Enlaces accesibilidad
Elecciones parlamentarias en Finlandia

Los finlandeses deciden el futuro de Sanna Marin con la vista puesta en la entrada en la OTAN

  • En el último sondeo, el SDP que lidera la primera ministra, Sanna Marin, se sitúa en tercera posición
  • El proceso de ratificación para la entrada de Finlandia ha sido el más rápido de la historia de la Alianza Atlántica

Por
Los finlandeses deciden el futuro de Sanna Marin con la vista puesta en la entrada en la OTAN

Finlandia celebra este domingo elecciones parlamentarias tras una compleja legislatura protagonizada por el repentino giro del país nórdico hacia la OTAN. Los sondeos apuntan a un resultado muy reñido a la hora de hacerse con el mayor número posible de los 200 escaños que están en juego.

Después de recibir este jueves el visto bueno del Parlamento de Turquía -el último de los 30 miembros de la OTAN que faltaba por ratificar el ingreso-, ya solo restan unos trámites formales para que Finlandia certifique su plena integración en dicha organización.

Putin empuja al país nórdico hacia la Alianza Atlántica

El presidente ruso, Vladímir Putin, lanzó hace poco más de un año su ofensiva a gran escala sobre Ucrania, entre otros motivos para intentar evitar una expansión de la Alianza Atlántica hasta sus fronteras, pero al hacerlo desató el efecto contrario.

Temerosos de un Putin agresivo e imprevisible, en mayo pasado los dos únicos países no alineados de la región del mar Báltico (Finlandia y Suecia) decidieron terminar con su tradicional neutralidad militar y pidieron el ingreso urgente en la organización.

"El motivo por el que solicitamos la adhesión a la OTAN es muy simple: la línea de la OTAN es la única que Rusia no se atrevería a cruzar", dijo a la prensa la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, para justificar el ingreso.

La histórica decisión contó con el respaldo casi unánime de la población y la clase política finlandesas y el ingreso fue aprobado por abrumadora mayoría por el Eduskunta (Parlamento) y el presidente, Sauli Niinistö.

Un proceso de adhesión exprés

El proceso de ratificación para la entrada de Finlandia en la OTAN ha sido el más rápido de la historia de la organización, ya que diez meses después de que ambas naciones nórdicas solicitaran su ingreso, todos los aliados han dado ya su visto bueno a Helsinki.

Los dos últimos en hacerlo tras meses de bloqueo fueron Hungría, cuyo parlamento ratificó la adhesión este lunes, y Turquía, que hizo lo propio en la medianoche del jueves.

En cambio, tanto Hungría como Turquía se han negado de momento a dar luz verde a la entrada de Suecia por distintos motivos, en lo que muchos analistas ven una maniobra coordinada entre Budapest y Ankara, y exigen continuar negociando con el país escandinavo.

El coste económico de la pandemia de la COVID-19

Además del ingreso en la OTAN, la legislatura que ahora termina ha estado marcada por la pandemia de la COVID-19, la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania y la alta inflación, un cóctel que ha golpeado duramente a la economía finlandesa y al poder adquisitivo de los ciudadanos.

Una imagen de la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

El Gobierno de centro-izquierda liderado por Sanna Marin incrementó notablemente el gasto público para paliar los efectos de la pandemia, cuyos costes fueron financiados principalmente mediante la emisión de deuda. Ello provocó que la deuda pública se disparara en el año 2020 desde el 64,9 % hasta el 74,8 % del Producto Interior Bruto (PIB) y que el déficit registrara un histórico 6 %, el más alto de este siglo, según las estadísticas oficiales.

Una vez superado lo peor de la pandemia, la situación de las finanzas públicas experimentó una mejoría y a finales de 2022 el déficit se situó en el 0,8 %, mientras que la deuda cayó hasta el 71,7 %.

Sin embargo, la crisis energética y la inflación provocaron una ralentización de la economía finlandesa que llevó al país a la recesión, tras sufrir dos contracciones consecutivas de su PIB en los dos últimos trimestres de 2022.

En lo que llevamos de año la deuda pública ha vuelto a crecer y se sitúa ya en el 73 %.

Por ello, el principal tema de debate durante la campaña ha sido cómo reducir el endeudamiento público sin enfriar la economía ni desmantelar el estado nórdico de bienestar.

El SDP que lidera la primera ministra, en tercera posición en los sondeos

El partido conservador Kokoomus, el grupo ultraderechista Verdaderos Finlandeses y el Partido Socialdemócrata (SDP) se disputan la victoria en las eleccioneS, a las que acuden casi igualados en intención de voto.

El sondeo más reciente, publicado el jueves por la televisión nacional YLE, otorga a los conservadores un 19,8 % de los sufragios, tres décimas más que a los Verdaderos Finlandeses, por lo que las dos principales fuerzas de la oposición están virtualmente empatadas.

Imagen del edificio que alberga el Parlamento de Finlandia.

El SDP que lidera la primera ministra, Sanna Marin, se sitúa en tercera posición con el 18,7 % de los votos, pese a mejorar un punto los resultados que obtuvo el partido en los comicios de 2019.

El sondeo, cuyo margen de error es del 2 %, parece confirmar la lenta pero progresiva pérdida de apoyo de los conservadores, quienes hace apenas tres meses aventajaban en más de cinco puntos a su entonces principal rival, los socialdemócratas.

También evidencia una tendencia al alza de la ultraderecha, que en las últimas semanas ha logrado sobrepasar al SDP en la segunda posición arrebatando votos a los conservadores.

De confirmarse los pronósticos, el gran perdedor en estas elecciones será el Partido de Centro, principal socio del SDP en la coalición de Gobierno, que lograría el 10,7 % de los sufragios y cosecharía el peor resultado de su historia.

También retrocedería el partido de Los Verdes, tercer socio de Gobierno, que obtendría el 9 % de los votos -2,5 puntos menos-, aunque se mantendría como la quinta fuerza política del país.