Manifestantes interrumpen un acto de Macron en La Haya: "¿Dónde está la democracia francesa?"

• "Presidente de la hipocresía y la violencia", se leía en la pancarta desplegada por las personas que han interrumpido el acto
• Francia lleva semanas enfrentándose a protestas multitudinarias contra la reforma de pensiones aprobada por el Ejecutivo

Manifestantes interrumpen un acto de Macron en La Haya, "¿Dónde está la democracia francesa?"

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido interrumpido este martes en La Haya por manifestantes que le han preguntado "cuándo va a escuchar a los millones de personas en la calle" y "dónde está la democracia francesa", cuando el mandatario se disponía a pronunciar un discurso sobre el futuro de Europa. El incidente se produce a pocos días del 14 de abril, la fecha prevista para que el Consejo Constitucional francés se pronuncie sobre la reforma de las pensiones aprobada por decreto el mes pasado, esquivando así su votación en la Asamblea Nacional, en la que el Ejecutivo no cuenta con la mayoría necesaria.

"Nadie escucha. Hay millones de personas en las calles. Se han dejado de lado las convenciones del clima. ¿Qué puedes decir cuando hablas de Europa?", ha dicho uno de las personas que ha interrumpido al dirigente francés durante el acto celebrado en el Nexus Instituut, un 'think tank' holandés.

"Presidente de la hipocresía y la violencia"

Poco después de que se empezaran a escuchar las primeras preguntas lanzadas desde los palcos a voz en grito, a las que el presidente, que se disponía a iniciar su intervención, respondía incialmente con un "¿me permitís que responda?", los manifestantes han desplegado una pancarta en la que se leía "Presidente de la hipocresía y la violencia".

"¿Dónde está la democracia francesa? ¿Dónde la hemos perdido?", han seguido gritando los manifestantes, que han sido desalojados por agentes de seguridad minutos después.

El mandatario ha respondido desde el escenario la importancia de "que haya un debate social" y ha asegurado que podía responder "a todas las preguntas" sobre lo sucedido en Francia. Ha defendido, además, el valor de la democracia, añadiendo que "este tipo de intervenciones están prohibidas" en una dictadura y que quienes no respetan el proceso electoral y a los líderes electos ponen en peligro la democracia.

"Se vota y se elige a la gente... la contrapartida es que hay que respetar las instituciones votadas por el pueblo", ha dicho Macron.

El Consejo Constitucional tiene previsto pronunciarse el viernes sobre la reforma de las pensiones, por la que Francia lleva semanas enfrentándose a protestas multitudinarias en las calles. La nueva normativa, que fue la propuesta estrella de Macron durante su campaña electoral, retrasará la edad a la que podrán jubilarse los trabajadores franceses, entre otras medidas.

El mandatario defiende su reforma

Durante su discurso, en el que ha defendido cinco pilares de la integridad europea, el mandatario ha vuelto a mencionar su polémica reforma, aunque advirtiendo que no iba a profundizar en ella, y ha defendido que es "necesaria".

“Me gustaría aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años y cuando comparo, en otros países va mucho más allá de los 64", ha defendido el mandatario, que ha puesto su nueva normativa como ejemplo de una serie de reformas necesarias en Europa "si queremos seguir siendo productores en este continente".

El mandatario francés se encuentra de visita oficial en La Haya, la primera de un jefe de Estado francés a Países Bajos en más de 20 años. Macron y su esposa, Briggite, pasarán dos días en el país por invitación del rey Guillermo Alejandro, que ha recibido a la pareja junto a la reina Máxima con una ceremonia en Amsterdam.

Al comienzo de la visita, Macron ya se había enfrentado a un grupo de manifestantes que portaban una pancarta contra la reforma de las pensiones frente al palacio real.

Los sindicatos franceses, que han advertido que continuarán con las movilizaciones, han convocado para el jueves una nueva jornada de protestas en todo el país. Los sondeos de opinión muestran que la mayoría de los votantes se oponen a la reforma y respaldan las protestas.