Claves del colapso del Silicon Valley Bank: ¿qué ha pasado y qué riesgos tiene su caída?
- Sus acciones se hundieron un 60% el 10 de marzo, lo que provocó una desbandada de inversores
- El sector financiero teme un contagio al resto de la economía, tal como sucedió en la crisis de 2008
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La intervención del Silicon Valley Bank (SVB) el pasado 10 de marzo hizo saltar las alarmas del sector financiero ante el temor de un contagio al resto de la economía, tal como sucedió en la crisis de 2008. El colapso de la entidad americana se considera ya la mayor quiebra bancaria desde la Gran Recesión y una de las más importantes en la historia de Estados Unidos.
En un primer momento, las bolsas mundiales se tiñeron de rojo y, para evitar una onda expansiva, los gobiernos tomaron de inmediato medidas para proteger los depósitos de sus clientes. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación y qué riesgos tiene para la economía?, ¿puede llegar a España?
¿Qué es el Silicon Valley Bank?
El banco, con sede en Santa Clara (California, EE.UU.), es el decimosexto mayor prestamista del país. A cierre de 2022, contaba con unos activos de aproximadamente 209.000 millones de dólares (195.655 millones de euros) y depósitos por un valor aproximado de 175.400 millones de dólares (164.200 millones de euros), según datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (CFSD).
La entidad estaba enfocada principalmente en empresas emergentes tecnológicas —las llamadas startups— y científicas, a las que ofrecía servicios de capital de riesgo, depósitos y otorgaba préstamos.
¿Cuáles han sido las causas?
Según detalla Efe, el Silicon Valley Bank había invertido el exceso de liquidez logrado durante la crisis de la COVID-19 en bonos del Tesoro a largo plazo, unos activos que se han visto afectados en los últimos meses por la subida de los tipos de interés de la Reserva Federal. Así, el banco no se encontraba bien posicionado para afrontar una situación de aumento de tipos de interés y una ralentización del crecimiento de los préstamos.
En el mes de marzo, la entidad registró "unos depósitos inferiores a los previstos", lo que le llevó a realizar la venta de activos anteriormente citada. A esto se sumó el hecho de que varias compañías de asesoramiento de inversión recomendaron a las empresas emergentes que retiraran su capital del banco, lo que reduplicó las presiones sobre la entidad que finalmente ha sido intervenida.
“Muchas de estas empresas son más vulnerables a las subidas de tipos y han necesitado más liquidez, así como retirar depósitos bancarios. Esto ha llevado al banco a tener que vender activos en pérdidas, lo que ha generado una cierta crisis dentro de sus depositantes, que al seguir retirando más depósitos, pues ha llegado un momento que no ha tenido liquidez y ha necesitado el rescate”, ha resumido en el Canal 24 Horas de TVE el analista de XTB, Joaquín Robles.
Cronología de los hechos
Las alarmas saltaron el pasado jueves, cuando el Silicon Valley Bank anunció una gran ampliación de capital de 1.750 millones de dólares (1.656 millones de euros). El objetivo era hacer frente a las pérdidas de 1.800 millones de dólares (1.704 millones de euros) registradas previamente por la venta de una cartera de títulos de renta fija deficitaria por valor de 21.000 millones de dólares (unos 19.671 millones de euros).
Ese mismo jueves, las acciones del banco se hundieron un 60%, lo que provocó una desbandada de inversores: en 24 horas salieron 42.000 millones de dólares (39.362 millones de euros) de la entidad. Este movimiento generó grandes caídas en las acciones de SVB por segundo día consecutivo, que terminaron arrastrando unas pérdidas del 68%.
La dirección ejecutiva intentó colocar nuevas acciones para poder sanear las cuentas, pero la situación se agravó y el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California tomó las medidas que ya se conocen: procedió al cierre de la entidad y nombró a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos como custodio de los depósitos del banco.
¿Qué consecuencias ha tenido?
El colapso del Silicon Valley Bank ha provocado fuertes caídas en la cotización de las acciones de todo el sector financiero, tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
En España, el Banco Sabadell y el Santander perdieron el 10 de marzo más de un 5 %; en el parqué londinense, HSBC —primer banco de Europa por capitalización— se dejaba también más de un 5 %; mientras que en Fráncfort encabezaba las pérdidas el Deutsche Bank, con más de un 7% de caída. En Japón, por su parte, tres de los mayores bancos —Mitsubishi UFJ, Mizuho y Sumitomo Mitsui Financial Group— registraron fuertes caídas, arrastradas por el nerviosismo en el sector bancario.
Desde entonces, las bolsas en Europa han entrado en una montaña rusa de subidas y bajadas, marcadas también por el préstamo y compra de Credit Suisse y la subida de los tipos de interés de los distintos bancos centrales, incluidos, el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal. El IBEX 35 cerró el último viernes con una caída del 1,98%, en la línea del resto de plazas europeas, por las dudas que rodearon entonces al Deutsche Bank: Milán perdió el 2,23%; París, el 1,74%; Fráncfort, el 1,66%, y Londres, el 1,26%.
¿Se han tomado medidas?
Además de la intervención de la entidad, los órganos reguladores de Estados Unidos lanzaron primero un plan para proteger los depósitos de sus clientes, el cual permite que "no asuman las pérdidas" del banco y tengan acceso al crédito. "El sistema financiero estadounidense es seguro. Los depósitos están a salvo", señaló el presidente de EE.UU., Joe Biden, en un mensaje a la población con el que quiso llamar a la calma. Esto permitió que Wall Street terminase la jornada en territorio mixto.
Dos semanas después, el banco First Citizens ha anunciado que adquiere los activos, depósitos y préstamos del SVB. La operación incluye la compra de 72.000 millones de dólares de activos con un descuento de 16.500 por parte de la entidad bancaria con sede en Raleigh en Carolina del Norte.
En el caso de Reino Unido, donde SVB tenía presencia, el Banco de Inglaterra autorizó antes la venta de su filial británica —el Silicon Valley Bank UK Limited (SVBUK)— a HSBC, que pagó el precio simbólico de una libra. El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, precisó que esta "venta privada" se llevaría a cabo sin que "los contribuyentes" británicos tengan que asumir este rescate.
Y, en la Unión Europea, la Comisión ha llamado a la tranquilidad frente a la quiebra: aseguran que su presencia en Europa es muy limitada, si bien han añadido que estarán muy pendientes.
Mientras, la Autoridad Federal de Supervisión Financiera (BaFin) de Alemania ha impuesto una moratoria a la entidad debido al riesgo para el cumplimiento de las obligaciones con los acreedores, al tiempo que ha ordenado el cierre a los clientes de la sucursal en el país del fallido banco estadounidense, subrayando que "no tiene relevancia sistémica".
¿Se puede contagiar a otros bancos?
Con la caída de SVB se teme que se produzca un efecto contagio que pueda llevar a otras entidades a sufrir problemas de liquidez, tal como ocurrió hace 15 años. Sin embargo, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, aseguró que el sistema bancario “sigue siendo fuerte” y admitió que las autoridades están vigilando “con mucho cuidado” una serie de entidades, por si fuera necesario intervenir.
De momento, varias instituciones financieras se han visto arrastradas, como Signature Bank, Western Alliance o First Republic Bank. En el caso de este último, un grupo de 11 instituciones financieras estadounidenses anunciaron el jueves una medida de rescate con depósitos de hasta 30.000 millones de dólares. La inyección de liquidez, en un primer momento, no logró frenar su caída —más de un 26% en Wall Street— y arrastró también a los grandes bancos que financian su rescate.
¿Puede llegar a España?
“Desde luego, es la gran pregunta que se están haciendo ahora mismo los inversores: si se trata de un hecho aislado o es un problema a mayor escala”, apuntó el analista de XTB, Joaquín Robles, quien, sin embargo, descartó que se contagie a otras entidades del Viejo Continente, más allá del nerviosismo de los mercados que siguen la máxima "primero vende, luego pregunta".
Esa inquietud explica, en parte, la caída bursátil de Credit Suisse hasta el punto de necesitar un rescate. Tras años de problemas y una gestión polémica, el banco suizo ha sido absorbido por el compatriota UBS. Las turbulencias, finalmente, han afectado también al Deutsche Bank, que el viernes llegó a dejarse un 14% en el parqué de Fráncfort, arrastrando a las Bolsas europeas en esa jornada.
Sin embargo, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, así como la presidenta del BCE y el presidente del Eurogrupo, mandaron el viernes un mensaje unánime de tranquilidad: el sistema bancario europeo es "sólido", cuenta con los mecanismos de seguridad suficientes y tiene herramientas para actuar en caso de problemas puntuales, repitieron a la salida de la última cumbre del Consejo Europeo.