Credit Suisse pide perdón a sus accionistas: "Sólo había dos opciones, fusión o bancarrota"
- Axel Lehmann asegura que "no logramos superar el impacto de escándalos del pasado"
- Los accionistas de Credit Suisse cargan contra la directiva: "Nos han engañado"
El presidente de Credit Suisse, Axel Lehmann, ha inaugurado este martes lo que se espera sea la última junta general de accionistas del banco antes de ser absorbido por UBS, con un discurso en el que ha pedido disculpas por la crisis que llevó a la entidad a su precipitada fusión, ya que, en su opinión, la otra opción era "la bancarrota".
"Finalmente sólo había dos opciones, un acuerdo o bancarrota, y la fusión tenía que seguir adelante, los términos debían aceptarse", ha asegurado Lehmann ante cientos de accionistas convocados en Zúrich.
Si se hubiera optado por una reestructuración bajo las leyes bancarias suizas, "se habría presentado el peor de los escenarios, con una pérdida total para los accionistas, riesgos impredecibles para los clientes, graves consecuencias para la economía y para los mercados financieros globales", ha afirmado.
"Hoy es un día triste", ha reconocido Lehmann, al tiempo que, ha asegurado que "son palpables la amargura, el enfado y el shock de todos los que han quedado decepcionados, abrumados y afectados por los acontecimientos de las últimas semanas".
"No hubo tiempo para enderezar la situación"
Lehmann, quien asumió la presidencia del banco a comienzos de 2022 y abanderó en octubre del pasado año un proyecto de reestructuración para intentar sacar al banco de su crisis financiera y de imagen, ha admitido que "no hubo tiempo para enderezar la situación".
"No logramos superar el impacto de escándalos del pasado, contrarrestar titulares negativos con hechos positivos", ha reconocido el empresario suizo.
"En una fatídica semana de marzo todos nuestros planes se desbarataron", ha indicado en referencia a los días previos a la venta a UBS el 19 de marzo, con grandes caídas en bolsa de la entidad, contagiada de la crisis bancaria que se inició en EEUU con el colapso del Silicon Valley Bank.
Lehmann ha asegurado que la aprobación de la venta a UBS por parte del consejo de administración (saltándose el trámite de que fuera votada por los accionistas) ha sido "uno de los momentos más difíciles", que ha desembocado en "una solución que trae claridad, seguridad y estabilidad".
"Credit Suisse no existirá en su forma actual en el futuro, y lo que queda es, comprensiblemente, decepción, amargura y tristeza por el fin de un banco en el que creímos", ha concluído el presidente de la entidad fundada en 1856.
"Por eso, lo siento de verdad. Pido disculpas porque ya no pudimos detener la pérdida de confianza que se había acumulado a lo largo de los años y por decepcionarlos", ha añadido.
Tasas de interés, inflación y volatilidad del mercado
En este sentido, el presidente de la entidad suiza ha asegurado que creyó en el éxito de los esfuerzos por cambiar Credit Suisse, "hasta el comienzo de la fatídica semana", pero ha apuntado que la combinación del aumento de las tasas de interés, la inflación y la volatilidad del mercado sacudieron la confianza y, tras los problemas relacionados con los bancos estadounidenses, hubo temores de un contagio mundial.
"Las redes sociales y la digitalización avivaron las llamas de este miedo. Esto nos golpeó en nuestro punto más vulnerable a mediados de marzo", ha defendido, en su intervención ante la junta general anual de accionistas, la primera en modo presencial de los últimos cuatro años y la última que tendrá lugar en los 167 años de historia de Credit Suisse, el presidente del banco.
"Estamos comprometidos a gestionar este proceso de forma transparente y a mantener este tiempo de incertidumbre lo más breve posible", ha afirmado, expresando su deseo de que, junto con Credit Suisse, el nuevo UBS podrá expandir y fortalecer significativamente su posición de liderazgo como administrador de riqueza global con sede en Suiza, lo que abre nuevas perspectivas para todos los involucrados.
"Nos han engañado"
Los accionistas de Credit Suisse han expresado, en la misma junta general de accionistas, su ira por la mala gestión de los directivos del banco. "Siento que esta institución me ha engañado, y que el Gobierno no ha comunicado bien", ha afirmado el primer accionista en intervenir, quien ha asegurado que los responsables de la entidad "se durmieron en los laureles durante los últimos 15 años".
"Tranquilos, no he traído una pistola", ha indicado el accionista tras llamar la atención sobre el hecho de las altas medidas de seguridad que rodearon la asamblea de este año, donde la tensión era palpable y se oyeron incluso gritos desde el público.
Vincent Kauffmann, director de la Fundación Ethos, importante accionista compuesta por fondos de pensiones y otros inversores institucionales suizos, ha indicado por su parte que ellos habían pedido en numerosas ocasiones que se investigaran las operaciones de riesgo de la entidad y sus numerosos escándalos, que en su opinión "habían arruinado su reputación".
"Debemos asegurarnos de que los accionistas seamos compensados de la mejor forma posible tras las grandes sumas de dinero perdidas, y de que la directiva asuma su responsabilidad en la crisis", ha señalado Kauffmann.