Rusia acusa de "espionaje" al periodista estadounidense Gershkovich

• Este delito está castigado con hasta 20 años de cárcel
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Imagen de archivo sin datar del periodista estadounidense Evan Gershkovich. El Servicio de Seguridad de Rusia (FSB) asegura que le ha detenido por "espionaje".

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ha acusado de "espionaje" al periodista norteamericano Evan Gershkovich, detenido la semana pasada en Rusia. El reportero de 'The Wall Street Journal' ha rechazado los cargos, según informan agencias rusas.

Según Interfax, Gershkovich ha sido procesado en virtud del artículo 276 del Código Penal ruso, una acusación castigada con hasta 20 años de cárcel. Mientras, el Wall Street Journal siempre ha negado "enérgicamente" todas las acusaciones y ha pedido su liberación inmediata.

Los abogados del reportero han recurrido su detención, mientras decenas de periodistas independientes rusos escribieron una carta demandando su liberación y calificando de gratuita la acusación.

Por el momento, como el proceso es secreto, se desconocen los pormenores del caso, aunque el detenido se encuentra bien de salud y de ánimo, según han informado los activistas rusos que le visitaron en prisión preventiva.

Sospechoso de espiar para Estados Unidos

"El FSB abortó las actividades ilegales del corresponsal de la delegación de Moscú del periódico estadounidense 'The Wall Street Journal' y ciudadano estadounidense Evan Gershkovich, sospechoso de espionaje en interés del Gobierno de EE.UU.", señaló el FSB en un comunicado, recogido por las agencias rusas.

Según el FSB, Gershkovich "recopilaba por encargo de la parte estadounidense informaciones secretas sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso".

Moscú justifica la detención del informador

Tras la detención, la portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajarova, aseguróen Telegram que lo que el periodista estaba haciendo en Yekaterimburgo "no tiene que ver con el periodismo" y que no es el primer occidental arrestado "con las manos en la masa".

Esta es la primera ocasión en que las autoridades actúan contra un medio extranjero, aunque desde el inicio de la guerra, Rusia ha intentado dificultar el trabajo de la prensa.