Enlaces accesibilidad

La OCDE mejora la previsión de crecimiento para España al 1,7% este año y rebaja la inflación hasta el 4,2%

  • España crecerá en 2023 más del doble que la media de la eurozona y por encima de las principales economías europeas
  • La inflación también será la más baja entre las potencias europeas, pero en 2024 seguirá alta (4%), según este organismo

Por
Trabajadores en una fábrica de Barcelona, en una imagen de archivo
Trabajadores en una fábrica de Barcelona, en una imagen de archivo

España crecerá en 2023 un 1,7%, más del doble de la media de la Eurozona (0,8%) y muy por encima de las grandes potencias europeas, como Alemania (0,3%), Francia (0,7%), o Italia (0,6%). Son las conclusiones del último informe de la OCDE, publicado este viernes, y donde el organismo eleva en cuatro décimas la estimación de crecimiento esperado para nuestro país este año respecto a su última previsión, de noviembre. Para 2024, mantiene el mismo número que para 2023, sin variaciones respecto al pasado informe.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el organismo que reúne a las economías más avanzadas, rebaja además la tasa de inflación. También en este parámetro sale mejor parada que la media de la Eurozona (6,2%) y países como Alemania, Italia (6,7% en ambos casos) o Francia (5,5%). La inflación se reduciría así desde el 8,3% de 2022, y seguiría bajando ligeramente también en 2024, cuando alcanzaría el 4% (0,8% menos que la previsión de noviembre).

En el informe de marzo, llamado "Una frágil recuperación", el club de los países ricos destaca que el crecimiento global seguirá siendo moderado en 2023 y 2024, de un 2,6% y un 2,9% respectivamente en un contexto de endurecimiento generalizado de la política monetaria. Ve, sin embargo, "signos positivos", como una "mejora de la confianza de las empresas y los consumidores, la caída de los precios de los alimentos y la energía y la plena reapertura de China", por lo que eleva en cuatro décimas la previsión de crecimiento mundial este año y en dos la de 2024.

La inflación se moderará pero la subyacente seguirá alta

El organismo internacional espera que la inflación "se modere gradualmente en 2023 y 2024", aunque seguirá por encima de los objetivos de los bancos centrales hasta la segunda mitad de 2024 en la mayoría de los países. En las economías del G20 disminuirá hasta el 4,5% en 2024 desde el 8,1% en 2022. Aunque la inflación general baje, la subyacente, la que excluye los productos energéticos y los alimentos, "seguirá elevada" a nivel global.

En España, aunque la inflación en 2023 estará por debajo de los principales países europeos, en 2024 seguirá alta, en un 4%. La OCDE ha rebajado esta previsión en ocho décimas, pero aun así se situará por encima de la media de la eurozona (3%), Alemania (3,1%), Francia e Italia (2,5% ambas), que se acercan al objetivo del 2% del BCE.

Con la inflación subyacente, España sale peor parada que con la general este año, con un 5%, ligeramente por debajo de la media de la eurozona y de Alemania (5,2% y 5,7%, respectivamente). El organismo empeora su previsión en dos décimas respecto a su último análisis, mientras que para 2024 la mantiene igual, en el 3,7%, en esta ocasión por encima de la eurozona y de los países vecinos (la mayoría alrededor del 3%).

Argentina es, con diferencia, el país que sufrirá una peor inflación en 2023 y 2024 (85% y 75%), seguida de Turquía (44,6% y 41,4%). También tienen números altos Reino Unido (6,7% en 2023, aunque logrará reducirla hasta el 2,8% el año siguiente), Rusia (6,4%) o México (5,9%).

Mejora global de las previsiones, con Rusia y Reino Unido en recesión

Después de un 3,2 % en 2022, este año el organismo con sede en París calcula que la economía mundial crecerá un 2,6 %, cuatro décimas más de lo que estimaba en noviembre. Son tasas de progresión que, sin embargo, están "por debajo de la tendencia de las últimas décadas" y que ponen en evidencia que el mundo va a seguir arrastrando las rémoras que se hicieron patentes el pasado ejercicio, sobre todo, la inflación.

En general, mejora sus previsiones para las principales potencias. La economía de Estados Unidos crecerá un 1,5%, un punto más que en la última estimación, la de la Eurozona mejora en tres décimas, la de Alemania en seis y la de China en siete décimas, hasta situarse en el 5,3% de incremento del PIB, por lo que será el único miembro del G20 que tendrá una progresión mayor este año que el pasado (3%), una vez que se han levantado las restricciones por el coronavirus.

También mejora la previsión los dos únicos países del G20 que estarán en recesión. La estimación para Reino Unido sube en dos décimas, aunque su economía caerá un 0,2%, y en 3,1 puntos para Rusia, que sufrirá una caída del 2,5%. Las sanciones occidentales a raíz de la guerra de Ucrania y la consiguiente caída en sus exportaciones energéticas lastran a Moscú, la única gran economía en recesión en 2022 (-2,1%), y la única que seguirá cayendo en 2024 (bajará medio punto).

Se mantiene la necesidad de subir los tipos

Por seguir combatiendo la inflación, la OCDE insiste en que son necesarias nuevas subidas de tipos de interés en muchos países, como los de la eurozona (habla de un pico al 4,25 %) y Estados Unidos (entre el 5,25 % y el 5,5 %), y tendrán que mantenerse elevados al menos hasta bien entrado 2024. Precisamente el jueves el BCE siguió su receta habitual y subió los tipos medio punto, hasta el 3,5%, en un contexto de turbulencias financieras.

El organismo insiste en que es necesaria esta subida aun reconociendo las incertidumbres por el impacto de ese encarecimiento del precio del dinero, por ejemplo para el sector financiero a la vista de lo que acaba de ocurrir con la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos.

En caso de que se materialicen esos riesgos de forma significativa, su receta es ofrecer una comunicación clara sobre si las restricciones monetarias van a continuar como estaba previsto y al mismo tiempo aplicar medidas temporales para mejorar la liquidez y minimizar la amenaza de contagio.

La organización considera que se deben retirar gradualmente los paquetes fiscales masivos que se activaron el pasado año para contener los efectos de la inflación y sustituirlos por ayudas selectivas para los más vulnerables.