Claves de la crisis del Credit Suisse: ¿qué ha pasado y qué riesgos tiene?
- El segundo banco suizo sufre vaivenes en la Bolsa, tras dos años de pérdidas millonarias y escándalos reputacionales
- Tras la salida de un inversor estadounidense, el 20% de sus títulos están en manos de accionistas de Oriente Próximo
- Preguntas y respuestas: Una crisis bancaria a cada lado del Atlántico | Claves del colapso del Silicon Valley Bank
El Credit Suisse, el segundo mayor banco de Suiza por valor de mercado, atraviesa su peor momento en 167 años de historia. Golpeado por escándalos de reputación, firmas de riesgo colapsadas y problemas de confianza, la crisis bancaria internacional, tras la quiebra del Silicon Valley Bank puede darle la puntilla.
¿Qué es el Credit Suisse?
Fundado en 1856, el banco con sede en Zúrich perdía más de un 30% de su valor bursátil desde mediados de la semana pasada. En la sesión del miércoles retrocedía un 20%, pero este jueves parecía recuperar el terreno y sus acciones subieron otro 20% al cierre de la sesión. La volatilidad ha vuelto a decantarse por el lado de las pérdidas el viernes, con una caída del 8% de su valor en la Bolsa de Zúrich al cierre. Todo en un momento en el que su propia crisis interna, cuyo origen podría remontarse a 2019, se agudiza con el temor generalizado de los inversores a una nueva crisis financiera global.
¿Cuáles han sido las causas?
La entidad encadena dos años de pérdidas millonarias: en 2021 fueron de 1.572 millones de francos suizos (1.600 millones de euros), y en 2022 casi se quintuplicaron, hasta los 7.293 millones de francos (7.400 millones de euros).
Credit Suisse sufrió además el pasado año la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos (126.000 millones de euros).
Entre los principales factores que explican estas pésimas cuentas destaca su exposición a firmas de riesgo que colapsaron en ejercicios anteriores, como el fondo de cobertura estadounidense Archegos o la firma angloaustraliana de servicios financieros Greensill.
¿Hay falta de liquidez?
El Banco Nacional Suizo SNB y la Autoridad Suiza de Supervisión de los Mercados Financieros FINMA han afirmado que los problemas de ciertos bancos en EE.UU. no suponen un riesgo directo de contagio. "Los estrictos requisitos de capital y liquidez aplicables a las instituciones financieras suizas garantizan su estabilidad", afirman en un comunicado.
Para los reguladores suizos, el Credit Suisse cumple los requisitos de capital y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica. La entidad ha solicitado un préstamo de 50.000 millones de francos suizos al banco central y el organismo supervisor le va a conceder el crédito.
Escándalos de sus directivos
A los problemas financieros se suman muchos otros en torno a la reputación del banco, que han causado una amplia remodelación de la directiva en los últimos años.
En enero del pasado año, el entonces presidente de la entidad, Antonio Horta-Osorio, se veía obligado a dimitir por descubrirse que había viajado y asistido a un evento deportivo cuando se encontraba supuestamente en cuarentena durante la pandemia.
Su sucesor, Alex Lehman, fue recientemente investigado por el regulador financiero de Suiza, la Finma, a raíz de afirmaciones lanzadas por éste sobre la situación financiera del banco que se pensó que podrían haber inducido a error a potenciales inversores.
Lehman afirmó en declaraciones a la radio pública suiza en diciembre que el banco de Zúrich estaba logrando un retorno de su liquidez cuando éste en realidad sufría una fuga de capitales.
Fortunas corruptas
También a principios de 2022 el banco fue objeto de una investigación publicada por un consorcio de medio centenar de medios globales que lo acusaban de haber guardado durante décadas fortunas de personas ligadas a la corrupción.
Esas fortunas incluían las de personas ligadas a la petrolera estatal de Venezuela, líderes de Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores de EE.UU. en materia antiterrorista, si bien el banco defendió que muchas de esas cuentas sospechosas llevaban ya años cerradas.
Mucho antes, en 2020, Credit Suisse se vio inmerso en otra polémica por el descubrimiento de casos de vigilancia ilegal ordenada por responsables de distintas áreas a altos cargos de la entidad poco antes de ser contratados por firmas de la competencia. Un escándalo que se saldó con la renuncia del entonces consejero delegado, Tidjane Thiam.
Reestructuración y ampliación de capital
La principal estrategia del banco para intentar atajar la crisis es un ambicioso plan de reestructuración iniciado en octubre, que incluyó una ampliación de capital de 4.000 millones de francos (4.090 millones de euros), el despido de 9.000 trabajadores y un recorte del 15% de sus gastos.
La ampliación de capital supuso que el Banco Nacional Saudí se convirtiera en el principal accionista de la firma, al invertir 1.500 millones de francos (1.530 millones de euros) en participaciones de la entidad.
El presidente del banco saudí, Ammar al Khudairy, aseguraba el miércoles en una entrevista que la entidad no aumentaría está inversión, lo que contribuyó a un nuevo desplome en bolsa de Credit Suisse.
Sale EE.UU., entra Oriente Próximo
Hasta la ampliación de capital del pasado año el máximo accionista era el grupo estadounidense Harris Associates, que abandonó el banco tras la ampliación de capital, ahora controlado en más de un 20% de su accionariado por inversores de Oriente Próximo.
Tras la banca estatal saudí se sitúa la Autoridad de Inversión de Catar (QIA), gestora del fondo soberano del emirato, con un 5,03% de las papeletas, y les sigue el grupo saudí Olayan, ligado a una rica familia del país árabe, con un 5% de las acciones.
Los muchos problemas que encadena el banco, protagonista de titulares negativos desde hace cuatro años, alientan los rumores de quiebra y de que se convierta en una suerte de "Lehman Brothers suizo", aunque la prensa económica del país también baraja la posibilidad de que sea absorbido por su principal competidor, UBS.
¿Existe riesgo de contagio en la banca española?
El Banco Central Europeo (BCE) ha reconocido la "relevancia sistémica" de Credit Suisse, al tratarse de uno de los 50 bancos más relevantes del sistema financiero internacional. Sin embargo, en una reunión extraordinaria este viernes, la institución monetaria ha concluido que no hay riesgo a la zona euro.
En cuanto a España, los expertos descartan que el sector bancario pueda verse afectado por los problemas del Credit Suisse. La presidenta de la Asociación Española de Banca. Alejandra Kindelán, ha asegurado "rotundamente" que no hay riesgo de contagio de la banca española: "Estoy más convencida que nunca de que en España tenemos los mejores bancos de Europa y, posiblemente, del mundo".
Desde el Banco de España, la subgobernadora Margarita Delgado ha asegurado que la exposición de la banca española al Credit Suisse es "residual" y que una quiebra como la del SVB no podría producirse en Europa por el control de riesgos y los requisitos de capital para el sector financiero.
El líder de la CEOE, Antonio Garamendi, ha reiterado que la solidez de la banca española no está en entredicho. En el mismo sentido, se han manifestado, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya había defendido la solvencia de los bancos españoles este miércoles. En cualquier caso, estos acontecimientos, sumados a la crisis bancaria en Estados Unidos por la quiebra de Silicon Valley Bank, han disparado la volatilidad de los mercados bursátiles de Europa.