"Las Mujeres con síndrome de Down cuentan y nos relatan", microrrelatos audiovisuales por la igualdad
- Un cortometraje para romper estereotipos en el día internacional del síndrome Down
- Unas 1.000 familias de Castilla-La Mancha forman parte de entidades
Cada 21 de Marzo se celebra el Día Internacional del Síndrome de Down, una condición que tienen cerca de 30.000 personas en todo el país. El objetivo este año es romper con los prejuicios con la campaña 'No somos un estereotipo. Somos mucho más'. La Federación Down Castilla-La Mancha se suma a este mensaje con un Cortometraje protagonizado por cuatro mujeres de la región.
Las protagonistas
A sus 23 años, Ángela trabaja en el Ayuntamiento de su pueblo, Moral de Calatrava. “Ordeno papeles, paso textos a Word, me mandan tareas… Y no me aburro”, cuenta entre risas. En su tiempo libre le gusta salir con sus hermanos y sus amigos, tocar el cajón, o dar masajes, y reconoce que su manía es ser muy ordenada, “no me gusta ver nada descolocado”, dice.
Alicia tiene 30 años y vive en Ciudad Real. En unas semanas comenzará a trabajar en una escuela de música, pero antes ha trabajado en Carrefour. Cuando termina su jornada, explica que le gusta “Tik-tok, salir de cañas, de fiesta, o ir al cine”. Y tiene un sueño: “irme a un piso tutelado para estar con compañeros y compañeras”.
Una aspiración que Verónica, con 35 años, ya cumple en Toledo. Vive con 7 personas más, y asegura que la convivencia es buena: “Tenemos normas y hacemos nuestras tareas con turnos. Hacemos la lista de la compra, cocinamos, hacemos recetas saludables y platos combinados, una pone la mesa, otra limpia…”. Estudia por la mañana, y trabaja en un comedor escolar por la tarde. Y le gustan los tatuajes.
“He sido campeona de España de natación trece o catorce veces y he cruzado el Estrecho de Gibraltar“
Silvia tiene 40 años y lleva diecinueve como ordenanza en la Universidad de Castilla-La Mancha gracias a un proyecto de Adocu, la Asociación de Síndrome de Down de Cuenca. Su hobbie desde bien pequeña es la natación, y lleva veintiséis años en el Club de su ciudad. Hace un repaso a sus logros: “He sido campeona de España trece o catorce veces. Tengo muchas medallas de Oro, Plata y alguna de Bronce. Y he cruzado el Estrecho de Gibraltar”.
Son cuatro mujeres que tienen mucho en común. Son independientes, trabajan, hacen deporte, salen con sus amigos... Y son las protagonistas del cortometraje Las Mujeres con síndrome de Down cuentan y nos relatan. Microrrelatos audiovisuales por la igualdad. Un proyecto de la Federación Down Castilla-La Mancha. En él, cuentan sus historias de vida, sus rutinas, sus metas, sus logros, o la ilusión con la que viven sus proyectos.
‘No somos un estereotipo. Somos mucho más’
Las vidas de estas cuatro castellanomanchegas están muy lejos de los estereotipos que muchos tienen de las personas con síndrome de Down. Miradas llenas de prejuicios que, según afirma María Amparo Gómez, Coordinadora de Programas de Down Castilla-La Mancha, “tienen que ver con que son angelitos, efusivos con las relaciones y amistades, testarudos, almas ingenuas…”. Esto crea una infantilización y una sobreprotección que “impide vivir sus proyectos de vida de forma independiente”.
“Los estereotipos les impiden vivir sus proyectos de vida de forma independiente“
Así, las personas con síndrome de Down tienen el hándicap de romper barreras construidas por la propia sociedad, ya que en ocasiones se presupone que no son capaces de hacer ciertas cosas. José Julian García, Presidente de la Federación, pone el ejemplo: “Si yo os digo que ha cruzado el Estrecho de Gibraltar a nado, quien lo oye difícilmente se va a imaginar que es una mujer con síndrome de Down. Eso ya es un prejuicio”. Ellas mismas han sufrido situaciones incómodas. “De pequeña lo pasé un poco mal”, dice Silvia. A lo que suma Ángela “Cuando voy andando me miran un poco raro”.
En este cortometraje demuestran cómo ellas pueden hacer todo lo que se propongan. En Castilla-La Mancha estiman que unas 1.000 familias forman parte de entidades. Piden una mirada amplia, diversa y libre de prejuicios que ponga en valor la singularidad de cada persona.