¿Dónde se esconde la felicidad?: cuando la búsqueda de la "paz interior" se convierte en una "enfermiza obsesión"
- Psicólogos y filósofos comparten su opinión sobre la máxima aspiración de los seres humanos y debaten las claves para ser feliz
- Según un estudio de la Universidad de Harvard, las relaciones de calidad serían una pieza clave
Ser feliz es una de las principales preocupaciones de los seres humanos desde el origen de la historia. Sobre esta perenne búsqueda se han escrito incontables libros, se han creado otras tantas películas e incluso se han realizado estudios para determinar qué nos acerca a lo que la Real Academia Española define como un “estado de grata satisfacción espiritual y física”. Con motivo del Día Internacional de la Felicidad, RTVE.es ha preguntado a psicólogos y filósofos para abordar esta incógnita.
“La forma en la que entendemos la felicidad nos está enfermando“
Para el escritor y profesor de Filosofía Eduardo Infante, la felicidad puede ser algo difícil de experimentar en el siglo XXI. “Está claro que queremos ser felices, los medicamentos más usados son los antidepresivos, pero la forma en la que entendemos la felicidad nos está enfermando”, sugiere. Según Infante, el capitalismo genera en muchas personas una visión “hedonista e individualista” que la relaciona “con la satisfacción del deseo”, uno “alienado” y conectado con el éxito, la fama o el dinero.
Hoy día, además, “las redes sociales tampoco ayudan a ser feliz”, añade por su parte la psicóloga Aliety Fernández, presidenta de la asociación Psicotrauma. La presión y la exigencia de estos “escaparates” en los que los usuarios tienden a enseñar solo lo mejor de sí mismos puede dificultar enormemente la realización de la propia felicidad. Las redes no suelen mostrar el sufrimiento, el fracaso o el malestar, y “la gente llega a consulta sintiéndose infelices porque no pueden llegar a esos estándares”.
Por el contrario, la psicóloga propone “aprender a valorar y a agradecer lo que se tiene” en lugar de pensar que “nuestras vidas no son tan bonitas como las de los otros” como una de las claves de la multifactorial y subjetiva felicidad. Una felicidad que quizás no se trate más que de “un ideal” o "una utopía", señala al respecto el filósofo Carlos Javier González. “Siempre estamos en pos de alcanzarla”.
¿Qué es la felicidad?
Si algo es la felicidad es una eterna pregunta frente a la que se han formulado multitud de respuestas. En la historia de la filosofía, por ejemplo, González asegura que la que más se ha repetido es la que tiene que ver con la autarquía -"la capacidad que tenemos de gobernarnos a nosotros mismos"-, con el autoconocimiento y con la independencia de juicio.
La felicidad no es ni un estado de ánimo ni una meta, sino "un camino", continúa el autor de La tiranía de la felicidad. "Un camino que hay que trabajar con perseverancia" y durante el que se disfrutan de "momentos de alegría". Comparte una opinión similar el también docente Eduardo Infante, quien la define como "un estado de evolución, de crecimiento humano" al recordar a Aristóteles. "Tiene que ver con el desarrollo óptimo del alma a través de virtudes", explica.
La psicología tiene igualmente una opinión al respecto. Según la doctora Aliety Fernández, la felicidad es "una toma de responsabilidad personal ante la propia vida", una actitud de aceptación de "nuestra historia, nuestros aciertos, nuestros fracasos y nuestro potencial". "Es algo a trabajar, hay que esforzarse en ella", pero, a la vez, señala, es "es una construcción individual muy subjetiva". Lo que puede hacer feliz a una persona en un momento vital puede no funcionar de la misma forma para otra.
Por su parte, el psicólogo Rafael Santandreu entiende la felicidad como "sosiego interno". "La gente se siente feliz cuando tiene paz interior", un estado que puede durar años y que no es incompatible con momentos de adversidad. Pero para el escritor de libros como El arte de no amargarse la vida, el quid de la cuestión no se encuentra en lo que se entiende por felicidad, ya que cree que "tenemos un buen criterio sobre qué es", sino en cómo se pretende "alcanzarla": "A veces pensamos que se consigue consumiendo".
Dominados por la validación externa, el deseo y el dinero
El frenético y neoliberalista siglo XXI no es el mejor contexto para trabajar la felicidad, comparten los expertos. "Estamos dominados por la validación externa, hemos perdido la autarquía y la independencia. Ahora se está poniendo la felicidad en manos de las expectativas de la sociedad" en lugar de en el autoconocimiento y el desarrollo personal, opina el profesor Carlos Javier González.
La sociedad actual, además, es "hiperproductiva, rentabilista y nos impone patrones que cumplir" a ojos del filósofo, quien asegura que "estamos obsesionados con el dinero" como paradigma del éxito. Por ello en ocasiones se confunde el camino de la felicidad con la consecución de objetivos, cánones o bienes materiales que, una vez alcanzados, no suelen dejar más que la sensación de que "siempre hay algo más a lo que aspirar".
“Creemos que el único lugar en el que podemos desarrollarnos es en el trabajo“
"Hoy día creemos que el único lugar en el que podemos desarrollarnos es en el trabajo", afirma también Eduardo Infante, autor de Filosofía en la calle y No me tapes el sol. Dicha idea para un griego de antaño "sería horrible", pues encontraban en el ocio "el tiempo del hombre libre" y la "dignidad" de la vida humana, es decir, la felicidad.
A estas circunstancias se le suele sumar la conocida como positividad tóxica, que niega las emociones desagradables a favor de una constante y presunta felicidad que fomenta la "autoexigencia" junto con el resto de expectativas de la sociedad, continúa González. Lo hace a través de lemas como “deja de darle vueltas a todo y sonríe” o "si lo intentas, lo consigues", ampliamente presente desde en bolsas y tazas hasta en las redes sociales.
"Le ponemos tantas condiciones al hecho de ser feliz que nunca llegamos a disfrutar de la alegría, del camino y de momentos como las conversaciones agradables o los paseos sin meta más allá de respirar y sentir el sol. Igual deberíamos dejar de centrarnos en esa utopía que nos imprime una autoexigencia enfermiza", concluye el filósofo.
Las claves de la felicidad, según los expertos
Para el psicólogo Rafael Santandreu, la clave de la felicidad se encuentra en el interior de los seres humanos. El experto opina que lo más importante "es tener una gran filosofía de vida", pues "el 90% o el 80% del grueso de la felicidad depende de tu pensamiento y de tus interpretaciones". "La mayor parte de la felicidad está en tu mente, no en lo que te sucede", insiste a RTVE.es.
Comparte una idea similar la doctora Aliety Fernández, quien señala que, aunque el contexto socioeconómico influye "metiéndonos en estados de miedo o pesimismo y creando trabas para la felicidad", casi siempre "quedan márgenes con los que trabajar". "La felicidad tiene que ver con cómo nos enfocamos frente al sufrimiento y cómo aprendemos a convivir con nuestros errores", por lo que Fernández propone "aprender a celebrar las pequeñas cosas y a aceptar nuestra historia".
Por su parte, los filósofos entrevistados alertan del peligro de atribuir la felicidad como una responsabilidad exclusiva del individuo y acusan a los libros de autoayuda, enfocados en ese sentido, de ser "una trampa mortal". "Te hacen creer que puedes alcanzar lo que quieras y que si no eres feliz es tu culpa", a la vez que a veces promueven una definición de felicidad unida al deseo, aporta Infante.
La felicidad no se consigue tras seguir unos pasos. "Un libro difícilmente va a solucionarte la vida", advierte al respecto Josep Darnés, autor de La burbuja terapéutica que pasó 15 años buscando la felicidad entre gurús. Ahora asegura que aún no ha encontrado respuesta."En mi caso pasa por intentar no machacarme, cuidar mi salud y descubrir mi misión en la vida", pero sugiere que quizás es mejor no pensarlo demasiado, "la búsqueda puede volvernos un poco locos".
“Las conexiones nos protegen frente a las heridas de la vida“
En cualquier caso, los filósofos sí proponen ciertas ideas. Cuestionar el modo de vida y el modelo de felicidad "impuestos por el sistema", volver a "la vida en comunidad" más allá del individualismo hedónico y "recuperar el tiempo presente" son algunas de ellas. Consejos que el famoso estudio de la Universidad Harvard a tres generaciones de personas respalda en su libro Una buena vida. Aunque "el dinero y los logros tienden a acaparar nuestras prioridades", lo que nos mantiene "sanos y felices" son "las buenas relaciones". "Las conexiones nos protegen frente a las heridas de la vida", puede leerse en sus páginas.