Enlaces accesibilidad

Veinte años de las muertes del periodista Julio Anguita Parrado y del cámara José Couso en la guerra de Irak

  • El 7 de abril de 2003, un proyectil iraquí acabó con la vida del periodista de El Mundo Julio Anguita Parrado
  • Y un día después, el cámara de Telecinco José Couso murió en el ataque estadounidense al hotel Palestina

Por
Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - 20 años de la muerte de Julio Anguita Parrado y José Couso en Irak

Esta semana se cumplen 20 años de una de las semanas más negras para el periodismo español. El 7 de abril de 2003, el periodista Julio Anguita Parrado moría al ser alcanzado por un misil iraquí mientras trabajaba como enviado especial para El Mundo a la guerra de Irak, y un día después, el cámara de Telecinco José Couso era asesinado por un proyectil estadounidense que alcanzó el hotel Palestina, donde solía alojarse la prensa internacional.

Esos días eran los últimos momentos de la guerra de Irak, de la que informaban el periodista Julio Anguita Parrado y el cámara José Couso.

Anguita Parrado, hijo del que fuera coordinador general de IU, Julio Anguita, era uno de los más de 500 periodistas que viajaban junto a las tropas estadounidenses y escribían crónicas durante la guerra. Estuvo empotrado en la Segunda Brigada de la Tercera División de Infantería del Ejercito de EE.UU.

El día que murió, según recuerda Alfonso Bauluz, periodista de la Agencia EFE y actual presidente de Reporteros Sin Fronteras, que coincidió en la guerra con Anguita Parrado, el reportero había decidido quedarse en la base de operaciones que había montado el Ejército norteamericano cerca de Bagdad antes de derrocar al régimen de Sadam Husein, y no acompañar a los carros de combate en una expedición "muy arriesgada".

Sin embargo, lo que parecía una decisión prudente, según continúa su relato, acabó en una desgracia porque en el almacén agrícola que los americanos habían convertido en base cayó un misil que le mató a él, al fotógrafo alemán Christian Liebik y a dos soldados.

El ataque al hotel Palestina

Un día después de la muerte de Julio Anguita Parrado, José Couso también se convertía en otra víctima de la guerra de Irak. El 8 de abril de 2003, un tanque de EE.UU. disparó contra un hotel, un "blanco" supuestamente prohibido en el que se encontraba la mayoría de periodistas internacionales que cubrían el conflicto. Fruto de ese ataque murieron tres periodistas, entre ellos Couso.

El periodista y escritor Jon Sistiaga, su compañero entonces en Telecinco, ha explicado a Efe que le llevó todo lo rápido que pudo al hospital dentro del caos que reinaba y después de rescatarle de los escombros de un balcón ardiendo, lleno de cristales.

"Tuve que tomar decisiones tan graves como autorizar que la amputaran una pierna para intentar salvarle la vida y al final no pudo ser y murió en mis brazos", se lamenta Sistiaga, que salió en helicóptero de Bagdad hacia España con el cadáver de Couso.

Veinte años después, Sistiaga defiende la necesidad de esclarecer quién dio la orden de disparar, a su juicio, "aposta" al hotel para "acabar con las imágenes y con la retransmisión en directo de lo que iba a ser la caída de Bagdad, el final de la guerra".

Según el periodista, cuando cayó Bagdad, "hubo un 'blackout' informativo y no hubo testigos en directo de o que estaba ocurriendo". No obstante, confía en que la filtración de una información confidencial pueda aclararlo en algún momento.

Concentración ante la Embajada de EE.UU.

El próximo día 22, la familia del cámara se volverá a concentrar frente a la Embajada de EE.UU. para que se haga justicia y se cumpla el acuerdo de coalición de recuperar el criterio de la jurisdicción universal y perseguir a los criminales de guerra.

De lo contrario, sostiene David Couso, hermano del cámara, se lanzará "un claro mensaje donde se legitima la impunidad y que matar a periodistas sale gratis".

Desde 2019 los familiares esperan que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos resuelva de forma favorable el recurso que interpusieron contra la sentencia del Constitucional, que avaló el archivo del caso, en el que fueron procesados tres militares estadounidenses por supuesto delito contra la comunidad internacional.

Pasados todos estos años, la familia siente "tristeza, dolor, rabia e impotencia" porque aún no hay justicia para José Couso.