Qué es el botulismo, la enfermedad que ha puesto en alerta a Europa: causas, efectos y tratamiento

• Los casos vinculados a operaciones para adelgazar en Turquía han hecho saltar las alarmas de las autoridades sanitarias
• Se trata de una enfermedad neuroparalítica causada principalmente por la toxina botulínica, conocida como "bótox"

Las inyecciones de bótox se emplean con fines estéticos y también para perder peso.

Los casos de botulismo vinculados a operaciones para adelgazar en Turquía, que han hecho saltar las alarmas de las autoridades sanitarias de Europa, ha desatado también el debate en la opinión pública sobre los riesgos de este tipo de intervenciones. Mientras que el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) ha elevado a 67 los casos de botulismo iatrogénico notificados, la prensa turca habla ya de 250 afectados, aunque no hay ninguna confirmación oficial. En España, el MInisterio de Sanidad no ha detectado hasta el momento "ningún caso" relacionado con el brote.

A continuación se intenta responder a las principales dudas que puede suscitar esta enfermedad y sus principales riesgos para la salud.

¿Qué es el botulismo?

El botulismo es una enfermedad neuroparalítica grave causada principalmente por la toxina botulínica, producto de la bacteria Clostridium botulinum. Esta patología se presenta de manera natural en cuatro formas diferentes: botulismo alimentario, intestinal, infantil y de heridas.

Hay otras dos formas de botulismo que no se producen de forma natural: por inhalación e iatrogénico, que es la forma más reciente de botulismo provocada por el hombre, sobre todo en tratamientos médicos con pocas garantías, como ha sido el brote reciente de Turquía. En este último caso -iatrogénico-, la intoxicación se produce como acontecimiento adverso tras la administración de una dosis excesiva de la neurotoxina botulínica.

¿Qué relación guarda con el bótox?

Las inyecciones de toxina botulínica, también conocida como "bótox", se suelen utilizar con fines estéticos, ya que bloquean determinadas señales químicas de los nervios, principalmente las que hacen que los músculos se contraigan. El uso más frecuente de estas inyecciones es relajar los músculos faciales que causan arrugas en la frente y alrededor de los ojos.

Pero también se puede emplear con fines terapéuticos, como por ejemplo para tratar la espasticidad muscular. También, en caso de obesidad mórbida, se inyecta el bótox directamente en la musculatura del estómago, con el objetivo de incrementar la sensación de saciedad y con ello reducir la ingesta de alimentos. En principio, se trata de una terapia reconocida médicamente, pero un exceso de toxina botulímica puede provocar que el organismo la absorba y esta vaya al torrente sanguíneo.

¿Qué efectos produce el botulismo?

Los principales síntomas del botulismo son la debilidad y la dificultad para hablar, tragar o respirar. El botulismo iatrogénico, como el del brote detectado en Turquía, también presenta otros, como dolor de cabeza, visión borrosa, parálisis facial, párpado caído, pérdida de reflejos y sequedad de boca. En los casos más graves, puede ocasionar incluso la muerte.

"La toxina tiene un efecto transitorio, y produce un bloqueo en el estímulo motor de distintas neuronas a lo largo del organismo", ha explicado el coordinador de enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna, Antonio Ramos, al programa 24 Horas de RNE, quien recomienda a las personas que se hayan sometido recientemente a este tipo de intervenciones que tengan "mucho cuidado en la percepción de síntomas como ver doble, tener dificultad respiratoria, tener debilidad muscular…", ya que en estos casos "sí que se requiere fundamentalmente tratamiento de soporte y tratamiento de antitoxina". "Cuando esa toxina se disemina por el organismo, puede ser combatida con anticuerpos", explica, aunque recalca que, "en cualquier caso, estamos hablando de una enfermedad transitoria".

¿Hay tratamiento contra esta intoxicación?

Por lo general, los síntomas relacionados con las inyecciones de toxina botulínica mejoran a medida que el cuerpo absorbe la toxina. El tratamiento habitual dentro de las primeras 48 horas es la administración intravenosa de antitoxina botulínica, que evita o reduce el daño del sistema nervioso. En el caso extremo de que el cuadro clínico derive en insuficiencia respiratoria, el paciente debe ser ingresado en una unidad de cuidados intensivos.