La Corte Penal Internacional cumple 20 años
- La única institución que podría procesar al presidente ruso, Vladímir Putin, es el Tribunal de La Haya
- La CPI tiene jurisdicción en 123 países; no en Estados Unidos, China, Turquía o Rusia, entre otros
La Historia ha dejado muchas atrocidades, crímenes de guerra, genocidios... Algunos, como los de la Segunda Guerra Mundial o la antigua Yugoslavia fueron juzgados por tribunales formados para la ocasión, que señalaron la importancia de una corte internacional permanente que juzgara a personas por delitos "de extrema gravedad". Así nace el Tribunal Penal Internacional de la Haya.
"El mundo vive conectado, no podemos seguir viviendo con un modelo basado en el siglo XVIII. Por eso la Corte Penal internacional es como el iPhone 1, primera versión de un cambio, de un progreso", dice Luis Moreno Ocampo, quien fue el primer fiscal con competencias en todo el mundo.
En su mano estaba abrir un proceso por genocidio o exterminio si no lo hacía antes un país o el Comité de Seguridad de Naciones Unidas. "Empecé a trabajar dos meses después de la invasión de Irak, en el medio de la invasión de Irak, a partir de ahí todo era presión".
La Corte Penal internacional tienen jurisdicción en 123 países
Presión de los países a favor y en contra. Porque la Corte Penal Internacional tiene jurisdicción en 123 países, los que la reconocen, la mayoría africanos. No están Estados Unidos, China, Turquía o Rusia, entre otros. Y por tanto, sus tribunales no colaboran con La Haya.
La única institución que podría procesar al presidente ruso, Vladímir Putin, es el Tribunal de La Haya. No por delitos de agresión, sino por delitos de lesa humanidad. No podrían detenerle pero sería una herramienta importante de presión para iniciar una negociación.
En estos veinte años, La Haya ha abierto procedimientos contra señores de la guerra en Uganda y Congo por secuestrar a niños soldado. Al que fuera primer presidente en ejercicio procesado, el sudanés Al Bashir, por asesinatos, exterminio y torturas en Darfur. Y contra el dictador libio Muamar el Gadafi antes de su muerte.
"La expectativa es que la CPI ayude a limitar la violencia masiva para llegar al poder y eso en los países que son miembros lo logramos", ha dicho Ocampo. Por ello, ha recibido muchas críticas, pero las víctimas se lo reconocen.