e insta a las naciones a poner en práctica un "multilateralismo auténtico" y a que rechacen la "mentalidad de guerra fría", el "unilateralismo", la "confrontación entre bloques" y la "hegemonía".
La iniciativa "espera contar con la participación de todos los actores para que la enriquezcan", y China está lista para "trabajar con todos los países que desean la paz para enfrentarse a todo tipo de desafíos en materia de seguridad".
Niega haber vendido armas a Rusia
El ministro chino de Exteriores, Qin Gang, ha negado que su país haya vendido armas a Rusia y ha defendido que China ha hecho "un juicio independiente" y "apostado por la paz" en Ucrania.
"¿Qué ha hecho China para ser amenazada o presionada con respecto a esta crisis? No estamos involucrados directamente ni hemos proporcionado armas. Hemos publicado un documento con propuestas para la paz.", ha indicado Qin en su primera rueda de prensa pública en los márgenes de la sesión anual del Legislativo chino (Asamblea Nacional Popular).
En febrero pasado, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo tener pruebas de que China contempla enviar armas a Rusia para su guerra contra Ucrania, un extremo que Pekín ha negado reiteradamente desde entonces.
Qin ha agregado que “hay una mano invisible que está provocando la crisis en Ucrania”, en velada referencia a Estados Unidos, y que “es un momento crítico”. “Hay quien apuesta por la paz, y hay quien echa leña al fuego. Nosotros estamos en el lado de la negociación, de la desescalada, de la paz".
China, que ha tratado de mantener la equidistancia con respecto a la guerra en Ucrania, fue uno de los países que se abstuvo a la hora de votar una resolución de condena a la invasión rusa en la Asamblea de la ONU.
Pekín se aferra a una postura ambigua sobre la invasión rusa al pedir respeto para "la integridad territorial de todos los países", incluida Ucrania, y, al mismo tiempo, atención para las "legítimas preocupaciones de todos los países", en referencia a Rusia.
El Gobierno chino emitió recientemente una declaración sobre lo que denomina "conflicto" en el que defiende el respeto a la soberanía de todos los países, el abandono de la "mentalidad de guerra fría" y un alto el fuego, así como una llamada a la "moderación" para "evitar que la situación se descontrole" y derive en un conflicto nuclear, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano "al agresor y al agredido".