Hagar, el vikingo más divertido regresa por su 50 cumpleaños
- Su publicación coincide con el fallecimiento de su dibujante de las últimas décadas, Chris Browne
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En España siempre conocimos a este vikingo grande y fuerte, pero con el corazón de un niño, como Olafo el vikingo, pero ahora recupera su nombre original, Hagar el horrible, en una nueva edición de sus aventuras por parte de Dolmen editorial, que está realizando una impagable labor de recuperación de clásicos. Acaba de publicar el primer volumen de este inolvidable personaje creado por de Dik Browne: Hagar el horrible 1973-1974, que recopila las tiras de esos años.
Una edición que no podía llegar en mejor momento por dos razones fundamentales: la primera que acaban de cumplirse 50 años de su primera publicación (en 190 periódicos norteamericanos), el 4 de febrero de 1973. Y la segunda porque el pasado 5 de febrero, solo un día después de ese 50 aniversario, fallecía Chris Browne, el hijo del creador del personaje que se había ocupado de la tira (junto a su hermano Chance) durante los últimos 25 años, desde 1988 (su padre se jubiló ese año y falleció el siguiente) hasta este 2023.
50 años después, la tira sigue publicándose en miles de periódicos todos los días. Y es que Hagar ha llegado más lejos que ninguno de los vikingos de su época, ya que se ha publicado en 45 países y se ha traducido a 13 lenguas. Además de haber conseguido importantes premios como Elzie Segar de la National Cartoonists' Society (1973) por ser una contribución única y sobresaliente al campo de las tiras cómicas. O el galardón a la mejor tira cómica del año en 1977, 1984 y 1986.
Hemos de aclarar que en España su publicación siempre ha sido un poco caótica, apareciendo en revistas de todo tipo y algún recopilatorio inencontrable. Por lo que tener una edición cronológica de la serie es algo con lo que hasta ahora solo podíamos soñar y que tenemos que agradecer a Dolmen.
El terror del siglo IX (menos en su casa)
Hagar es una divertidísima parodia de los vikingos, pero, sobre todo, es una visión humorística de los últimos 50 años centrada en la familia. Y es que, entre saqueos a Inglaterra o Francia, Hagar vuelve a casa para descubrir que es un gatito en manos de su esposa y que tiene dos hijos que pasan completamente de lo que él había planeado para ellos.
Y es que una de las cosas más interesantes de la tira es que se muestran los cambios sociales de estos últimos cincuenta años, empezando por esas relaciones familiares.
Cuando Dik Browne creó la tira se basó para los personajes en amigos y familiares. Incluso el nombre de Hagar proviene de un apodo con el que le conocían sus amigos. Y no esperéis demasiada fidelidad histórica en sus aventuras, ya que el humor siempre es lo más importante. Empezando porque los vikingos no tenían cuernos en los cascos.
Hagar es un guerrero nato, feo, fuerte e informal que se pasa el día saqueando o de juerga con sus amigotes. Y aunque va de salvaje, tiene su corazoncito, que lo convierte en un niño grande. Eso que hace que todo el mundo se le suba a las barbas.
Empezando por Helga, su mujer, una vikinga con un fuerte carácter, que es capaz de obligar a Hagar a retrasar sus incursiones vikingas hasta que limpie la casa. Testaruda y quejumbrosa, se cree que su marido se dedica a la importación y cada vez que se va a saquear le encarga que le traiga objetos de Londres o de París.
Los hijos de la pareja son, Honi, una joven valkiria siempre vestida con una armadura, que quiere guerrear con los hombres, pero que, a la vez, está obsesionada con encontrar un novio que no se asuste de su aspecto guerrero. Honi está enamorada de Lute, un trovador sin futuro que siempre está reuniendo dinero para cualquier cosa menos para casarse con ella.
Y Hamlet (un homenaje a Shakespeare), un niño sensible y culto, que se corta el pelo y se preocupa por su aspecto (Hagar solo se baña cuando lo engañan). Además de leer libros y tener la peregrina idea de que la Tierra es… ¡redonda!
Entre los secundarios no podíamos olvidar al torpe Fortunato, la mano derecha (¿o es izquierda?) de Hagar, sobre el que suele descargar todas sus frustraciones. Ni a Snert, el perro de Hagar que es igual que su dueño, perezoso y desgarbado. Ambos comparten su amor por la cerveza y por dormir todo el día. Es el único animal de la tira cuyos pensamientos podemos leer.
Joe Biden tiene una tira de Hagar en la Casa Blanca
Cincuenta años después de su nacimiento, Hagar se sigue publicando y ha llegado hasta la Casa Blanca, ya que Joe Biden tiene en su despacho, junto a sus fotos familiares, una tira enmarcada del personaje. En ella se ve a Hagar gritando al cielo: “¿Por qué yo?” A lo que Dios responde: “¿Por qué no?”
En 2015, Biden le dijo a un periodista de CNN, Piers Morgan, que su padre se lo había dado poco después de que su primera esposa Neilia y su pequeña hija Naomi murieran en un accidente automovilístico. “Él podía sentir que estaba empezando a perder la fe por primera vez en mi vida. Pero él no iba a dejar que eso me pasara a mí. Entonces, me regalo esa tira. Cuando estábamos deprimidos por algo, mi padre siempre nos decía: "¿Dónde está escrito que el mundo te debe la vida, amigo? Levántate". Esta caricatura era su forma de decir que no hay forma de racionalizar lo que ha ocurrido. Le puede pasar a cualquiera, en cualquier momento”.
Lo que está claro es que Hagar es una de las mejores tiras de prensa de la historia, así que os recomendamos encarecidamente su lectura. Os arrancará más de una sonrisa y siempre os animará el día. Palabra de vikingo.