Mujeres en altos cargos: "Las empresas tienen una enorme responsabilidad en la promoción laboral femenina"
- Por primera vez la presencia de mujeres en los consejos de administración supera el 30%, que siguen siendo muy masculinos
- Sigue en directo las manifestaciones por el Día de la Mujer
En la semana del 8M, hemos hablado con tres mujeres: una como directora de recursos humanos en una empresa de 10.000 empleados, otra como consejera delegada de una empresa cotizada y otra como presidenta en Europa de una multinacional. Las tres insisten en que se ha avanzado, pero que queda mucho por hacer, también desde las empresas, por la igualdad. Por ejemplo, promoviendo medidas para fomentar la corresponsabilidad en los cuidados.
Menos del 30% de las empresas cotizadas alcanzan el 40%
Patricia Ayuela se estrenó en 2022 como Consejera Delegada de Línea Directa, una compañía española que tiene 2.500 empleados. Es la única que cotiza en bolsa y una de las pocas cuyo sillón principal está ocupada por una mujer que, además, es madre de tres hijos. Como ella, otras 38 mujeres ascendieron hasta los puestos más altos de sus compañías, donde se toman las decisiones más importantes.
Ayuela cree que las empresas tienen “una enorme responsabilidad en la promoción laboral de las mujeres, con la promoción de medidas de conciliación y apoyo para que en determinados momentos de su vida personal no se desenganchen de su trabajo, y si lo hacen, que puedan volver gracias a la formación”.
Por primera vez la presencia de mujeres en los consejos de administración supera el 30%, pero siguen siendo muy masculinos. La CNMV recomienda que alcance el 40%, algo que, de momento, no se cumple ni en las que cotizan en el mercado continuo ni en las del Ibex35. Alcanzan esa cifra solo una de cada cuatro cotizadas, y solo 6 empresas del Ibex35, según el último informe del Iese y Atrevia.
"Solo hay un 21% de mujeres en los comités de dirección del IBEX35"
Las que están arriba son muy conscientes de que a las mujeres les cuesta romper los techos de cristal y por eso, promover la igualdad se ha convertido en un objetivo vital para Marieta Jiménez, presidenta de Merck Europa y miembro del Consejo de Administración de Mapfre, en ambos cargos hace menos de un año. Allanar el camino para que las siguientes generaciones de mujeres rompan los techos y despeguen del suelo. Ahora, dice, "es momento de acelerar".
Farmacéutica de profesión, entiende que no hay una fórmula magistral para reducir la brecha y que todos, desde las propias mujeres, las empresas hasta los poderes públicos, han de poner su parte.
Cree firmemente en que una parte de la responsabilidad tiene que ser de las mujeres, que tienen que creer en sí mismas, asumir que quieren de verdad desarrollar su propio potencial. “Otra parte -explica- reside en la búsqueda de mentores y líderes que las ayuden y otra parte consiste en que levanten la mano y digan que es su momento”.
Para erradicar la brecha de género, lo primero, matiza, es poner datos sobre la mesa, generar ese conocimiento y ese debate. Por eso, en 2018 promovió la creación de un clúster formado por 12 grandes compañías que cada año elaboran el índice CLOSINGAP.
Según este índice, que monitoriza la brecha en cinco apartados (educación, empleo, conciliación, salud y digitalización) España obtiene 64,7 puntos de 100 en igualdad. Es más que el año pasado, pero aún nos quedarían 35,3 puntos para alcanzar el objetivo, y esto nos llevaría unos 33 años. Esa brecha se traduce en una pérdida económica que cifran en 17 puntos de PIB.
“Si realmente tuviéramos esa paridad -sostiene- tendríamos unos 212.000 millones de euros más en nuestra economía”.
Corresponsabilidad en los cuidados, clave en la futura paridad
Desde la dirección de recursos humanos de Ikea, con 10.000 empleados en España, y un 50% de los puestos directivos ocupados por mujeres, Virginia Garrido explica que una de las claves es la corresponsabilidad en los cuidados.
“Tenemos que dar muchos pasos para acabar con los estereotipos. Asocian a las mujeres con esos roles de cuidadoras, que no pueden ser un freno para que se puedan desarrollar en otros ámbitos como el laboral”, sostiene.
“Al final –explica- los números hablan: siguen siendo las mujeres las que usan más los permisos retribuidos, las excedencias, las que reclaman más días de teletrabajo.”
Las tres coinciden en que para llegar hasta ahí hay que renunciar a tiempo personal, pero no por ser mujer, sino por asumir más responsabilidades.