Beatriz Flamini, tras pasar 500 días aislada en una cueva: "No he pensado ninguna vez en abandonar, no quería salir"
- La deportista ha batido el récord mundial de permanencia en una cueva en aislamiento
- "Sigo anclada en el 21 de noviembre de 2021, no sé nada del mundo", ha reconocido
La alpinista Beatriz Flamini ha asegurado, tras abandonar la cueva en la que ha permanecido aislada durante 500 días, que "no ha pensado ninguna vez en abandonar" y que "de hecho, no quería salir". La deportista ha estado durante ese tiempo a 70 metros de profundidad, sin contacto con el exterior, ni referencias temporales de ningún tipo. De este modo, ha batido el récord mundial de permanencia en una cueva en aislamiento.
Flamini abandonó el pasado jueves la cueva situada en la localidad granadina de Motril, entre una gran expectación y aplausos. La deportista fue recibida con abrazos de sus amigos y por el equipo que le ha estado dando soporte durante estos 500 días de aislamiento. "Sigo anclada en el 21 de noviembre de 2021, no sé nada del mundo", ha reconocido, aludiendo a la fecha en la que entró en la cavidad.
Como ha descrito, perdió la noción del tiempo aproximadamente a los dos meses, ya que "hubo un momento en el que tuve que dejar de contar los días, y ya perdí la percepción temporal el resto del tiempo". Para entretenerse, Flamini se dedicó a "leer, escribir, dibujar…", aunque ha destacado que durante la mayor parte del tiempo ha "disfrutado por estar donde quería estar" y poder "experimentarlo".
La deportista asegura que, aunque hubo momentos difíciles, como una invasión de moscas, nunca pensó en abandonar por "coherencia", y que el "truco" para afrontar situaciones extremas está en centrarse "en el aquí y en el ahora". Aún sin haber podido tomar una ducha tras su salida lde la cueva, Flamini ha ofrecido una conferencia de prensa de una hora junto al presidente de la Federación Andaluza de Espeleología, Francisco Hoyos.
Flamini ha comparecido durante más de una hora para relatar este desafío personal que le ha regalado momentos "difíciles y muy bonitos". Mantiene que conocía antes de entrar los riesgos, especialmente psicológicos, a los que se enfrentaba, pero nada de los que dejaron escrito los psicólogos le ha ocurrido a ella, salvo "alucinaciones auditivas porque estás en silencio y el cerebro se las inventa".
Proyecto 'Timecave'
La vivencia de Flamini forma parte del proyecto 'Timecave', que se inició hace dos años, cuando esta apasionada de expediciones en solitario por las cimas más altas del mundo y experta en autosuficiencia contactó con la productora Dokumalia para plantearle el reto de permanecer sola y sin contacto exterior en una cueva durante 500 días.
Durante estos 500 días, se ha ido registrando su vida cotidiana bajo tierra, un registro que han seguido de cerca las Universidades de Granada y Almería para estudiar cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo, así como los cambios neuropsicológicos que ha conllevado este tremendo desafío ante la soledad, la ausencia de luz natural y el aislamiento cognitivo y social.
Su estancia en la cavidad ha estado controlada en todo momento por un equipo de espeleólogos, que, además, prepararon la cueva escogida para el reto.
Los miembros de este equipo externo elaboraron un plan de emergencias ante posibles incidentes y durante el aislamiento de la deportista han velado por su seguridad, controlando su estado de salud a través de los pasos por las cámaras de vigilancia y las tarjetas de vídeo y notas que entregaba en un punto concreto y que hacían llegar principalmente a la psicóloga e investigadores.
También le han suministrado alimentos y el agua a través de intercambios que se realizaban en un punto intermedio de la cavidad donde no es posible cruzarse ni mantener comunicación.