'Empieza el baile', Dario Grandinetti y Mercedes Morán se reencuentran a ritmo de tango
- Hablamos con el actor argentino y con la directora, Marina Seresesky
- La película ganó los premios del público y al mejor actor de reparto, en Málaga, y se estrena este 5 de abril
Ganadora del premio del público y del mejor actor de reparto (Jorge Marrale) en el reciente Festival de Málaga, Empieza el baile es una emocionante comedia dramática que cuenta la historia de una famosa pareja de bailarines de tango (Dario Grandinetti y Mercedes Morán), que se reúnen tras más de 30 años sin verse e inician un disparatado viaje, de Madrid a los Andes, junto a su inseparable amigo Pichuquito (Jorge Marrale).
Una cinta que se estrena en cines este miércoles, 5 de abril, que cuenta con la participación de RTVE, y sobre la que hemos hablado con su directora y su protagonista.
“Quería contar -asegura Marina Seresesky-, esa necesidad de volver, pero no una cosa física de volver desde España, donde llevo viendo 24 años, a Argentina; sino esa necesidad espiritual de volver a vivir desde la alegría y no desde la nostalgia. Y entonces aparecieron estos personajes que contaban un regreso y un reencuentro. Un reencuentro en el que hay secretos y muchas ganas de que encajen las piezas de esa antigua amistad. Y esas piezas a veces encajan y otras no”.
Grandinetti (Hierro, Hable con ella) nos comenta: "Creo que es una película que cuenta algo que es muy caro para nosotros, los argentinos. Y es que en la Argentina tenemos miles de historias de exilios, algunos muy dolorosos, pero todos nos descubren cosas sobre nosotros. Y en este caso es algo que a mí me resonaba, que es el compartir el recuerdo feliz de tres personas que se querían, que se quieren, que vivieron juntos los momentos más felices de su vida”.
“Yo recomiendo a los que puedan, que se reencuentren con su pasado y, sobre todo, con esos amigos que representan esos momentos felices que todos añoramos -añade el actor-. Yo no hago análisis sesudos de los guiones que me llegan, pero esta vez me conmovió lo que contaba la película porque entendía perfectamente lo que le pasaba a esa persona. Y encima, los tres actores nos conocemos desde hace décadas, lo que hizo más fácil meternos en el papel, porque fue como reencontrarte con los compañeros del colegio, ese tipo de cosas que nos pasan a todos”.
El tango es otro de los protagonistas de la película
El tango es otro de los protagonistas de la película, como nos cuenta María: “En Argentina yo bailaba tango. Pero cuando llegué aquí, hace 24 años, dejé de bailarlo e incluso de escucharlo, para no estar muy enganchada en la melancolía, porque como lo echaba tanto de menos al principio, decidí no escuchar. Hasta que hace seis años, cuando escribí la película, volví a reconectar con el espíritu de tango y con esa manera de entender Argentina, que es muy especial, porque no es solamente desde la melancolía, sino desde una pasión y desde la música que uno escucha desde que nace, en las radios, y que tiene interiorizada. Por eso yo quería que esta vuelta fuera con el tango”.
“Aunque -añade la directora-, lo hemos hecho de una manera muy moderna, porque tenemos la suerte de contar con la música de Piazzola, que es el grande del tango, pero también el que lo ha revolucionado y catapultado a otra dimensión. Por eso creo que el tango era imprescindible para contar la historia de estos tres personajes”.
"Mi relación con el tango es muy cercana"
Dario Grandinetti explica así cómo es su relación con el tango: “Es muy cercana. En mi casa, mi padre escuchaba mucho tango y todos los sábados veíamos Grandes valores del tango, el programa emblemático de la televisión argentina. Y a los 20 años yo me sabía la letra de muchos tangos, lo que no era común entre mis amigos. Mi abuela también me hacía escuchar mucho tango. Me encanta el tango, pero bailarlo no es fácil. No todos los argentinos bailamos tango, como no todos los sevillanos bailan sevillanas. Pero eso lo puede explicar mejor Marina porque es una gran bailarina de tango".
“Es complicado -añade la directora- y, sobre todo, requiere una compenetración muy especial con la pareja, que se da en contadas ocasiones. Porque el tango no se puede bailar desde la frialdad. Por eso el tango es tan importante en la película, porque estos dos personajes, a los que interpretan Mercedes y Dario se entregaron completamente en su momento, y no solo en el tango, sino también en su vida amorosa y pasional”
“Pero, aunque la película pueda ser una comedia romántica, también hablamos de la amistad, que para mí, y creo que para todos, es fundamental -continúa Marina-. Y también es una carta de amor a esos momentos y lugares que nos hicieron felices”.
"Todos tenemos un pasado al que volver"
Destacar que la química tan especial entre los protagonistas se debe a que se conocen desde hace décadas y han trabajado juntos. “A Marina le gusta decir que para ella fue muy fácil porque con nosotros tres tenía casi el trabajo hecho. Y yo se lo agradezco, pero ella es el alma de la película. Una película que para una actriz y dos actores argentinos es muy fácil de entender, porque estamos hablando de nuestra propia historia”.
“Como dice Marina, todos tenemos un pasado al que queremos volver -añade el actor-. Que recordamos con cariño. A mí no me gusta decir nostalgia porque se asocia enseguida con algo doloroso. Y ha sido muy fácil volver a ese pasado. Pero Marina era la que controlaba de qué partes de ese pasado íbamos a hablar, dentro de qué género, y en que tono. Por eso digo que ella es el alma de la película”.
"Me gustan esos personajes que lo tuvieron todo y lo perdieron"
Preguntamos a Marina si para estos dos personajes se ha basado en alguna pareja concreta de tango: “No, no me he basado en ninguna en especial, aunque si he visto a muchas. Son una mezcla de muchas parejas. Hubo una época en que los bailarines eran auténticas estrellas. Pero luego llegó una época de crisis, en la que el tango sufrió mucho. Y a mí me gusta mucho hablar de esos personajes que lo tuvieron todo y lo perdieron todo también. Creo que son personajes muy emocionantes como directora y como espectadora”.
La película también nos habla sobre esa gente importante, familiares, amigos, que se quedan por el camino, pero que, de alguna manera, siempre siguen con nosotros. “Si -nos comenta Dario-, son personajes que han vivido una vida muy larga y ahí entra todo: la alegría, la felicidad, el dolor, la frustración… De hecho, en la película nombramos a algunos personajes que, desde que la rodamos hasta ahora, ya no están”.
“No creo que haya que exorcizar eso. Yo no creo en hacer catarsis de esas cosas en una película o en una novela. Son cosas muy personales que, inevitablemente, un actor o una actriz vuelca en sus personajes cuando trabaja. Porque en el trabajo de un actor está todo lo que le ha pasado en la vida, el dolor, el sufrimiento, las alegrías, la frustración… Todo. Los actores y las actrices somos bastante esponjas -asegura Grandinetti-”
“Pero a mí, hacer una película, una función de teatro, no me alivia de ese dolor, ¡ojalá! -concluye el actor-
Empieza el baile, cuenta con la participación de RTVE y se estrena en cines este 5 de abril