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'La Pablo Renovable': el barrio solar más grande de Europa nace en Madrid para "democratizar" la energía

  • Las placas en los tejados que comienzan a instalarse en una urbanización de Rivas permitirán ahorrar 500 euros al año por hogar
  • El proyecto abastecerá a 1.500 vecinos, lo que supone un salto de magnitud dentro del autoconsumo colectivo en España

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Placa solar en un tejado
La instalación de placas solares beneficiará a unos 1.500 vecinos de la urbanización Pablo Iglesias de Rivas

El barrio solar más grande de Europa empieza a tomar forma en el municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid. Esta semana han comenzado a colocarse las placas solares que proporcionarán energía a cerca de 1.500 personas, un autoconsumo colectivo de 865 kW de potencia en total, lo que supone un salto de magnitud para esta nueva forma de consumo energético en España. Actualmente, las instalaciones más comunes están entre los 15 y los 30 kW.

"Hay mucha sensibilidad por hacer cosas concretas por nuestro planeta, por las vecinas y vecinos, por nuestros hijos, y también por nuestro bolsillo", explica a RTVE.es Ana Lillo, vecina de la urbanización Pablo Iglesias, donde se está desarrollando este proyecto, llamado La Pablo Renovable. Una vez las placas estén en funcionamiento, el ahorro en la factura de la luz puede ser de 500 euros al año por hogar, mientras que se dejarán de emitir casi 300 toneladas al año el CO₂, calculan.

Pero además del factor medioambiental, que pesó mucho a la hora de tomar la decisión de apostar por el autoconsumo, Lillo reivindica la idea de "democratizar" la energía. "Que todo esté en manos de la gente y no de empresas, decir basta ya de ciertos abusos y de ciertos beneficios extralimitados", expone.

Uno de los tejados de la urbanización Pablo Iglesias, donde esta semana ha comenzado la instalación de placas solares

Uno de los tejados de la urbanización Pablo Iglesias, donde esta semana ha comenzado la instalación de placas solares CEDIDA

Un proyecto "pionero" en España: "No hay nada parecido"

El proyecto es "pionero" dentro del autoconsumo solar colectivo, que está "dando sus primeros pasos en España", asegura Laura Feijóo, coordinadora de autoconsumo en la cooperativa energética Ecooo, con la que han trabajado los vecinos de Rivas. "No hay nada parecido en ningún lugar del territorio español, ni en potencia, ni en número de instalaciones", destaca. En total, serán 47 instalaciones de entre 15 y 30 kW.

No hay nada parecido en ningún lugar del territorio español, ni en potencia, ni en número de instalaciones

Aunque no hay datos oficiales actualizados, en Ecooo estiman que solo entre un 1 y un 2% del autoconsumo en España es colectivo, mientras que la inmensa mayoría de la potencia instalada es de autoconsumo individual -en general, la que se instala en viviendas unifamiliares o industrias-.

La Pablo Renovable destaca no solo por la cantidad de potencia instalada sino porque esta se distribuirá entre los vecinos de un barrio -normalmente, las instalaciones más grandes abastecen a industrias-. Concretamente, se beneficiarán más de 500 hogares, un 55% de los habitantes de la mancomunidad.

Un proyecto de esta magnitud con una modalidad energética que se está abriendo aún camino ha sido posible "porque la magia existe", según Feijóo. Y desarrolla: "Ha sido posible porque ha habido un grupo motor que lo ha movido, que de forma completamente altruista y voluntaria, en su tiempo libre, ha hecho mucha pedagogía, ha hablado con todo el mundo de la urbanización y lo hacen porque se lo creen".

Una urbanización con una larga historia de unión vecinal

La urbanización Pablo Iglesias es un barrio peculiar dentro de Rivas. Creada como una cooperativa de viviendas en los años 80, asociada al PSOE y a la UGT -de ahí el nombre-, lleva décadas de historia de unión vecinal para luchar por servicios básicos de los que carecía en un primer momento.

"Cuando vinieron aquí las primeras familias hace 40 años no había ni árboles, ni agua, ni nada", expone Lillo. Por ello, "está en el ADN de este barrio la comunidad, la solidaridad". Esta historia común ha influido en el proceso de esta instalación renovable masiva, pero esta vecina insiste en que no ha sido el factor determinante para que el proyecto se haya hecho realidad. "Había mucha gente que no nos conocíamos hasta las primeras reuniones", aclara.

La Pablo Renovable se empezó a gestar a principios de 2021, en unas reuniones en el exterior, con distancia y mascarillas. El objetivo era ambicioso, un autoconsumo que no fuera individual -como los de chalés o viviendas unifamiliares, donde se concentra la instalación de placas solares en España-, sino colectivo, y que no abarcara un solo edificio, sino las diez parcelas de la mancomunidad.

En las primeras fases del proceso, fueron los vecinos que se encargaron de enfrentarse a todos los trámites burocráticos, "sacando horas de su tiempo libre" para invertirlas en múltiples reuniones e informando a los vecinos. Tuvieron éxito. Pasaron de los cuatro o cinco vecinos que tuvieron la idea original a las más de 500 familias que forman parte del proyecto, un número que ni siquiera esperaban los primeros promotores, reconoce Lillo.

Una inversión de 3.000 euros amortizada en tres o cuatro años

Begoña Pineda es una de las vecinas de toda la vida del barrio. Llegó aquí en 1984, apenas dos años después de la inauguración de la urbanización. "Estábamos en la mitad de la nada, prácticamente solos, nos teníamos que ayudar mucho. Tuvimos un inicio muy reivindicativo y con mucha colaboración entre los vecinos", recuerda.

Ella se apuntó a La Pablo Renovable unos meses después de que se presentara el proyecto, en septiembre de 2021. Lo hizo por conciencia medioambiental y por una factura de la luz que era "para echarse a llorar". Reconoce que, de no haber sido un proyecto comunitario, le hubiera costado mucho más dar el paso hacia el autoconsumo. "A mí lo que más me animó fue el boca a boca y la ilusión de la gente del barrio", explica.

"A mí lo que más me animó fue el boca a boca y la ilusión de la gente del barrio"

Cada hogar ha tenido que poner 3.100 euros para la instalación de las placas, una inversión que se amortiza en un plazo de entre tres y cuatro años. Además, según Pineda, contando las subvenciones públicas y las deducciones en el IRPF, el coste puede bajar hasta unos 1.800 o 1.900 euros.

Entre los participantes en el proyecto, ha habido diferencias a la hora de afrontar este desembolso. "Hay vecinos que han tenido que hacer un esfuerzo muy grande para llegar a poner esos 3.000 euros", asegura Lillo, y algunos han tenido que pedir préstamos.

La urbanización tiene una renta neta mediana por hogar de 22.000 euros en 2020, por encima de la mediana en España (16.000 euros, según el INE), aunque esta vecina incide en que es posible llevar a cabo proyectos de este tipo en comunidades de vecinos y barrios menos acomodados. "En todos los sitios hay muy buena gente dispuesta a dar su tiempo de vida para poner en marcha proyectos colectivos", insiste.

Denuncian las "trabas" que puede retrasar un año el ahorro

Los vecinos esperan terminar la instalación de todas las placas en octubre de este año, pero eso no quiere decir que puedan empezar a notar ya en ese momento el ahorro en la factura. Para ello, hacen falta las autorizaciones de la empresa distribuidora (Unión Fenosa Distribución, propiedad de Naturgy, en este caso), que se están retrasando más de ocho meses, y hasta un año, según Feijóo.

"Es muy frustrante. Las trabas son el gran reto del autoconsumo colectivo, lo más sencillo es poner los paneles", denuncia. Iniciativas como esta se tienen que enfrentar a trámites con la administración local -las que conceden permisos de obra-, autonómica, y "muy especialmente" con las empresas distribuidoras, que "no tienen personal suficiente" y o este "no tiene información y no sabe cómo hacer las instalaciones".

Es agotador saber que tienes ahí tu instalación, que hemos hecho todo este trabajo y que burocráticamente, y con intereses a veces no muy claros, te lo tengan parado meses

"Es agotador saber que tienes ahí tu instalación, que hemos hecho todo este trabajo y que burocráticamente, y con intereses a veces no muy claros, te lo tengan parado meses", critica por su parte Lillo. Los vecinos ya preparan movilizaciones para exigir tanto a la eléctrica como a las administraciones acelerar estas gestiones.

Aun así, Feijóo se centra en lo que ha avanzado el autoconsumo en estos últimos años: "En 2017 y 2018, cuando empezamos a hacer autoconsumo individual, tardábamos dos años en hacer la tramitación, y ahora en dos meses está. Confío en que también lo conseguiremos con el autoconsumo colectivo".

En España, unas 200.000 viviendas ya tienen instalaciones de autoconsumo, lejos aún de Alemania, que con menos sol, tiene dos millones de hogares con tejados solares. Sin embargo, otros datos muestran que en los últimos años el autoconsumo vive un momento dulce en España.

El año pasado se duplicó la potencia instalada, con 2,4 GW nuevos (la mitad para uso industrial), el equivalente a dos centrales nucleares, según la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). El acumulado ya está por encima de los cinco GW, y a este ritmo de crecimiento se podrían alcanzar pronto los nueve GW que prevé el Gobierno para 2030 e incluso superar esa cifra.