Enlaces accesibilidad

Rusia asume la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, una "bofetada a la comunidad internacional" para Kiev

Por
Rusia asume la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU

Rusia asume este sábado la presidencia de turno del Consejo de Seguridad de la ONU, una responsabilidad que ocupará por un mes y que es fundamentalmente protocolaria, pero que ha enfurecido al Gobierno ucraniano y ha generado llamamientos al boicot. Durante abril, la delegación rusa será la encargada de gestionar la agenda de trabajo y de presidir las reuniones del máximo órgano de decisión de Naciones Unidas, a cuyo frente se coloca cada mes un Estado miembro en base a una rotación por orden alfabético.

El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, ha instado al resto de miembros del Consejo de Seguridad a no permitir que Rusia abuse de su mandato. "Es una bofetada a la comunidad internacional. Insto a los actuales miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a frustrar cualquier intento ruso de abusar de su Presidencia", ha escrito en Twitter. El ministro añadió a su mensaje las etiquetas "BadRussianJoke" (Broma rusa de mal gusto) e "InsecurityCouncil" (Consejo de Inseguridad).

Kuleba ya había afirmado en referencia a la postura ucraniana de que Moscú heredó ilegalmente el puesto de la Unión Soviética y a la reciente decisión de la Corte Penal Internacional contra el presidente ruso, Vladímir Putin, que "Rusia usurpó un asiento, está llevando a cabo una guerra colonial, su líder es un criminal de guerra reclamado por la CPI por secuestrar niños".

Uno de los principales beneficios del puesto es que la Presidencia puede organizar sesiones especiales sobre asuntos que considere particularmente importantes y que a menudo cuentan con la presencia de miembros del Gobierno. En el caso ruso, está previsto que el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, viaje a Nueva York para presidir al menos dos de estos encuentros, uno centrado en el respeto a la Carta de Naciones Unidas y otro sobre el conflicto palestino-israelí, según han adelantado fuentes diplomáticas.

Moscú pasa por alto la guerra en Ucrania

Sin embargo, Moscú no propone ninguna reunión en la que se aborde la guerra en Ucrania, aunque las cuestiones sobre armas y multilateralismo seguramente acaben aludiendo a ese conflicto. Así lo ha adelantado el representante ruso ante el máximo órgano de Naciones Unidas, Vassily Nebenzia, en una entrevista reproducida por la misión diplomática de Rusia ante la ONU. Más allá de los temas que periódicamente trata el Consejo de Seguridad, independientemente del país que ejerza la presidencia, Rusia pondrá sobre la mesa el 10 de abril la cuestión de "los riesgos derivados de la violación de los acuerdos que regulan la exportación de armas y de productos militares".

Según Nebenzia, muchos países exportadores de armas "desprecian abiertamente su propia legislación nacional, así como los acuerdos internacionales diseñados para evitar que las armas caigan en manos equivocadas". Aunque no lo menciona, Rusia ha criticado duramente el suministro de armas de países de Occidente a Ucrania, un factor clave que ha contenido la invasión rusa del país.

El programa oficial, que se aprobará y presentará el próximo lunes, está repleto en todo caso de encuentros rutinarios sobre los distintos conflictos y cuestiones de las que se ocupa el Consejo, independientemente de quién lo presida.

No se prevé un boicot

En un artículo de opinión reciente, el embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, ha subrayado que la Presidencia da a Rusia un verdadero poder, y recuerda que la última vez que la ocupó fue cuando inició la invasión, por lo que considera que hay base legal para excluirla de ese puesto, e incluso para expulsarla del Consejo de Seguridad. Esa interpretación de las normas, sin embargo, choca con la de la mayoría de países, incluidas las potencias occidentales, que consideran que las normas no permiten una medida de ese tipo.

Por ahora, no se espera que los países del Consejo escuchen los llamamientos al boicot lanzados por algunas organizaciones proucranianas y, como mucho, podrían optar por enviar a diplomáticos de menor rango a algunas de las reuniones organizadas por Rusia, según diplomáticos.

En general, el resto de potencias consideran que no se debe poner en peligro el trabajo del órgano y restan importancia a la figura de la Presidencia. "No creo que le debamos dar gran importancia", aseguró esta semana un diplomático occidental que pidió el anonimato y que se mostró convencido de que Rusia ejercerá la responsabilidad de forma "profesional".