Fracasa la reunión del Gobierno francés y los sindicatos por la reforma de las pensiones
- Las principales centrales sindicales francesas pedían la retirada del texto legal
- Élisabeth Borne se ha negado a cambiar la reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación
La reunión entre la primera ministra francesa, Élisabeth Borne, y los sindicatos sobre la reforma de las pensiones concluye en un "fracaso" ante el rechazo de la jefa del Gobierno a retirar el texto legal, según han anunciado los sindicalistas.
"Es forzosamente un fracaso", afirma Cyril Chabanier, presidente del sindicato CFTC, a la salida de la reunión de los líderes de las ocho principales centrales sindicales galas con la primera ministra. Los sindicatos mantienen una gran movilización en las calles contra la elevación de la edad de jubilación.
"La primera ministra ha dicho que quiere mantener su texto, una decisión grave" ya que la reforma "es rechazada por la casi totalidad de la población", añade Chabanier, quien considera que la reforma "es tan injusta como brutal".
Su principal mensaje es que los sindicatos no están dispuestos a abrir negociaciones sobre otras cuestiones laborales, como quería Borne, mientras no retire en primer lugar esta controvertida reforma, que retrasa de 62 a 64 años la edad mínima de jubilación.
"Muy tarde" para negociar
El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central del país), Laurent Berger, se queja de que la primera ministra sólo les hubiera convocado ahora que el proceso de adopción de la ley está ya concluido, y "es muy tarde".
Pero aunque reconoce que otras cuestiones laborales que la primera ministra pretendía poner encima de la mesa son importantes, recalca que están en relación con las pensiones y con el retraso de la edad de jubilación. Por eso, Berger llama a que "haya el máximo de trabajadores y de ciudadanos en las manifestaciones" de este jueves, en la que será la undécima jornada de movilización nacional contra la reforma.
La nueva líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, consideró "inútil" el encuentro, que duró poco más de una hora, y descalificó a "un gobierno radicalizado, obtuso y desconectado" de la realidad, además de "irresponsable" por el clima social que ha generado.
"El Gobierno es responsable del desorden", añadió Binet, que asegura que las movilizaciones tienen que continuar "hasta que el Gobierno entienda que no hay más salida que la retirada de esta reforma".
Los sindicatos han pedido "responsabilidad" al Consejo Constitucional, que el próximo 14 de abril debe validar o no la ley en lo que puede marcar un nuevo punto de inflexión en la crisis de las pensiones. Para las centrales, el órgano de interpretación de la ley de leyes debe "ver que nuestra democracia necesita calma" tras casi tres meses de protesta social.