'My sunny Maad', amor y opresión después (y antes) de los talibanes
- La cineasta checa Michaela Pavlátová ganó el César a la mejor película de animación y fue nominada al Globo de Oro
- Su película recrea la experiencia de una mujer occidental en una familia afgana durante la ocupación estadounidense
La corresponsal de guerra checa Petra Procházková, una de las periodistas más reconocidas de su país, se enamoró y fue a vivir a Afganistán tras la caída de los talibanes de 2022. Procházková dejó reflejada su historia en un libro que la cineasta Michaela Pavlátová ha aprovechado como base de My sunny Maad, una historia de opresión de la mujer, que ganó el César a la mejor película de animación, fue nominada al Globo de Oro, y ahora se estrena en España.
Pavlátová solo usa la premisa y transforma a la famosa periodista en Herra, una estudiante universitaria, algo desarraigada en República Checa, que se enamora de Nazir, un estudiante afgano en la facultad, y se instala en Kabul con la intención de crear una familia.
“Buscaba un tema con una protagonista fuerte y me enamoré del libro, aunque el hecho de que la historia sucediese en Afganistán era secundario para mí”, explica la cineasta en una entrevista para RTVE.es. “Sin embargo también era muy potente el encuentro de dos culturas, que me fascinaba. También que una vez miras a una familia descubres que viven la misma vida que nosotros: luchan, hay desacuerdos y se quieren”.
Nazir y su padre forman parte de un sector liberal de la sociedad afgana, pero las distancias son enormes con la cultura europea. Instalada en el aniquilador reino del burka, Herra asiste al matrimonio concertado de una niña apenas adolescente o el sometimiento absoluto de su cuñada. Hasta que empieza a cuestionarse el sentido de su matrimonio y su permanencia en el país.
“Cuando hicimos la película todavía era posible vivir allí, incluso grabar en un estudio de doblaje, pero todo eso se acabó en agosto 2021 (fecha de la evacuación de las tropas estadounidenses en Kabul)”, dice Pavlátová. “La nueva situación dio una publicidad inesperada a la película, y, sobre todo, ahora el final tiene un significado diferente”.
El poder de la animación para adultos
El enfoque humanista de la película cristaliza en Saad, un niño que Herra y Nazir adoptan porque es rechazado en el país por su enfermedad. Dotado de una alta capacidad intelectual, pondrá a Herra ante el dilema de las consecuencias de abandonar Afganistán.
Hace pocos años, Las golondrinas de Kabul recreó en otra primorosa película de animación las miserias de la sociedad talibán. Pavlátová defiende el poder de la animación para acercarse a realidades inaccesibles. “Hace años, dos directores checos quisieron convertir en libro en un largometraje que se rodaría en Marruecos, pero no encontraban productor”, señala. “Pero al plantearlo como animación conseguimos financiación. Y con la animación puedes criticar realidades de un modo que en la imagen real sería demasiado fuerte”.
Pavlátová no conoce Afgansitán y se nutrió de los consejos de Procházková y del abundante archivo audiovisual. “A veces se critica porque no es del todo honesto, pero siento que no es una película sobre Afganistán, sino sobre una familia”, concluye.