'Nadie como tú', un cómic "incómodo" que explora la dualidad femenina
- La chilena Catalina Bu explora esos "lados oscuros" que nos hacen llorar pese a que todo vaya bien
- Más noticias sobre cómic en El Cómic en RTVE.es
A la "dibujante de historias" chilena Catalina Bu le gustan las cosas que la "incomoden", explorar esos "lados oscuros" que nos hacen llorar pese a que todo vaya bien, y transitar, como lo hace en su cómic Nadie como tú (Fulgencio Pimentel), por esos lugares diarios donde somos auténticos.
A Bu (Concepción, Chile, 1989) la mirada se le va al infinito cuando habla de este trabajo que publica en España la editorial Fulgencio Pimentel, se le pierde porque aún no es plenamente "consciente" de lo que ha querido contar en esta obra de complicada sencillez, de un trazo tan primitivo que rompe los esquemas actuales de la viñeta.
"El libro es como una especie de estados de ánimo, me dediqué a mirar cosas que no quería que se me olvidaran, como las conversaciones con mi padre, mis amigas. Son archivos de recuerdos que van armando mi personalidad, que es muy bestia. Me gustan las cosas que me incomodan y así explorar el lado más oscuro, el más gore", ha dicho a EFE durante su visita a Madrid.
Así que lo que el lector se va a encontrar en estas páginas es la historia de una joven y de todas sus dualidades, la historia de todas las mujeres, las jóvenes y las mayores, las que saludan todas las mañanas a la vida y las que están a punto de despedirse de ella. Mujeres, al fin y al cabo, que se deberían de decir todos los días: "Nadie como tú" se conoce mejor, nadie como tú te entiende mejor.
"Cuando hice el cómic me enfrenté a la muerte real de mi vecina y ella me hizo mostrarme mi vida. Lo lógico habría sido tratar de aprovechar la vida ante una situación así, pero yo quería transitar también por lo cursi y lo grotesco, lo tierno y lo asqueroso", ha explicado.
Se refiere Bu a la relación con su vecina Nora, esa mujer a la que visita diariamente y le hace ver que morir es parte de la vida, pero también se refiere a esos pasajes en los que hace referencia los momentos que pasa en el baño, en los que llora frente a su psicóloga por sentirse triste ante la felicidad, o cuando le cuenta a su amiga sus sueños mientras hacen la compra en el súper.
Un relato guionizado que te lleva de la mano por la vida de esta joven chilena tan parecida a Bu, según ha reconocido.
Aunque empezó a dibujar en 2020, la obra se ha retrasado tres años porque ante sus ojos tuvo que cribar lo que había volcado en 300 páginas. Pero a Bu no le importa esta demora porque en sus pensamientos no estaba lo de publicarlo al tratarse de un contenido "íntimo" que le llevaba a cuestionarse: "¿Qué pensarán de mí cuando lo lean mis padres?".
"¡Pero ellos me conocen!", ha matizado la autora de este cómic sin reglas más que las que le marcaban los espacios en blanco de las páginas a las que se enfrentó "sin control" y con la esperanza de aportar más "diversidad" en su país, porque Bu piensa que en "España es diferente".
"Me gusta pensar que mi trabajo rompe las expectativas de las personas, específicamente de los hombres. Crecí sin conocer a muchas mujeres que dibujaran así, que usaran este estilo o que dibujaran por diversión y punto", ha concluido esta chilena reclamada por sus ilustraciones por marcas como Moleskine, Netflix o Google.