El Banco de España rebaja a unos 200.000 los beneficiarios de las medidas de alivio hipotecario
- Cuando el Gobierno aprobó el nuevo Código de Buenas Prácticas en noviembre de 2022, indicó que alcanzaría a un millón
- La entidad advierte: el número de hogares vulnerables endeudados aumentará hasta el millón y medio si los tipos suben al 4%
El Banco de España calcula que más de 600.000 familias podrían optar a las medidas de alivio hipotecario aprobadas por el Gobierno en noviembre de 2022 dentro del nuevo Código de Buenas Prácticas (CBP), teniendo en cuenta el alza del euríbor. No obstante, rebaja a 200.000 el número de hogares que podrían adherirse al nuevo Código.
En el último Informe de Estabilidad Financiera de Primavera de 2023, publicado este miércoles, la entidad estima que con una subida del euríbor de 4 puntos porcentuales, unos 549.000 hogares podrían acogerse al CBP para hipotecados en riesgo de vulnerabilidad, lo que supone "unos 404.000 hogares más de los que habrían podido adherirse a la versión original" del sistema. El capital pendiente por amortizar de estos hogares sería de 46.900 millones de euros, unos 37.700 millones más que con las condiciones originales del anterior CBP.
Además, el Banco de España señala que "existirían casi 218.000 hogares que podrían acogerse al mecanismo más estructural del CBP en su versión reformada", 73.000 hogares más de los que podrían haberse acogido en la anterior formulación. El capital pendiente de estos hogares sería de unos 17.900 millones de euros, 4.800 millones más que con el anterior Código.
Estas cantidades están, sin embargo, lejos del millón de hogares que entonces el Gobierno estimó que podrían alcanzar estas medidas cuando aprobó la reforma del CBP a finales del año pasado.
Así, sin cuestionar los datos, el Banco de España calcula que, por el momento, con una subida del euríbor de 4 puntos porcentuales, el número de familias que podría optar al CBP sería de más de 600.000, ya que 549.000 podrían acogerse a las ayudas temporales, y a estos hay que sumar parte de las casi 218.000 que podrían optar a medidas más estructurales.
Más hogares altamente endeudados
Al margen de las soluciones para los hipotecados, el Banco de España también avisa de que cuando se traslade el aumento de 4 puntos porcentuales del euríbor, las familias altamente endeudadas -aquellas que destinan al menos el 40% de su renta al pago de deudas- crecerán en unas 375.000, de forma que la cifra total rozará los 1,5 millones.
Esto tenderá a ser más intenso para los hogares endeudados de menor renta, que también se ven afectados en mayor medida por el aumento de la inflación. Así, en los dos estratos de la población con menores recursos, la cifra aumentaría en casi 160.000.
En el caso de las empresas, el organismo prevé que esta misma subida de los tipos de interés de 400 puntos básicos hará que el porcentaje de deuda de las pymes vulnerables crezca casi 11 puntos porcentuales respecto a diciembre de 2021.
La morosidad de los créditos ICO aumenta
En su informe, la entidad pone el foco en los préstamos concedidos por la banca con aval del ICO y explica que el saldo se redujo un 11,3% porque se están produciendo amortizaciones significativas, lo que a su vez contribuyó a que la ratio de dudosos superara el 7,1% a cierre de 2022. Con esa ratio, el saldo de dudosos se sitúa entre 5.500 y 6.000 millones, que es un 78,8% más que un año antes. Además, los dudosos que ya se consideran efectivamente morosos se han disparado un 177%.
Como en ocasiones anteriores, este informe advierte de los riesgos por la incertidumbre económica, la elevada inflación y el alto endeudamiento, para lo que recomienda que se tomen ya medidas de consolidación fiscal.
Sobre las crisis del banco estadounidense Silicon Valley Bank y del suizo Credit Suisse, señala que aumentará los costes de financiación y ello afectará a los bancos españoles, aunque su modelo de negocio sea muy diferente y no tengan apenas exposición al banco suizo. Por ello, el organismo repita su mensaje de prudencia en provisiones y en cuidar el capital.
En este contexto, el 7,1% del total de crédito al sector privado residente está en vigilancia especial, es decir, en riesgo de entrar en mora. Aunque se trata de una cifra a la de hace un año, es un 24,5% superior que antes de la pandemia.
A nivel global, el Banco de España recuerda que la Guerra de Ucrania sigue siendo "la principal fuente de riesgo para la economía mundial y, muy en particular, para el área del euro", debido a sus consecuencias económicas y geopolíticas. En este contexto, las perspectivas de crecimiento para 2023 en las principales economías europeas "continúan apuntando a una desaceleración que, no obstante, podría ser algo menor de la anticipada", indica el texto. Esto podría deberse a la corrección de los precios energéticos y materias primas, la reducción de cuellos de botella en las cadenas de producción globales o un comportamiento del mercado laboral mejor de lo esperado.
Prevé un encarecimiento de préstamos en los próximos trimestres
Al igual que para las empresas, para los hogares se espera un mayor encarecimiento de los préstamos en los próximos trimestres y en el mercado inmobiliario se siguen viendo signos incipientes de desequilibrios y algunas señales de sobrevaloración. Aunque las condiciones de financiación podría contribuir a una moderación, el Banco de España señala que los precios de los nuevos alquileres que podrían condicionar la evolución de los precios de la vivienda en trimestres futuros.
Además, con respecto a la vivienda, la entidad señala que la compraventa de viviendas, después de alcanzar datos históricos en la primavera de 2022, ha ido descendiendo, “tendiendo a converger a su nivel prepandemia”. Esto se debe a un menor poder adquisitivo de los hogares y el endurecimiento de las condiciones de financiación, aunque el texto indica que “a comienzos de 2023, el número de transacciones aún permanece ligeramente por encima de sus valores prepandémicos”.
En este contexto, el informe indica que la oferta de vivienda sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda, y sus precios continúan creciendo en términos interanuales, aunque a menor ritmo que en trimestres anteriores.