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De la quiebra del Silicon Valley a la crisis del Credit Suisse: la desconfianza reina en una dura semana financiera

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De la quiebra del Silicon Valley a la crisis del Credit Suisse: la desconfianza reina en una dura semana financiera
De la quiebra del Silicon Valley a la crisis del Credit Suisse: la desconfianza reina en una dura semana financiera

En poco menos de una semana han concurrido dos crisis financieras en dos países que afectan a bancos diferentes y que no tienen nada que ver entre sí más allá de que han confluido en el tiempo.

Aun así, ambas de una manera u otra han afectado a los mercados financieros despertando desconfianza al traer de vuelta los miedos del pasado y replanteando las políticas actuales de la FED y el BCE.

Primero fue la quiebra del banco tecnológico Silicon Valley Bank (SVB) en California y menos de una semana después ha sido la crisis del histórico banco suizo Creditt Suisse la que ha provocado la semana más dura a nivel financiero en mucho tiempo. Aunque por el camino estos acontecimientos también han dejado secuelas a modo de réplica en otros bancos como el First Republic Bank.

Según los expertos estamos viviendo un terremoto financiero y ahora hay que saber hasta dónde llegarán las réplicas. A pesar de que en apenas unos días dos bancos estadounidenses se han visto obligados a cerrar y hay otros con grandes pérdidas, los profesionales del sector piden tranquilidad.

Fallos en la supervisión de pequeños bancos en EE.UU.

Algunos analistas creen que lo que ha ocurrido es el fracaso del sistema de control estadounidense. "Se ha fallado en la supervisión de los bancos regionales o los bancos más pequeños", explica sobre la situación vivida en EE.UU. , el catedrático de economía de CUNEF, Santiago Carbó. "Coincide que son bancos regionales, con un nivel de supervisión menor, y que están teniendo en este momento mayores dificultades conforme la economía se ha debilitado", añade Carbó.

Esa falta de supervisión es imposible de entender sin la crisis financiera del 2008, una situación de la que ahora es complicado no acordarse y pensar si puede volver a repetirse. Aquella situación acabó con rescates millonarios a los bancos y primero comenzó en Estados Unidos para extenderse luego al otro lado del Atlántico.

Para que no se volviese a repetir, el entonces presidente norteamericano, Barack Obama firmó en 2010 una ley con más medidas de control para que las entidades más pequeñas tuviesen que demostrar su solvencia. Pero en 2018, el sucesor de Obama, Donald Trump, rescindió muchas de ellas y tumbó los controles para los bancos pequeños y medianos que tienen menos de 250.000 millones en activos. Precisamente, el Silicon Valley Bank fue uno de esos bancos que se benefició de la falta de controles. De aquellos polvos, estos lodos.

El Credit Suisse, un banco con "debilidad"

¿Estamos entonces ante una posible crisis de las dimensiones de 2008? La respuesta es no. "La crisis parece limitarse a un banco con un modelo muy distinto de la banca europea", explica el economista Julio Rodríguez, de Economistas Frente a la Crisis.

"El modelo de este banco es un modelo atípico, es un banco dirigido vía Zoom. Esta crisis recuerda más a una que hubo anteriormente con las cajas de ahorro de EE.UU. en los años 80 que a la de 2008", contextualiza Rodríguez.

A pesar de ese modelo diferente y los controles en Europa para prevenir estas situaciones, unos días después de la quiebra del SVB el germen pareció saltar al otro lado del Atlántico y el Credit Suisse vivió fuertes caídas. Otra vez el fantasma de 2008 vuelve a aparecer: primero quiebra un banco en Norteamérica y luego la banca europea ve como se desploman sus valores.

"El negocio bancario es muy sistémico, de forma que en los depósitos siempre hay incertidumbre respecto a si se van a poder o no recuperar y en este caso cuando automáticamente un banco entra en una situación clara de quiebra, todo el mundo empieza a mirar qué banco tiene debilidades y esa debilidad estaba en el Credit Suisse", añade Rodríguez.

El banco suizo es un banco que llevaba años siendo golpeado por escándalos de reputación, firmas de riesgo colapsadas y problemas de confianza. Y en un contexto de desconfianza mundial, el Credit Suisse ha vuelto a verse señalado. "No le había pasado nada excepcional recientemente, pero como ya estaba sometido a una desconfianza, pues esto ha hecho que la crisis se extienda a este banco suizo", dice Rodríguez.

Para frenar la caída en picado del banco helvético, el Banco Nacional de Suiza le ha mostrado su apoyo y se ha comprometido a sanear las cuentas de la segunda mayor entidad financiera del país con un préstamo de 54.000 millones de dólares.

La UE y el BCE revisa su saneamiento

Por si acaso, la Unión Europea ya está pidiendo a cada uno de los bancos del sistema financiero comunitario que realicen inspecciones exhaustivas para que comprueben el riesgo de exposición a esta crisis financiera y saber si están infectados o no.

"Con Credit Suisse, en ese sentido se ha seguido primero al milímetro el protocolo que se estableció hace más de diez años. No es un rescate, es apoyar la liquidez de los depósitos. Lo segundo, es que por parte de los supervisores del resto de los bancos centrales, es pedir a todos los bancos que midan la exposición a estos riesgos", asegura el economista Javier Santacruz en una entrevista en La Hora de la 1.

24 horas - Santacruz, economista: "La banca en la sombra se ha triplicado en cinco años" - Escuchar ahora

Y entre tantas idas y venidas también hay otros bancos afectados. Este mismo jueves una decena de grandes bancos estadounidenses tuvieron que unirse para rescatar el First Republic Bank, que en las últimas horas estaba calcando los movimientos del SVB y parecía acercarse al abismo. "Las carteras y los activos de determinados bancos que podrían ser susceptibles de tener problemas, pues han empezado a tenerlos", vuelve a explicar el catedrático de economía de CUNEF, Santiago Carbó.

"Si dentro de dos, tres o cuatro semanas todo se ha podido apuntalar a través de ayudas de liquidez y otros programas que se puedan generar por los bancos centrales del mundo occidental, claramente no generará más", tranquiliza Carbó.

Los bancos españoles, "contaminación mínima"

Ante posibles apuntalamientos, el BCE ha querido comprobar este viernes que sus instituciones estaban saneadas, y entre ellas se encuentran la banca española.

"En los bancos españoles la contaminación es mínima. La gran mayoría de bancos españoles están muy concentrados en España. Estamos poco expuestos tanto a los créditos como a las operaciones que hacen los grandes bancos europeos. Ahora eso beneficia, ser una especie de isla", asegura por su parte Santacruz.

Pero por si acaso y para volver a recalcar un mensaje de calma, tranquilidad y optimismo, la ministra de Economía española, Nadia Calviño aseguró este jueves en los pasillos del Congreso de los Diputados que se "está siguiendo muy de cerca la situación" y pide "actuar con la máxima prudencia". Pero no duda en resaltar un mensaje claro de "confianza en el sector bancario de la zona euro".

A pesar de ese mensaje de tranquilidad, que también repiten desde el BCE, los índices de los parqués europeos han vuelto a perder este viernes por el temor a lo que pudiera venir y es que la incertidumbre nunca es una buena compañera y las secuelas del pasado y la crisis del 2008 todavía está muy presente para muchos.