Bruselas presenta una reforma 'light' del mercado eléctrico con contratos a largo plazo
- Busca reducir el precio de la factura de los consumidores e impulsar las energías renovables
- No contempla medidas planteadas por España, como fijar un precio para la electricidad generada por nuclear e hidráulica
La Comisión Europea ha propuesto este martes un plan para reformar el mercado eléctrico de la UE centrada en facilitar los contratos a largo plazo para reducir la volatilidad en los precios, algo que ha acentuado la guerra de Ucrania, e impulsar las energías renovables. El objetivo del paquete es hacer que la industria sea más competitiva y limpia, además de proteger mejor a los consumidores.
Pretende que esté en vigor el próximo invierno y, para acelerarlo, ha planteado una serie de medidas más "descafeinadas", asumibles para Alemania y los países que hasta ahora eran más reticentes a este tipo de cambios.
En un comunicado de prensa, Bruselas señala que la propuesta busca incentivar contratos más a largo plazo y más estables de energías limpias, los denominados Acuerdos de Compra de Energía (PPA, en sus siglas en inglés), de modo que se fomenten otras alternativas al gas y se reduzca el impacto de la volatilidad de combustibles fósiles en el precio de la factura eléctrica de los consumidores. Todo ello se impulsará con una competencia leal y mayor transparencia en los mercados mayoristas europeos de energía.
Como defiende la Comisión, la crisis en Ucrania ha subrayado la necesidad de adaptar el mercado eléctrico para mejorar la transición verde y ofrecer, tanto a hogares como a empresas, una red de electricidad renovable que se aleje de los combustibles fósiles. "El diseño actual (...) ha proporcionado un mercado eficiente y bien integrado durante muchas décadas, pero las estrecheces globales de suministro y la manipulación de Rusia de nuestros mercados energéticos ha hecho que muchos consumidores afronten incrementos masivos en sus facturas", ha indicado la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
El paquete también pone el foco en proteger a los consumidores más vulnerables y permite a los países ampliar los precios minoristas regulados a los hogares y las pymes en caso de que haya crisis.
Asimismo, la propuesta plantea regular el uso compartido de energías renovables, de modo que se pueda invertir en parques eólicos o solares y vender el exceso de electricidad solar entre los vecinos de un boque, y no solo a su proveedor.
Por otro lado, a niveles más amplios, Bruselas defiende que esta propuesta garantizará el suministro de energía sostenible y favorecerá la independencia energética de la UE, siguiendo la estela del Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU. El objetivo es que el 70% de la electricidad europea sea de origen renovable en 2030, frente al 22,3% de 2022 de solar y eólica, a lo que se suma un 21,9% de nuclear, un 10,2% de hidroeléctrica, un 19,9% de gas y un 15,9% de carbón y un 5,9% de bioenergía.
El documento presentado este martes sigue la línea del borrador que ya planteó Bruselas el pasado 9 de marzo, cuando presentaron el primer borrador la actual propuesta. Esta propuesta, no obstante, todavía tendrá que ser discutida y acordada por el Parlamento Europeo y el Consejo antes de entrar en vigor, aunque se busca empezar a aplicarla en la primera mitad de 2024.
Reducirá "drásticamente" el impacto del gas en el precio eléctrico
"La reforma reducirá drásticamente el impacto del gas en el precio de la electricidad", ha señalado este martes en una entrevista la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ha apostado así por mejorar los contratos a largo plazo y centrar el foco en los consumidores, a quienes se pretende acercar el beneficio de las energías renovables.
Von der Leyen ha calificado la propuesta de "muy bien pensada" y "muy madura", y ha apostado para que esté lista antes de las elecciones europeas. Además, ha indicado que el tipo de mix energético con el que cada Estado miembro quiere alcanzar los objetivos climáticos depende de cada uno de ellos.
¿Cómo funciona el sistema propuesto?
Bruselas propone impulsar los contratos a largo plazo de suministro energético a través de dos fórmulas que existen actualmente, pero apenas se usan.
En primer lugar, la propuesta introduce incentivos para facilitar la firma de los contratos PPA entre actores del sector privado, en los que empresas industriales y compañías energéticas acuerdan el suministro durante un tiempo determinado a un precio previamente fijado.
En segundo lugar, introduce los llamados contratos por diferencia (CfD) bilaterales en todas las subastas estatales, con generadores de electricidad con tecnologías renovables que previamente han realizado inversiones apoyadas con fondos públicos.
En este tipo de contratos, el Estado y las compañías energéticas acuerdan un precio determinado para garantizar a la firma una "fuente estable" de ingresos. Así, si el precio de mercado es inferior al acordado, las autoridades públicas pagan la diferencia a la energética; pero si es superior, es la compañía la que transfiere la diferencia a las arcas públicas.
Según el planteamiento del Ejecutivo comunitario, los Estados miembros estarán obligados a "canalizar el exceso de ingresos" que perciben cuando los precios son altos "directamente para rebajar las facturas eléctricas" de todos los consumidores.
Se podrán beneficiar de este tipo de contratos las inversiones no solo en energía solar o eólica, sino también la tecnología nuclear, tanto en la ampliación de las centrales existentes como en la creación de nuevas plantas, recogiendo así la principal demanda de Francia, el mayor promotor de la fuente atómica dentro del bloque.
Bruselas también prevé facilitar esquemas para almacenar la energía, de forma que cuando haya picos de consumo se pueda generar más electricidad de origen fósil o verter al sistema la que se haya almacenado. También permitirá fijar mecanismos para reducir la demanda en los que se paga a un gran consumidor, por ejemplo, una planta industrial, a cambio de interrumpir su abastecimiento en momentos de picos de demanda.
Deja atrás algunas medidas planteadas por España
España presentó un documento de trabajo para la reforma con muchos puntos que han sido retenidos en la propuesta de la Comisión y que incluían también la posibilidad de establecer un precio fijo para la electricidad generada por instalaciones nucleares o hidráulicas ya amortizadas.
Fuentes comunitarias han señalado que no se ha incluido esa idea en la propuesta porque ese sistema retroactivo para cambiar las condiciones de precio fijadas previamente enviaría una "mala señal para los inversores".
Acercar los bajos precios de las renovables al consumidor
Von der Leyen ha asegurado que la reforma del mercado eléctrico comunitario tiene "en el centro" que el consumidor se beneficie del menor coste de las energías renovables que ganarán peso en los próximos años.
En una entrevista con la Redacción Europea de Agencias, Von der Leyen ha avanzado los objetivos de esta reforma.
En primer lugar, ha defendido que el paquete se centra en apoyar y fomentar la industria de tecnologías limpias, algo fundamental para lograr los objetivos del Pacto verde Europeo y la transición digital. Como ha indicado, las inversiones que se hicieron el año pasado llegaron al billón de euros, un 30% más que el año anterior.
"El paquete demuestra que podemos recortar emisiones y tener una estrategia de crecimiento", ha argumentado Von der Leyen, "porque a nivel global hay un fuerte impulso por las tecnologías limpias y queremos liderar en esa industria".
La Ley de Industria de Cero Emisiones se centra en acelerar permisos para estas tecnologías y fomentar inversiones a cambio de rebajas fiscales. Von der Leyen ha aclarado que "no hay ni un solo punto que sea proteccionista" dentro de esta norma, que ha calificado como "muy abierta". Por otro lado, hay una Ley de Materias Primas Críticas que tiene como fin asegurar las cadenas de valor y hace hincapié en reciclar materiales como baterías, litio, níquel o cobalto.
Reacciones de grandes energéticas y acereras
La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec) ha valorado positivamente la propuesta, ya que no supone "una ruptura del modelo de mercado existente", sino una evolución de este.
En un comunicado, la patronal, que integran Iberdrola, Endesa y EDP, celebra que la Comisión apueste por "mantener el mercado interior de la electricidad y fomentar la contratación a plazo para aislarlo de la crisis de precios del gas".
Aelec valora de forma "especialmente positiva" que en la propuesta no se cuestione la esencialidad de los mercados mayoristas a corto plazo basados en precios marginales para garantizar el funcionamiento eficiente del sistema eléctrico. Sobre los mecanismos de contratación a largo plazo que quiere fomentar Bruselas, Aelec considera "acertada" la visión de la Comisión como la forma más directa para trasladar a los clientes los beneficios económicos de las renovables.
Por otro lado, la Asociación Europea del Acero (Eurofer) ha pedido una reforma "más profunda". "La revisión del diseño del mercado de la electricidad corre el riesgo de convertirse en otra oportunidad perdida para asegurar electricidad libre de combustibles fósiles y rentable e introducir soluciones que proporcionen un alivio rápido a los sectores de gran consumo de energía expuestos a la competencia global", ha señalado en un comunicado.
Las industria siderúrgica teme que ese ajuste no permita que los grandes consumidores industriales accedan a "grandes cantidades de electricidad renovable y baja en carbono necesarias para su descarbonización en los próximos años".
Posición con respecto a Estados Unidos y China
Todas estas medidas forman parte del plan de Bruselas para contrarrestar el impacto en la economía europea de las inyecciones de la Ley para la Reducción de la Inflación estadounidense, con un paquete de 369.000 millones de dólares, y a las inversiones en tecnologías limpias anunciadas por China, que superan los 280.000 millones de dólares.
"Es muy importante que las dos mayores potencias económicas avancen decididas a luchar contra el calentamiento global", ha señalado Von der Leyen. También ha remarcado que la posición de la UE con respecto a China es de "reducir el riesgo, pero no desvincularse". Esto implica que no se busca que Europa dependa del mercado chino, como ocurría con el de los combustibles fósiles de Rusia, sino que las empresas de la UE tengan un "acceso justo" al mercado chino.