Retratos de la paridad en el Gobierno y el poder legislativo: de la invisibilidad de la mujer a las leyes de igualdad
- En el primer gobierno, tras la dictadura, no hubo mujeres y en el Congreso las diputadas fueron solo el 6%
- El umbral del 40% de mujeres en el Consejo de Ministros solo se ha superado con Zapatero y Sánchez
El Consejo de Ministros aprobó este martes un anteproyecto de ley para garantizar la paridad, es decir, que haya al menos un 40% de mujeres en los órganos de decisión, incluido el propio Gobierno y los consejos de administración de las grandes empresas; y también para fijar la obligatoriedad en todas las elecciones de las listas ‘cremallera’, aquellas con una alternancia estricta de hombres y mujeres. Con ello, pretende ir un paso más allá del que se dio en 2007 con la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres y no dejar al albur la presencia de la mujer en los centros de decisión.
Aquella ley de Rodríguez Zapatero de hace 16 años hablaba solo de "presencia equilibrada" de hombres y mujeres en los consejos de administración, pero sí fijaba un porcentaje de al menos el 40% de mujeres en las listas electorales que debía cumplirse en cada tramo de cinco candidatos. Dicha norma se tradujo en un aumento de la presencia de mujeres tanto en el Congreso, donde ahora el 42,7% de los escaños está ocupado por diputadas; como en el Senado, donde ellas son el 40%. Sin embargo, en el Consejo de Ministros sigue dependiendo de la voluntad de cada presidente, como ha pasado desde 1977.
En el siguiente gráfico puede verse la proporción de mujeres sobre el total de ministros nombrados en cada legislatura por cada uno de los siete jefes del Ejecutivo que ha tenido España desde la Transición hasta la número XIV actual. Antes de Soledad Becerril, nombrada ministra en 1981, España solo había tenido una mujer en el Gobierno: Federica Montseny, en la Segunda República.
"Hoy ya no es noticia, no nos resulta extraño que haya más mujeres que hombres en un Gobierno, o que haya primeras ministras en otros países", pero hay que tener en cuenta el contexto de los primeros años de la Transición y de la democracia actual en España para entender la ausencia de mujeres en los Consejos de Ministros, señala la catedrática de Ciencias Políticas de la UNED, Irene Delgado Sotillos.
La creciente presencia de la mujer en los centros de poder "es una cuestión de transformación de la propia sociedad (...) Es una evolución lógica de la sociedad porque las mujeres empiezan a formarse y acceden a puestos mejor valorados o mejor posiciones" tras la dictadura, explica Delgado.
"Antes era muy complicado. Pensemos en los momentos de la Transición. La participación de la mujer en cualquier aspecto de la vida pública era prácticamente irrelevante. Con lo cual toda esa transformación, esa evolución ha sido un elemento que ha favorecido la presencia de las mujeres en determinados puestos de carácter público", añade.
La catedrática de la Universidad de Carlos III y presidenta de la Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género, Rosa San Segundo, también incide en que hay que tener en cuenta que "venimos de una historia de siglos y milenios de exclusión de la mujer de todos los espacios".
"Es en el siglo XX cuando las mujeres pasamos de no existir en el lenguaje, la ciencia, el espacio público… a existir en distintos momentos y de forma paulatina en diferentes países" gracias al movimiento feminista, señala. En España, con salvedad del paréntesis de la Segunda República, el "gran avance" se produce tras la aprobación de la Constitución de 1978, según San Segundo.
De Asuntos Sociales a Economía y Hacienda
La paulatina incorporación de las mujeres a los Consejos de Ministros no solo ha sido cuantitativa, sino también cualitativa con la asunción de carteras de más peso cada vez. La catedrática Delgado Sotillo subraya que, "inicialmente, las carteras que ocupaban las mujeres eran carteras de carácter social (...) Ahora no es extraño que una mujer sea ministra de Defensa o de Economía. Con el paso del tiempo nos hemos ido acostumbrando. Se ha normalizado y tiene que ver con el propio proceso de transformación y evolución de la sociedad. La sociedad de los años 80 no es la sociedad de los años 2000".
En los primeros años de democracia, las mujeres solían ocupar carteras como Asuntos Sociales, Sanidad, Educación y Cultura. En el primer gobierno de Pedro Sánchez, tras la moción de censura en 2018, las mujeres ya coparon todos los ministerios de índole económica: Economía; Hacienda; Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; Industria, Comercio y Turismo; y Transición Ecológica. Sin embargo, si se tienen en cuenta los datos acumulados por carteras, se ve todavía claramente la brecha de género entre hombres y mujeres.
Lo mismo ha ocurrido con las vicepresidencias. Siempre fueron ocupadas por hombres hasta 2004, cuando José Luis Rodríguez Zapatero nombró a María Teresa Fernández de la Vega. En total ha habido siete, entre ellas, las tres vicepresidentas actualmente en el cargo: Nadia Calviño, Teresa Ribera y Yolanda Díaz.
De 21 mujeres a 149 en el Congreso de los Diputados
La presencia de las mujeres en el Congreso de los Diputados en la actualidad es siete veces mayor que la que había en 1977. En la actualidad el 42,7% de los escaños tienen nombre de mujer (149) frente a solo el 6% de la primera Cámara tras la dictadura, que contaba únicamente con 6 diputadas. No obstante, no todos los partidos son igual de ‘paritarios’. Mientras ERC y Unidas Podemos tienen más diputadas que diputados, Vox apenas roza el 27%.
Delgado, autora del artículo Mujer y política en España: un análisis comparado de la presencia femenina en las asambleas legislativas (1977-2008) , señala que, desde el año 2000 -siete años antes de la aprobación de la ley de 2007-, se apreciaba una "tendencia progresiva" en la incorporación de las mujeres al Congreso.
Con la nueva norma, que establecía que hubiera al menos un 40% de mujeres en cada tramo de cada cinco candidatos en las listas, el número de diputadas aumentó, pero no tanto como cabría haber esperado. "En 2008 se cumplió con las listas electorales paritarias, pero no se colocaron en puestos ‘seguros’ [de conseguir escaño] a las candidatas (...) Eso hizo que no ocupara escaños un número más importante de mujeres".
Rosa San Segundo, de la Universidad Carlos III, habla directamente de "perversión" de la norma, poniendo en los tres primeros puestos a varones y en los dos últimos a mujeres. "En un primer momento, se dio un aumento de las mujeres, pero después los partidos calcularon (...) La nueva ley [que se pretende aprobar ahora] lo que incorpora es la paridad total" para corregirlo, añade.
El Senado cuenta actualmente con 106 senadoras y 159 senadores. La presencia de las mujeres llega al 40% en esta legislatura, pero es más baja que la del Congreso. Como explica la propia Cámara Alta, este mayor "desfase" entre sexos se debe "en gran medida" al sistema electoral. En la mayoría de las provincias, los partidos solo tienen que presentar a tres candidatos, lo que permite que una formación se decante por incluir a dos hombres y solo una mujer. Esto, unido a que el votante puede elegir libremente a qué candidatos apoyar, y a que parte de los senadores son elegidos por los parlamentos autonómicos a propuesta de los distintos partidos, explica la menor proporción de mujeres.
En el caso del Senado, son el PNV y ERC los grupos que mayor porcentaje tienen de mujeres. Las diferencias entre los partidos, tanto en el Congreso como en la Cámara Alta, se deben, en opinión de San Segundo, a que existe también una "brecha ideológica" entre unos partidos más proclives a las políticas de igualdad y otros que no lo son, como puede ser el caso de Vox.
Y en cualquier caso, añade San Segundo, "tras milenios de cultura masculina y subordinación femenina, prácticamente todos los partidos, sin excepción, tienen muchos sesgos patriarcales, desgraciadamente. Se va avanzando y hay partidos políticos con mayor sensibilidad (...), pero efectivamente hay un sesgo patriarcal que hay que intentar combatir con la educación y las políticas paritarias".
En esta información han colaborado Cristina Pozo, Jaime Gutiérrez y José Ángel Carpio, del equipo de Datos, y el departamento de Diseño de RTVE.es. Fotos de La Moncloa