Las residencias caninas se llenan en Fallas: "Son días con ruido constante y algunos perros pasan mucho miedo"
- El ruido de los petardos y festividades en la provincia valenciana provoca miedo y problemas de salud en algunos perros
- Las Fallas terminan este domingo con la tradicional cremà de las figuras instaladas en las calles
Las Fallas provocan muchas emociones. Para Lola, sin embargo, no son nada buenas. "Cuanto más cerca está de los petardos o son de más intensidad, más tiembla y peor lo pasa", cuenta a TVE, Carla Soriano, dueña de Lola, una perrita russell terrier, que se estremece cada vez que escucha el ruido de las explosiones. "Llega a puntos de tener que sacar la lengua y jadear porque le falta la respiración", añade preocupada.
"Ellos tienen una capacidad auditiva y un olfato muchísimo mayor que el nuestro, con lo cual detectan la pólvora también a distancia. Son 20 días con mascletàs y con ruido constante. Para algunos perros es un suplicio y pasan mucho miedo", explica la veterinaria Eguzkine Martín, sobre esta tradición valenciana, que cierra este domingo con la cremà de las figuras, elaboradas durante todo el año e instaladas en las calles de muchas partes de la provincia de Valencia.
“Son días con ruido constante. Para algunos perros es un suplicio y pasan mucho miedo“
Los petardos son uno de los peores enemigos de los animales, sobre todo de los perros, lo que ha hecho que muchos dueños hayan acabado optando por enviar a sus mascotas a residencias caninas y alejarlas de las festividades. Muchas de ellas incluso han colgado el cartel de completo y hacen su 'agosto' en Fallas. "Jugamos con ellos, los alimentamos, los llevamos al campo de entrenamiento... Les damos actividades para que se olviden de los petardos", asegura Melanie Stainforth, la propietaria de una residencia canina y felina a 35 km de la ciudad. El precio de su alojamientos ronda los 20 euros la noche y "en estos días" tienen el cartel de "completo", continúa.
Reservas con antelación en pueblos de Valencia
En el centro canino del Xiquet, en el municipio de Torret, a unos 15 km de Valencia capital, también notan el incremento de reservas en estos días, con cifras cercanas a las de las vacaciones de verano, aunque apunta a una gran variedad de causas. "Algunos vienen porque tienen miedo a los petardos, pero también porque los dueños son falleros que pasan toda la semana fuera y no pueden brindar los cuidadados a sus mascotas en estos días", describe a RTVE.es Isabel Hervás, adiestradora canina y trabajadora en el centro, cuya estancia va desde los 11 euros al día. "Aquí no hay más ruido que el de los propios perros, cada uno está en su 'box' y los alimentamos y paseamos en sus horarios", dice sobre las instalaciones y hace hincapié en la importancia de elegir aquellas que tiene licencia para garantizar el bienestar de los animales.
Desde Alboraya, la residencia canina Bracos de Saboya, aseguran que en estas fechas pueden llegar a tener entre un 70 y un 80% de las plazas cubiertas, ya sea por miedo a los petardos o porque sean "los propios dueños los que quieran abandonar la ciudad". "Nos pasa todos los años, en estas fechas nos llegan muchos perros", asegura el propietario Carmelo Rubio, que indica que hay que "poner de parte de todos" para que la "convivencia" entre mascotas y Fallas sea posible. "Hay que seguir el sentido común y que los dueños puedan evitar acercar sus mascotas a las Fallas, y si hay personas que van a tirar petardos que tengan cuidado de no hacerlo junto a los animales", señala.
Otros pueblos de Valencia como Sagunto también tienen las residencias completas. "Estos días son una locura. Tenemos reservas desde hace más de mes y medio para el fin de semana de Fallas. Estamos prácticamente llenos y las de los alrededores seguramente también", dice Ricardo, propietario de un centro canino de la localidad.
Piden reducir los petardos durante las horas de paseo
Este año el bando fallero del Ayuntamiento de Valencia ha incluido la recomendación de no tirar petardos entre las 15:00 y las 17:00 de la tarde para facilitar los paseos, una sugerencia que se une a la de no utilizar pirotecnia de 02:00 de la noche a 07.30 de la mañana en los días principales de la fiesta (del 15 a 19 de marzo).
Esta medida no es obligatoria, por lo que no siempre se sigue. "Muchas veces son los niños los que lanzan los petardos, no puedes decirles ahora sí y después no", lamenta un vecino, mientras pasea con perro entre los coloridos 'ninots'. "Si es por la noche y tiran petardos, llora como un niño", dice otra valenciana sobre su mascota.
“Si es por la noche y tiran petardos, llora como un niño“
Perros y gatos tienen un rango de audición hasta cuatro veces mayor que el de los seres humanos, de hasta 20.00 hz para los canes y de 50.000 para los felinos. Según estudios recientes, entre el 53% y el 74% de los perros tienen miedo a los ruidos fuertes y a los petardos, que les provocan cuadros de ansiedad, taquicardias e hiperventilación.
Hervás apunta a la importancia de educar, "en la medida de lo posible", a los animales cuando son pequeños a ruidos fuertes. "Los petardos son lo más frecuente, pero hay animales que también tienen miedo a la música o a sonidos de vehículos (motos, autobuses, etc)", indica. Las Fallas, además, no es el único momento del año en el que las mascotas sufren. Este miedo se repite durante las festividades navideñas y de Año Nuevo de toda España, momentos en los que también se lanza pirotecnia.
'Cuevas seguras', educar y calmantes: otras recomendaciones
El temor de las mascotas puede llegar a provocar incluso la muerte de algunas de ellas. "Hay perros que se escapan en el parque, que son atropellados, que se lanzan por la ventana desde sitios muy altos o perros que se destrozan las patas arañando puertas para intentar escapar. Son casos extremos, pero que los vemos con cierta frecuencia", explica a TVE, el vocal del colegio de veterinarios de Madrid, Manuel Lázaro.
“Hay perros que se escapan en el parque, que son atropellados, que se lanzan por la ventana desde sitios muy altos“
Para no llegar a ese límite y que los perros no sufran, esta fobia se puede prevenir. "Los cachorros se pueden educar a los sonidos a que los toleren y demás. Eso si estamos a tiempo, sino consultar a los veterinarios", aconseja Lázaro. Además de las residencias caninas y la educación, los profesionales también recomiendan calmantes u opciones más caseras como construir refugios auditivos con cajas y mantas. De esta manera, se pueden crear 'cuevas segura' en casa, un concepto instintivo para perros, en este caso, poco falleros.