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Conflictos armados

Los enfrentamientos entre Ejército y paramilitares en Sudán deja más de 90 muertos y unos 940 heridos

  • El Ejército sudanés y la milicia FAR pugnan por el poder en medio del proceso de transición democrática
  • Ambas partes han cesado las hostilidades durante tres horas para la apertura de un corredor humanitario

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El Ejército de Sudán y los paramilitares reivindican el control de lugares estratégicos

Los violentos enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas de Sudán y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuaron este domingo por segundo día consecutivo y dejaron, hasta el momento, más de 90 civiles muertos en todo el país en medio de numerosos llamamientos para alcanzar una tregua.

Aparte de los combates, la jornada estuvo marcada por un tímido cese de hostilidades de tres horas y la apertura de un corredor humanitario en las zonas residenciales que permitió que muchos sudaneses atrapados en escuelas, oficinas u otras instalaciones pudieran regresar a sus hogares, así como dirigirse al hospital.

Según el Sindicato de Médicos sudanés, cinco civiles fallecieron este domingo por la violencia en Jartum y en la conflictiva zona de Darfur, en el oeste del país. Asimismo, el Comité Central de Médicos indicó que hasta el momento ha registrado un total de 90 civiles fallecidos, además de casi 1.000 heridos también entre las filas de los uniformados, pero alertó que la cifra podría ser muy superior porque los equipos de emergencia no tienen acceso a varias zonas del país por la intensidad de los combates.

Testigos y vídeos difundidos en redes sociales dan fe de bombardeos aéreos y combates en la capital, Jartum, y en la cercana localidad de Omdurmán. La ONU ha confirmado además que tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos han muerto en la región de Darfur, el oeste del país, y el programa ha paralizado sus operaciones.

El Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) pugnan abiertamente por el poder desde este sábado, mientras el país espera un proceso de transición democrática para poner fin a la crisis política abierta tras el golpe de Estado de octubre de 2021.

Los enfrentamientos se han desatado entre unidades del Ejército leales al general Abdel Fatah al Burhan, y las FAR, una milicia dirigida por el hasta ahora número dos del régimen, Mohamed Hamdan Dagalo, más conocido como Hemedti. Ambas partes unieron fuerzas para derrocar al presidente Omar Hassan al Bashir en 2019, tras tres décadas en el poder.

Varios países y organizaciones internacionales, incluyendo EE.UU. China, Rusia, Egipto, Arabia Saudí, la ONU, la UE y la Unión Africana, han pedido el cese inmediato de las hostilidades. El gobierno sudanés ha rechazado cualquier "interferencia internacional".

Combates en Jartum

El sábado, las FAR aseguraron que habían ocupado el palacio presidencial, el principal cuartel del Ejército, y el aeropuerto en Jartum, así como varias bases militares, incluida la de Merowe, 300 kilómetros al norte de la capital, donde mostraron imágenes de soldados egipcios capturados.

Al Burhan, sin embargo, negó estas afirmaciones y aseguró que la situación estaba bajo control. El jefe del Ejército instó a las FAR a "escuchar a la voz de la razón" y a replegarse. De lo contrario, se vería "obligado a traer fuerzas a Jartum desde varias regiones".

Los militares han pedido a los civiles que permanezcan en sus casas mientras la Fuerza Aérea llevaba a cabo vuelos de reconocimiento de la actividad de la milicia. El Gobierno ha ordenado que negocios, escuelas, bancos y oficinas públicas permanezcan cerrados.

Durante la noche se han reproducido los combates en torno al aeropuerto de Jartum. A primera hora del domingo podían oírse disparos y explosiones de artillería en la ciudad. La televisión Al Arabiya ha mostrado imágenes de una densa humareda sobre algunos distritos de la capital.

Hay mucha información falsa y todo el mundo miente. No sabemos cuándo va a terminar esto, ni cómo

"Tenemos miedo, no hemos dormido en las últimas 24 horas por el ruido y porque la casa temblaba. Tememos quedarnos sin agua ni comida, ni medicina para mi padre diabético", ha explicado a Reuters Huda, residente en Jartum. "Hay mucha información falsa y todo el mundo miente. No sabemos cuándo va a terminar esto, ni cómo", ha añadido.

Tagrid Abdin, una arquitecta que también vive en la capital, ha asegurado que no tenían electricidad y que la gente intentaba conservar la batería de sus teléfonos móviles. "Oímos los ataques aéreos, los bombardeos y los tiroteos", ha relatado.

Un grupo de alumnos y profesores se han visto atrapados por los combates en una escuela cercana al palacio presidencial. El sábado eran 250, y este domingo aún quedaban al menos 50, según un profesor. Uno de los menores ha resultado herido de un disparo en el pecho.

Las asociaciones de médicos han advertido del peligro que supone acceder a los hospitales. A petición de la ONU, los contendientes se han comprometido una "pausa temporal de los combates" de tres horas a partir de las 16:00, hora local, para abrir corredores humanitarios.

El Ejército asegura que la victoria "está cercana"

El Ejército ha asegurado en un comunicado este domingo que "la hora de la victoria está cercana". "Rezamos por la misericordia de las vidas inocentes que se ha cobrado esta aventura despiadada de los rebeldes de las FAR... Pronto tendremos buenas noticias para nuestro pueblo paciente y orgulloso, si Dios quiere", ha añadido.

Pese a los llamamientos internacionales al diálogo (los vecinos Egipto y Sudán del Sur se han ofrecido como mediadores), las Fuerzas Armadas han asegurado que no negociarán con las FAR hasta que se disuelvan.

Los militares han pedido a los combatientes de las FAR que se entreguen en la unidad militar más cercana, lo que podría dejar a la milicia sin efectivos.

Hemedti, sin embargo, no ha dado señal de rendirse y ha calificado a Al Burhan de "criminal" y "mentiroso".

El Ejército y las FAR, que según los expertos pueden tener una fuerza de 100.000 hombres, compiten por el poder mientras las facciones políticas negocian la formación de un gobierno de transición tras el golpe militar de 2021.

Supuestamente, las FAR debían integrarse en el Ejército al final del proceso, pero los desacuerdos sobre el calendario han retrasado la firma de un acuerdo con los partidos políticos respaldado internacionalmente para la adopción de un sistema democrático y la celebración de elecciones.

La oposición civil acusa a los restos del régimen de Al Bashir

La alianza opositora civil Fuerzas de la Libertad y el Cambio, la principal agrupación civil en Sudán, ha pedido a ambas partes que "regresen a las mesas de negociación", informa Efe.

Los combates "amenazan a la unidad, la cohesión y a la soberanía de la patria", ha advertido la alianza, que acusa a los "remanentes del extinto régimen" de Omar al Bashir de "encender la mecha de la batalla" para "cosechar sus frutos".

Jorge Naranjo, misionero comboniano español en Jartum, ha explicado al Canal 24 Horas de TVE que en los últimos días habían visto concentraciones de tropas de las FAR, pero creían que se trataba de una manera de "hacerse ver" en medio de las negociaciones con el Gobierno.

La población ve con tristeza que el acuerdo, que parecía cercano, ahora es incierto

"Los dos Ejércitos, el regular y las FAR tienen muchos recursos y privilegios, y la integración de los paramilitares suscitaba el miedo de perder esos privilegios", ha asegurado Naranjo. "La población ve con tristeza que el acuerdo, que parecía cercano, ahora es incierto", ha añadido.

Si los enfrentamientos armados escalan, Sudán podría sumirse en un conflicto general, al tiempo que lidia con una economía empobrecida y la violencia tribal.