Bruselas propone revisar la gestión de las crisis bancarias un mes después de las quiebras de SVB y Credit Suisse
- Busca amparar pequeños y medianos bancos con el objetivo de proteger a los inversores
- Proponen minimizar el uso de dinero público para rescatar a las entidades
La Comisión Europea ha presentado este martes su propuesta para reformar el marco de gestión de las crisis bancarias y la garantía de depósitos para amparar pequeños y medianos bancos con el objetivo de proteger a los inversores ante una posible quiebra, al tiempo que se minimiza el riesgo de que las autoridades recurran a dinero de los contribuyentes para rescatarlos.
La propuesta sobre el marco de gestión de crisis y garantías de depósitos (CMDI, en sus siglas en ingléspresentada este martes, prevé además extender la protección que dan estos fondos a los depósitos de hasta 100.000 euros para incluir, no solo, los de individuos, sino los de entidades públicas como ayuntamientos, hospitales o escuelas hasta ese montante.
"Las recientes quiebras de algunos bancos estadounidenses y suizos, y la consiguiente tensión en el sector bancario internacional, son solo un recordatorio de por qué necesitamos un sistema sólido y operativo que se ocupe de todos los bancos -sean del tamaño que sean- cuando tienen problemas", ha afirmado el vicepresidente económico Valdis Dombrovskis, en referencia a los rescates del Silicon Valley Bank (SVB) y de Credit Suisse el mes pasado.
Estas llevaron a poner en común la supervisión y resolución de los grandes bancos europeos, aquellos considerados demasiado grandes para caer, pero dejaron la gestión de las crisis en entidades pequeñas y medianas en manos de cada Estado, lo que genera un trato diferente en función del país y propicia que acabe pagando el erario público.
Dombrovskis ha precisado que es en los rescates a pequeños y medianos bancos donde "a menudo" las autoridades nacionales utilizan el dinero público para hacer frente a una quiebra inminente, en lugar de los recursos internos de los bancos y las redes de seguridad financiadas por el sector, lo que significa que el sistema único de resolución creado en el marco de la Unión Bancaria "no se está utilizando plenamente según lo previsto".
Por eso, ahora el Ejecutivo comunitario busca ampliar el alcance de este marco para asegurarse de que las quiebras bancarias puedan resolverse de forma "eficaz", en lugar de gestionarse fuera del sistema establecido para la UE.
Así, la reforma de este marco pretende dotar a las autoridades de mejores instrumentos de crisis utilizados para gestionar la quiebra de bancos medianos y pequeños para garantizar que, cuando esté en juego la estabilidad financiera, los inversores -ciudadanos, empresas y entidades públicas-, puedan seguir teniendo acceso a sus cuentas.
Preservar la estabilidad financiera
La propuesta de la Comisión atiende a los objetivos principales de preservar la estabilidad financiera, proteger a los inversores, minimizar el riesgo para el dinero de los contribuyentes y amortiguar el impacto de una posible quiebra bancaria en la economía real.
No obstante, el vicepresidente económico ha destacado que, "en conjunto, la Unión Bancaria ha sido un éxito" y que el sector bancario de la UE es "fuerte" y se encuentra en "buena forma", al tiempo que ha "aumentado sustancialmente su resistencia".
Por su lado, la comisaria europea de Servicios Financieros, Estabilidad Financiera y Mercados de Capitales, Mairead McGuinness, ha subrayado que esta reforma mejorará la capacidad de la UE para garantizar que cualquier banco pueda salir del mercado "sin problemas", independientemente de su tamaño o modelo de negocio, pues es la forma "más eficiente" de gestionar las quiebras bancarias para la economía europea, los contribuyentes y, en última instancia, la estabilidad financiera.
Este plan armoniza más las normas de protección de los inversores
El planteamiento de Bruselas armoniza aún más las normas de protección de los inversores en toda la UE, mientras que se mantiene el nivel de cobertura de 100.000 euros por depositante y banco, establecido en la directiva sobre sistemas de garantía de depósitos.
Por ejemplo, el nuevo marco amplía la protección de los inversores a las entidades públicas, tales como hospitales, escuelas o municipios, así como el dinero de los clientes depositado en determinados tipos de fondos de clientes, como es el caso de sociedades de inversión y entidades de pago y de dinero electrónico.
La propuesta incluye también medidas adicionales para armonizar la protección de los saldos elevados temporales en cuentas bancarias superiores a 100.000 euros vinculados a acontecimientos vitales específicos, como pueden ser las herencias o indemnizaciones de seguros.
"Si un banco quiebra, los contribuyentes no deberían acabar pagando la factura una vez que el banco ha agotado su propia capacidad de absorber pérdidas", ha incidido Dombrovskis, quien aboga por confiar más en las redes de seguridad financiadas por el sector: los sistemas nacionales de garantía de depósitos.
De este modo, Bruselas plantea permitir que estos sistemas contribuyan a la financiación necesaria para transferir todos los depósitos -asegurados y no asegurados- de un banco en quiebra a otro sano, un "mecanismo puente", como lo ha denominado el vicepresidente, que puede ser una forma "más eficaz y barata" de hacer frente a una crisis bancaria y proteger a los inversores, en lugar de pagarles después de que el banco haya quebrado.
No obstante, la Comisión ha insistido en que la primera y principal línea de defensa en una crisis de este tipo debe ser la capacidad interna de un banco para absorber pérdidas, razón por la cual las autoridades deben asegurarse de que los bancos tengan suficiente capacidad de absorción de pérdidas.
Pasos para completar la Unión Bancaria
Con estas propuestas, Bruselas pretende dar respuesta a la petición que le hicieron hace casi un año los Estados miembro, además de avanzar para completar la Unión Bancaria con un refuerzo del marco de gestión de crisis y de garantía de depósitos, acorde a la declaración del Eurogrupo del 16 de junio de 2022.
De hecho, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha celebrado la propuesta de la Comisión para establecer un marco "coherente y eficaz" para la gestión de los bancos en dificultades y ha señalado que se trata de "un importante paso adelante" en la finalización de la Unión Bancaria.
El pasado junio, los ministros de Finanzas pidieron a la Comisión extender la resolución, que permite una gestión más ordenada, también a las entidades de menor tamaño, siempre que pueda financiarse con estos recursos privados.
La solución propuesta por el Ejecutivo comunitario pasa por permitir usar para ello los fondos de garantía de depósitos nacionales, que alcanzarán un total de 55.000 millones de euros en 2024, y el Fondo Único de Resolución (FUR), que cuenta ya con 66.000 millones y el año próximo llegará a los 80.000 millones, ya que ambos se financian con dinero de la banca.
En su último informe sobre la Unión Bancaria, el Parlamento Europeo también apoyó la necesidad de una revisión del marco de gestión de crisis y garantía de depósitos para mejorar su funcionamiento y previsibilidad para gestionar las quiebras bancarias.