El papa lava los pies a doce menores en un correccional de Roma pocos días después de recibir el alta
- Ya estuvo en ese centro hace 10 años en su primera Semana Santa como pontífice en el 2013
- El pontífice fue ingresado por una bronquitis y permaneció cinco días hospitalizado
El papa ha lavado los pies a doce menores -diez chicos y dos chicas- reclusos en el correccional de Casal del Marmo en Roma, hasta donde ha acudido esta tarde a celebrar la misa de Jueves Santo, tan solo cinco días después de que le dieran el alta hospitalaria.
Francisco ha entrado en silla de ruedas al centro penitenciario -donde ya estuvo hace 10 años en su primera Semana Santa como papa en 2013- y ha sido acogido por el sacerdote capellán penitenciario, Nicolò Ceccolini.
El pontífice ha anunciado a los menores que iba a lavarles los pies como lo hizo Jesús con sus discípulos. "Espero conseguirlo porque no puedo caminar bien", ha apreciado.
El pontífice ha lavado y besado sus pies
Los jóvenes estaban sentados en un palco situado en alto a la altura del torso del Pontífice para evitar que tuviera que agacharse cada vez ante cada uno ellos. Con cuidado, el Pontífice ha lavado y besado sus pies. Entre ellos había diez chicos -cinco mayores de edad y cinco menores- y dos chicas -una mayor de edad y un menor-.
En la capilla, ante un centenar de internos, funcionarios y trabajadores del correccional donde rompió moldes hace una década lavando los pies a una joven mujer musulmana, el Papa ha improvisado la homilía para recordar a los menores internados que "el Señor está siempre de su lado" y que "nunca se asusta" de lo que tienen dentro.
"Llama la atención que Jesús, justo el día antes de ser crucificado, tuviera este gesto lavar los pies. Entonces era una costumbre hacerlo antes de entrar en casa, pero era un trabajo de esclavos", les ha contado a todos ellos y al centenar de personas congregadas en la capilla de la prisión.
"Yo haré el mismo gesto, pero no es una cosa folclórica, es un gesto que dice como tenemos que ser nosotros con los demás", explicó antes de animar a ayudarse los unos con los otros "porque así la vida es más bonita".
El pontífice fue ingresado por una bronquitis y permaneció tres días hospitalizado hasta que le dieron el alta del hospital Gamelli en Roma.