El juez ordena el traslado del atacante de Algeciras a una unidad psiquiátrica
- Forenses de la Audiencia Nacional determinaron que Kanjaa podría tener "un posible trastorno delirante"
- El magistrado sigue investigando al joven por supuesto terrorismo yihadista
El juez ha ordenado el traslado del atacante de Algeciras, Yassine Kanjaa, a una unidad psiquiátrica adscrita Instituciones Penitenciarias. Fuentes jurídicas indicaron a RTVE que el magistrado Joaquín Gadea ha tenido en cuenta el informe forense provisional de la Audiencia Nacional que recomendaba su ingreso y el diagnóstico definitivo sobre su salud mental se hará desde esa unidad.
El pasado mes de marzo, los forenses de la Audiencia Nacional determinaron que Kanjaa podría tener "un posible trastorno delirante" y plantearon la posibilidad de internarlo en una unidad psiquiátrica para observar su evolución y poder examinarlo mejor en un futuro.
Al mismo tiempo, el juez ha decidido seguir investigando por supuesto terrorismo yihadista al joven marroquí de 25 años en la causa por el asesinato de un sacristán y las agresiones a otras personas, entre ellas un sacerdote, cometidos el 25 de enero en Algeciras (Cádiz).
El juez explica en la resolución que de las diligencias practicadas hasta el momento se infiere la existencia de indicios de que el asesinato y las agresiones cometidas la tarde de la fecha referida por el investigado respondía a fines terroristas.
El juez tiene en cuenta la identidad de las personas agredidas
Añade que, por tanto, "sin perjuicio de la calificación que se precise al finalizar la instrucción, los hechos investigados encajan en un delito de asesinato y otros dos en grado de tentativa con fines terroristas".
Para ello, Gadea tiene en cuenta la identidad de las personas agredidas, el lugar de comisión de los hechos, los datos aportados al procedimiento sobre acceso a páginas de internet y las propias manifestaciones realizadas por el investigado en su declaración.
El juez relata que de lo investigado se desprende que Yassine Kanjaa acudió sobre las seis y media de la tarde del 25 de enero a la iglesia de San Isidro, en la plaza del mismo nombre de Algeciras, donde empezó a vociferar expresiones y a realizar referencias a elementos religiosos en árabe y en español, refiriéndose al corán y a la biblia y señalando a una de las vírgenes en una actitud desafiante.
Añade que tras una breve disputa dialéctica, finalmente el detenido decidió marcharse del lugar sobre las 18:45.
El auto relata que después de salir de la iglesia, Yassine Kanjaa regresó a su domicilio, cogió un machete de grandes dimensiones, lo ocultó bajo la chilaba negra que vestía, apagó su teléfono móvil y lo guardó en el interior del cajón de su mesita.
Agrega que sobre las 19:00 horas, cuando salía de su domicilio, se encontró con la primera de sus víctimas, a la que le causó lesiones. Cuando Yassine Kanjaa le mostró el machete, el agredido salió huyendo.
El agresor reconoció la intención de hacer daño al párroco
El juez destaca que el propio Yassine Kanjaa reconoció que le agredió con la intención de matarle, pues cree que es "un marroquí-español que frecuenta esa iglesia por ser converso y no practicar la auténtica religión, el islam".
Indica que en torno a las 19:15 Yassine Kanjaa regresó a la iglesia de San Isidro profiriendo gritos en árabe y se dirigió por el pasillo central hacia el altar donde se encontraba el sacerdote con el machete en mano.
El sacerdote trató de escapar, pero cuando inició la huida tropezó y cayó, momento en el que Yassine Kanjaa le dio un fuerte golpe en la nuca.
Sobre las 19:25, Yassine Kanjaa acudió a otra iglesia, la de Nuestra Señora de la Palma, donde se dirigió hacia el sacristán, Diego Valencia, que intentó huir, siendo perseguido por el investigado que le daba continuos golpes con el machete hasta que ya en la plaza Alta la víctima cayó al suelo.
"Ese es el momento en el cual Yassin asesta dos golpes mortales dirigidos a la decapitación" del sacristán, indica el juez.