Los autónomos, de la pandemia a la inflación: "Estamos peor que hace un año, incluso que hace dos"
- Casi el 20% de estos profesionales afirma que su facturación ha bajado respecto a la de 2022, según el último barómetro de ATA
- Muchos se quejan del encarecimiento de materias primas, energía y transporte, lo que reduce aún más su margen de beneficios
Jesús es autónomo, tiene una pequeña tienda de ropa de mujer en el centro de Salamanca y, además, es socio de un negocio similar en Bilbao. "Estamos peor que hace un año, incluso que hace dos, cuando salíamos de las restricciones de la pandemia. Ahora, sobre todo, es por la inflación”, explica a RTVE.es. Con la subida generalizada de precios, su facturación ha caído alrededor de un 30%, lo que ha mermado su cifra de negocio: "Desde hace dos o tres meses lo notamos en el poder adquisitivo de los clientes: quien antes compraba dos o tres prendas, ahora se lleva una o ninguna".
De forma paralela, su partida de costes se ha ido abultando. Aunque se queja de la subida de la luz, lo que más le ha afectado es el encarecimiento de los productos que compra a sus proveedores y que luego vende al cliente. "Todos han subido entre un 15 y un 20%", cuenta, "y un cinturón que me cuesta todos los años 30 euros, en los últimos pedidos ha llegado hasta 42 euros". Cree que esto irá aumentando y que el pedido de la próxima temporada de invierno será "mucho más caro que el año pasado". A pesar de ello, explica que hasta ahora ha asumido él estos incrementos y que no lo ha repercutido en el precio final.
Además, tiene a dos empleadas contratadas que trabajan en su tienda. En este ámbito, también ha notado un incremento de costes por la subida de sueldo derivada de la reforma laboral y un incremento en las cotizaciones a la Seguridad Social. "Hasta ahora he podido mantener mi plantilla, pero si la venta sigue cayendo y los costes van en aumento, es posible que tenga que reducirla", reconoce. ¿Y cómo contempla el escenario de su negocio en los próximos meses? "Lo veo complicado", cuenta, "ya no solo por los costes, sino porque los hogares tienen menor capacidad de compra y eso puede seguir reduciendo nuestra caja".
Con la pandemia y, posteriormente, la subida de la inflación, el escenario para muchos autónomos se ha vuelto más complicado. De hecho, más del 33% de ellos reconoce que su situación actual es peor que la de hace un año, según el XVII Barómetro publicado por la asociación de autónomos ATA. En este sondeo, casi el 20% de estos profesionales afirma que su facturación ha bajado en comparación con la de 2022, y respecto a sus productos, casi el 70% asegura que ha tenido que subir los precios. Todo ello es, según ATA, resultado de un incremento de costes y precios, lo que pone "en serio riesgo" que estos profesionales puedan continuar con su actividad.
"¿Cómo veo el futuro de mi negocio? En una palabra: incertidumbre"
Una sensación similar tiene Ana, dueña de una tienda de corsetería en el centro de Valladolid especializada en sujetadores, bañadores y bikinis de mujer. "Mi situación es peor que la de hace un año", cuenta a RTVE.es, y aunque la temporada de verano de 2022 fue muy buena, la facturación de otoño ha sido "horrorosa". "Hace muchísimos años que no teníamos un otoño e invierno así de malos, y llevo 13 años con mi negocio", señala.
También ha notado un encarecimiento en el transporte y el alquiler del local. "Tengo proveedores que hacía años que no subían sus precios, y ahora los han incrementado entre un 2 y un 5%", cuenta, algo que de momento ella no ha trasladado al precio final. Por otro lado, ha conseguido mantener a las cuatro personas que trabajan en la tienda: "Normalmente, contratamos a alguien de refuerzo a partir de abril, para la temporada de verano, pero este año no lo vamos a hacer porque no puedo asumirlo".
En este escenario, Ana cuenta que antes podían intuir cuáles iban a ser sus necesidades de material y anticiparse al comportamiento de la demanda en los próximos meses, pero ahora no puede fijar un pronóstico claro: "¿Cómo veo el futuro de mi negocio? Lo resumo en una palabra: incertidumbre".
"Estamos peor que hace un año, pero no por eso dejamos de hacer cosas"
Nuria tiene un negocio en Madrid dedicado a elaborar y vender pan artesano. Divide su actividad entre dos locales donde fabrica y vende sus productos a clientes y restaurantes: "Nos hicimos a cargo del negocio en 2020, en plena pandemia, y hemos ido creciendo", explica a RTVE.es. Lo llevan entre dos mujeres, ella -panadera y administradora única- y su socia, que es quien ha aportado el capital. "Tenemos a tres personas trabajando en el obrador y a otras tres en la tienda", indica, una cantidad que podría aumentar, ya que tiene la intención de abrir otro establecimiento en los próximos meses.
"Estamos peor que hace un año, pero no por eso dejamos de hacer cosas", remarca, y han tenido que tomar otras decisiones en función de cómo han evolucionado sus costes y la demanda en los últimos meses: "Por ejemplo, antes hacíamos un descuento a los restaurantes que servíamos, pero ahora ya no puedo hacerlo porque no puedo mermar aún más mi margen de beneficios, que de por sí ya es bajo".
“"Nuestra factura en mantequilla y huevos ha subido un 30 o un 40%"“
Al tratarse de una panadería, los efectos de la inflación los han notado más en ingredientes, energía y el coste de los envíos, encarecidos por el alza de los carburantes. "Trabajamos con harinas, aceite, nueces, semillas…", señala, "y nuestra factura en mantequilla y huevos ha subido un 30 o un 40%". Con todo, ha seguido con su actividad sin tener que recurrir a despidos, aunque reconoce que han utilizado fondos propios y han pedido líneas de crédito para afrontar gastos fijos. "He mantenido mi plantilla sabiendo que acapara el 54% de nuestro presupuesto mensual", explica, "pero no puedo trabajar con menos gente porque lo que hacemos es un producto artesanal".
Precisamente, los salarios conforman uno de los principales gastos para una pequeña empresa y, como indica el barómetro de ATA, del 53,4% de los autónomos que tienen trabajadores a su cargo, el 38,4% dice haber podido mantener su número de trabajadores. Asimismo, la financiación es otra cuestión clave y, según el mismo informe, casi un 37% de autónomos ha acudido a un banco para solicitar ayuda económica.
“"A pesar de la que está cayendo, tenemos que verlo en positivo. Si no, cerraríamos todos"“
A pesar de estas dificultades, Nuria no quiere caer en la negatividad y asegura que seguirán tomando decisiones en función de las oportunidades que se presenten. Un primer paso es la apertura de una tercera tienda, con la que busca explorar nuevos públicos: "Si vemos que la que abrimos hace casi un año no arranca del todo, la cerraremos para poner el foco en la nueva", indica. Por tanto, su filosofía se centra en ir adecuándose a las circunstancias, lo que ella describe como "una alquimia diaria en la creación, producción y venta", con decisiones que ya no solo toman por semanas, sino en cuestión de días: "A pesar de la que está cayendo, tenemos que verlo en positivo. Si no, cerraríamos todos".
Al hilo de esta reflexión, en marzo había más de 3,22 millones de personas afiliadas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), según el Informe Mensual Afiliados por CC.AA. de marzo de 2023 publicado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Mantener la actividad y a una plantilla con la que lleva 20 años trabajando
Juan Carlos pertenece a otro gremio: es propietario y administrador único de una pequeña empresa de reformas integrales de viviendas y locales que colabora, a su vez, con otros autónomos del sector de la obra. "Somos cuatro personas y llevamos entre 15 y 20 años trabajando en esto", explica a RTVE.es, unos profesionales dedicados a labores de albañilería, pintura, fontanería, demoliciones, dirección de obra y diseño del local.
"Con respecto a hace un año, nuestra situación no ha variado mucho", cuenta, y destaca que en su caso no busca expandir su negocio de forma notable, sino más bien mantenerse en su nivel. Esto le ha permitido, entre otras cosas, poder seguir pagando el sueldo de sus empleados, "lo más caro para una empresa", matiza.
“"La madera, el aluminio y la cerámica han subido entre un 20 y un 30%"“
En su caso, lo que más se ha incrementado ha sido el coste de los materiales de construcción que necesita para las reformas. "La madera, el aluminio y la cerámica han subido entre un 20 y un 30%", cuenta, unos recursos que abarcan el 25% de su gasto mensual. Por ello, su enfoque está centrado en tener varias obras en proceso y poder seguir proyectando un futuro más o menos estable: "Teniendo personal propio, estás condicionado a seguir facturando", explica, "y si mis trabajadores no llevasen 20 años conmigo, mi visión igual sería otra".
Piden medidas para reimpulsar el comercio local
Muchos autónomos conforman una red de comercio local en diversas ciudades y, por ello, ponen valor la atención personalizada frente al comercio electrónico. Ana, con su tienda en Valladolid, explica que es importante "concienciar a la ciudadanía" y "enseñar a los jóvenes, pero también a todos, que la experiencia de compra física es insustituible". Otro aspecto necesario, a su juicio, es mejorar las conexiones de transporte público y los aparcamientos disuasorios de las ciudades para impulsar el acceso de la clientela que viene de otros lugares: "Este tipo de facilidades podría ser interesante y beneficiar a negocios locales".
Pero no solo eso, también piden acciones por parte de los Gobiernos locales. Jesús destaca que el año pasado se fomentaron unas aplicaciones y bonos para fomentar el comercio local en Salamanca. "Nos venía muy bien y aumentó el consumo", cuenta, "pero llevamos un tiempo que no tenemos ningún apoyo". En esta línea, a petición de diversas asociaciones de comercio de la ciudad, el Ayuntamiento ha puesto en marcha a principios de abril el proyecto En Primavera, Activa con el que se entra en un sorteo a cambio de realizar compras por encima de 50 euros en las tiendas adheridas al plan.
En un contexto de inflación que afecta tanto a clientes como a negocios, muchos autónomos reconocen que navegan actualmente entre la incertidumbre y el aumento de costes. "La lucha es difícil. Antes abrías la puerta y lo tenías todo vendido, y ahora es muy complicado", cuenta Ana. Con esta reflexión, destaca una actitud que es, asimismo, extrapolable a todos los sectores: realizar un mayor esfuerzo e innovar en la oferta para poder mantener la facturación.