EE.UU. acusa a la Policía de Louisville de violar derechos civiles tras la investigación por la muerte de Breonna Taylor
- Revela que los agentes discriminan sistemáticamente a personas negras y a otros colectivos vulnerables
- Taylor murió a los 26 años en su casa por disparos de la policía en 2020
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha acusado este miércoles a la Policía local de Louisville, en Kentucky, de violar derechos civiles tras concluir una investigación de dos años motivada por la muerte de la afroamericana Breonna Taylor por disparos de la policía en 2020.
Según la investigación, la policía de esta localidad, la más grande de Kentucky, discrimina sistemáticamente a las personas negras, hace un uso excesivo de la fuerza y lleva a cabo registros ilegales.
Las conclusiones llegan casi dos años después de que el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, iniciara una investigación sobre derechos civiles en el departamento de policía de Louisville, cuyos agentes mataron a tiros a Taylor tras ejecutar una orden de registro "sin llamada" en su vivienda.
Una conducta "inaceptable" y "desgarradora"
Los hallazgos han sido revelados por Garland en una rueda de prensa en la que ha calificado la conducta de los agentes como "desgarradora". "Esta conducta es inaceptable. Es desgarradora. Erosiona la confianza de la comunidad necesaria para una actuación policial eficaz", ha dicho el fiscal. "Y es una afrenta a la gente de Louisville, que se merece algo mejor".
La investigación, que ha revelado un amplio patrón de conducta indebida por parte de la Policía, concluye que los agentes "utilizan una fuerza excesiva, incluidas sujeciones de cuello injustificadas y el uso sin razón de perros policiales y armas táser". Según el documento, usaban peligrosos collarines y permitían que los perros siguieran mordiendo una vez que la persona se rendía.
Además, ha acusado a las fuerzas de seguridad de ejecutar órdenes de registro "sin llamada" y de discriminar a los ciudadanos afroamericanos o y a otros colectivos vulnerables como personas con enfermedades mentales. Según el Departamento de Justicia, algunos agentes se grabaron insultando a personas con discapacidad y calificando a los negros de "monos".
La policía citaba a personas por infracciones menores, como giros demasiado amplios de conductores o luces traseras rotas, mientras que delitos graves, como agresiones sexuales y homicidios, quedaban sin resolver, según la investigación, que añadía que las infracciones menores se utilizaban como pretexto para investigar actividades delictivas no relacionadas.
Breonna Taylor murió en 2020 en su casa, durante una redada policial antidroga. La orden de registro "sin llamada", prohibida en la ciudad tras el suceso, permitió a los agentes entrar en el apartamento sin identificarse.
Los asesinatos que condujeron al 'Black Lives Matter'
El asesinato de Taylor, junto con otros asesinatos en 2020 de George Floyd en Minneapolis y Ahmaud Arbery en Georgia, entre otros, desató la indignación y las protestas del movimiento 'Black Lives Matter', que alcanzaron su punto álgido de intensidad ese verano.
Las muertes de Taylor y Floyd llevaron al Departamento de Justicia a abrir en 2021 investigaciones sobre los derechos civiles en los departamentos de policía de Louisville y Minneapolis para determinar si incurrían en abusos sistémicos. Los resultados de la revisión de Minneapolis aún no se han hecho públicos.
Bajo el liderazgo de Garland, el Departamento de Justicia ha tratado de relanzar su programa de aplicación de los derechos civiles, un área que los defensores de los derechos civiles dicen que fue dejada en ruinas por la administración del expresidente Trump.
El informe de la investigación del Departamento de Justicia ha recomendado a la policía de Louisville 36 medidas, entre ellas la renovación de las políticas sobre órdenes de registro, una nueva formación sobre el uso de la fuerza para los agentes, la obligación de activar las cámaras corporales, la documentación de todas las identificaciones policiales y la mejora de la supervisión civil.
En agosto, los fiscales federales presentaron cargos contra cuatro policías actuales y anteriores de Louisville por su participación en la fallida redada en casa de Taylor. Una de ellos, la ex detective de Louisville Kelly Goodlett, se declaró culpable de haber ayudado a falsificar la orden de registro que condujo a la muerte de Taylor.